Sintra (día 4: 21 de noviembre de 2022, lunes)

Hoy teníamos prevista la visita a Sintra. Sintra es una ciudad a unos 30 km al NO de Lisboa. Para llegar a Sintra en tren puedes ir desde la estación de Oriente o desde la de Rossio. Nosotros fuimos desde Rossio porque la teníamos más cerca, a 20’ andando.

Estación Rossio en Lisboa.

El tren a Sintra los fines de semana pasa cada hora, pero hoy lunes pasaban cada media hora. Nosotros cogimos el de las 8.41h

El tren es tipo cercanías, va parando, y tardó unos 40 minutos. Cuando llegas a Sintra ya te entran las agencias para venderte diferentes tipos de excursiones y los billetes de autobús para acercarte al Palacio, que está a 4 km de la estación.

En Sintra hay diversos palacios a visitar, siendo el más famoso el Palacio da Pena y también el lugar más visitado de Portugal. Nosotros íbamos a visitar el Palacio da Pena y la Quinta de Regaleira.

Cuando llegas allí, hay que coger el bus que te lleva al Palacio. Yo quería hacer la visita tal como la hice hace 2 años puesto que me encantó y esa era la idea, a pesar de que hoy tenemos previsión de lluvia en un 85%, así que veremos qué podemos hacer.

Palacio da Pena

Web oficial con horarios y precios.

Precio: 14 € palacio y jardines

Horario: Todos los días de 09 a 19:00 o 20h, según época del año

Nosotros sólo queríamos bus de ida, porque pretendíamos bajar andando, por entre medio del bosque, como hice la otra vez, porque la ruta es preciosa. Cogimos el bus 434, que es el que nos lleva al Castillo da Pena, y nos costó 3,95€ por trayecto, y tarda unos 10’ en dejarte en la misma puerta. Creo que coger ida y vuelta era un poco más barato que por separado. Se puede pagar con tarjeta.

Muy recomendable subir con el bus, la carretera es super estrecha, cuesta arriba, así que enseguida se llega. Creo que merece la pena guardar fuerzas para la bajada u otras visitas. Nos costó la entrada 14€ el Palacio y los jardines. Ahora, además, la visita del interior del palacio va con hora programada. La otra vez lo vimos cuando quisimos, pero apenas había gente. Al comprar la entrada en la taquilla nos dieron hora a las 9.30h. Hay unos minutos andando, de subida.

Mapa de Sintra.

El castillo es una preciosidad, con esos colores tan vivos, con muchísimos exteriores y su ubicación en una cima, te da unas vistas increíbles, aunque hoy no tuvimos suerte con las vistas. Con el tiempo que hacía, había una gran neblina, pero aún le dio un aspecto más misterioso.

Castillo da Pena en Sintra, Portugal.

Este palacio se construyó durante el S. XIX y está rodeado por un jardín botánico.  En su arquitectura hay mezcla de estilos y corrientes estéticas: podremos observar elementos clásicos portugueses, como los azulejos que recubren las paredes, y también otros propios del Romanticismo, con numerosas referencias mitológicas y religiosas, motivos mudéjares y mobiliario barroco en su interior, dando lugar a este extravagante y espectacular castillo cuyas estancias interiores también se pueden visitar.

En mi opinión, la parte más bonita del palacio está por fuera, pues ya solo el enclave, lo vale. Y ver la de detalles de sus torres y fachadas es suficiente para apreciar su belleza.

Pero también es interesante recorrerlo por dentro. Aunque las habitaciones interiores no tienen la majestuosidad del exterior, también nos gustaron. Para acceder al interior la zona estaba acordonada en una fila. Mientras esperábamos empezó a chispear. Y ya cuando estábamos dentro estaba diluviando, así que nos tomamos la visita con calma. Hacía bastante viento, por lo que el paraguas no nos iba a servir de mucho.

Interior del castillo da Pena en Sintra, Portugal.

Dentro tenemos un pequeño patio central de estilo árabe, habitaciones privadas, un comedor preparado para la cena, los dormitorios de la familia real, la cocina, etc.

Este castillo, en un principio, fue un monasterio de frailes jerónimos. Cuando éstos se trasladaron a la zona de Belem, en Lisboa, el rey Fernando II compró las ruinas tras un terremoto y decidió construir un palacio como obsequio para su esposa. Cuando la monarquía portuguesa llegó a su fin y la familia real se vio obligada a exiliarse, el Palacio da Pena pasó a ser administrado por el Estado.

Castillo da Pena en Sintra, Portugal.

Cuando acabamos la visita, la lluvia había parado, pero el día seguía muy cerrado y nos arriesgamos a bajar por entre medio del bosque hasta el pueblo, donde teníamos pensado comer. Nos sirvió mucho MapsMe, aplicación de mapas sin conexión a internet. Nos es siempre muy útil y nos vamos con los mapas descargados y todos los puntos de interés marcados. Así, nos es muy fácil seleccionar dos ubicaciones y que nos indique la ruta. Si además abres tu ubicación, vas viendo como avanzas en el itinerario, nos marca incluso cuando hay escaleras.

Aquí tuvimos un incidente, y es que al principio del camino de bajada había un cartel que decía que el camino no estaba transitable por desprendimientos. Yo lo recordaba muy fácil y bien señalizado, así que nos la jugamos. Teníamos 1,5km, una media hora larga hasta el restaurante. La otra vez nos fuimos cruzando con gente que subía por el mismo camino, ya que abajo, al lado de un parque, está señalizado el camino. Pero con el día que hacía, estábamos solos. En algún momento parecía que volvía a llover, pero la vegetación es tan frondosa, que incluso nos servía de paraguas.

Fuimos bajando sin problema. Algunas de las maderas que hacían de peldaño, estaban rotas y sueltas, pero aun así no tenía dificultad el camino. Pero cuando nos quedaba sólo medio quilómetro, llegamos a una puerta metálica, que estaba cerrada. Justo antes había otra puerta que desviaba el camino, así que lo intentamos por aquí. Nos salimos de la ruta que marcaba el mapa a ver si podíamos sortear la puerta, puesto que entre los árboles aparecía otro caminito. Pero fuimos a salir a la misma puerta, cerrada con candado. Así que, o saltábamos o volvíamos atrás, 1 km cuesta arriba y con amenaza de lluvia.

Camino al Castillo da Pena en Sintra, Portugal.
Camino al Castillo da Pena en Sintra, Portugal.

Decidimos saltar, a pesar de que el tramo de puerta era más largo que nuestras piernas. A la vejez viruelas, saltando vallas!! Y ahora la siguiente duda era si nos topábamos con alguna otra puerta más, pues recordaba que la salida era por una especie de parque, así que podía ser que esta no fuera la única puerta que nos íbamos a encontrar, pero estábamos ya muy cerca, así que seguimos bajando.

Ya se veían las casas del pueblo y el muro era largo… pero eureka, la puerta estaba abierta y pudimos salir sin problema. A la salida estaba indicado el camino de trekking, pero aquí no ponía nada de que estuviera cerrada la ruta. En fin… Prueba más que superada.

Eran casi las 13h y fuimos directamente al restaurante Tascantiga, donde ya comí la otra vez y nos encantó, tipo tapeo, para poder degustar diferentes platillos. Cuando llegamos estaba lleno. Con la lluvia, la terraza estaba cerrada así que disponían de menos espacio, pero esperamos un poco y enseguida pudimos entrar. Comimos muy bien, y a buen precio.

Comida en el Restaurante Tascantiga en Sintra, Portugal.

El centro histórico de Sintra es muy turístico. Nos dimos una vuelta y llegamos hasta el Palacio Nacional, que no teníamos pensado visitar. Las callecitas son muy estrechas y llenas de tiendas de souvenirs y restaurantes.

Palacio Nacional de Sintra, Portugal.

Desde el Castillo da Pena se ve el Castillo Dos Mouros, pero hoy con la neblina no se veía nada. Lo vimos más tarde desde el pueblo, cuando ya había despejado.

Castillo dos Mouros desde la Quinta da Regaleira en Sintra.

Castelo dos Mouros

Horario: Todos los días de 10-18:30 (último acceso a las 17:30)

Precio: Adultos: 8 €

Situado sobre la Sierra de Sintra, el Castelo Dos Mouros se encuentra junto al Palacio da Pena y ofrece unas estupendas vistas por su altitud.

Erigido por los árabes durante los siglos VIII y IX como enclave defensivo para vigilar los caminos de tierra que unían Sintra a Lisboa, Cascais y Mafra, y conquistado en el siglo XII por los cristianos de Don Afonso Henriques, primer rey de Portugal, aún conserva dos portones románicos y algunos frescos de la antigua necrópolis medieval.

Con casi 450 metros de perímetro y 12.000 m² de área, de él apenas quedan las murallas, pero se conserva un paso de ronda que podemos recorrer para contemplar una hermosa panorámica de Sintra y el Atlántico. Al este aún podemos apreciar algunos restos de la muralla exterior, donde se sitúa el acceso al recinto: una puerta árabe con arco de herradura.

La parte alta de la muralla está decorada con almenas. Por último, cinco torres flanquean la muralla. A la más elevada se la conoce como Torre Real -hay unos 500 escalones para subir hasta ella-.

Dentro del castillo podemos encontrar también una antigua capilla consagrada a San Pedro y construida sobre una antigua necrópolis medieval; presenta las características propias del románico portugués: una planta longitudinal, una sola nave y un ábside abovedado donde aún se aprecian algunos restos de frescos. Junto a ella podemos ver una gran cisterna que data de época islámica; era la que abastecía al Palacio Nacional de Sintra.

Y para la tarde teníamos la visita de la Quinta da Regaleira, a unos 20’ andando desde el casco antiguo de Sintra.

Quinta da Regaleira

Horario: todos los días de 9.30 a 18 o 20h, según la época del año.

Precio: Adultos: 10 €.

Esta es la web oficial con la información actualizada.

La Quinta da Regaleira fue nuestra gran desconocida en mi anterior viajes, por eso repetimos. Todos hemos visto fotos del Palacio da Pena, con sus cálidos y vivos colores. Pero seguramente no conocemos tanto la Quinta da Regaleira. Este espacio, tal como lo conocemos ahora, es de principios del S. XX, cuando lo adquirió un noble portugués millonario. Pidió que en este terreno se le construyera un palacio, un pequeño lago, un invernadero, varios torreones, una capilla y un pozo de iniciación utilizado, según cuenta la leyenda, por los mismísimos masones. El arquitecto que iba a hacer el diseño viajó por Portugal y Europa tomando nota de todos los estilos y corrientes estéticas que viera para plasmarlos aquí.

El lugar pone la piel de gallina, parece el escenario de cualquier película de miedo. Pero a la vez de misterioso es precioso, el montón de rincones escondidos que te puedes encontrar y por donde perderte.

Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal.

Antes daban un mapa con dibujos de todos los lugares a visitar en el recinto, pero hay tanta vegetación que, a veces, incluso con el mapa, había algunos senderos tan pequeños y ocultos, que costaban de encontrar. Déjate llevar y piérdete por sus rincones. Por el complejo verás algunas referencias a la masonería y a los templarios, como en la capilla.

La visita nos encantó, todo tan verde, frondoso, curioso y misterioso. Los jardines están llenos de especies exóticas de árboles y plantas, sorprenden por sus túneles secretos, sus cascadas escondidas y sus bellísimas fuentes, como la famosa Fuente de la Abundancia.

El pozo iniciático de la Quinta da Regaleira, o la “torre invertida”, es una de las atracciones más fascinantes de sus jardines. Es un profundo pozo de piedra en forma de espiral, con nueve pisos conectados entre sí por varios tramos de escaleras. En época Covid, como las escaleras son muy estrechas, solo se puede entrar y salir por entradas distintas.

Pozo iniciático en la Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal.

Se cuenta que estos nueve giros simbolizan el infierno de la Divina Comedia de Dante: los masones debían ascender por él siguiendo un rito de iniciación que representaba el renacer, hasta llegar a la entrada superior, custodiada por dos dragones que se enroscan en torno a la llamada Fuente de los Dragones. Tal era la importancia de este pozo iniciático que estaba conectado por grutas y túneles subterráneos tanto a la capilla como a la casa.

Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal.
Palacio de la Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal.
Interior del Palacio de la Quinta da Regaleira en Sintra, Portugal.

También se puede visitar el interior del palacio, nosotros lo vimos al final del recorrido.  Se ve muy rápido pero las estancias son interesantes, con elementos románticos, mitológicos, marquetería y talla de madera…

Dedicamos un par de horas en la visita, hasta cerca de las 17h.

Cogimos el tren sobre las 17.40h que nos dejó en Lisboa a las 18.30h.

Cuando llegamos, fuimos a cenar unos pasteles de bacalao en la Tendhina de Rossio. Y ya con la cena dimos por terminado el día.

Cenando en la Tendhina de Rossio, Lisboa.

Plaza Rossio

Es la zona más animada de la ciudad y en los lados de la plaza y en sus calles aledañas hay tiendas, bares y restaurantes.

En esta plaza tenemos:

  • la estatua de Pedro IV de Portugal, El Rey Soldado;
  • el Teatro Nacional Doña María II;
  • la estación ferroviaria de Rossio, desde donde cogimos el tren a Sintra;
  • y el Café Nicola, con su fachada art déco.

Plaza Rossio en Lisboa.

Día 5: Lisboa