Reservamos a través de Offerum un pack de 2 noches de alojamiento y desayuno para 3 personas en el Hotel Riberies de Llavorsí, en Lleida, que incluía 2 actividades (elegimos rafting e iniciación de bajada de barrancos) y 2 horas de Spa en el propio hotel por el precio total de 270 €. Lo cogimos para el último fin de semana de mayo, pero aquí hacía un tiempo hivernal más que primaveral y las temperaturas estaban entre 5-12 grados, así que nos pareció mucho frío como para disfrutar de la actividad acuática y decidimos cambiar fechas. Y ahora, a tiro pasado, puedo decir que hicimos bien, puesto que el agua del río está extremadamente fría, incluso en pleno verano, y lo divertido es que te apetezca tirarte al agua y no huir de ella, que es lo que hubiéramos hecho si hubiéramos ido entonces ya que, a pesar del neopreno, te mojas igualmente.
Como el hotel es pequeñito, nos dieron fecha a dos meses vista, para el finde del 26 de julio.
Día 1: Llavorsí (26 de julio de 2013)
Llegamos a Llavorsí y paseamos por el pueblo, que casualmente eran fiestas. También vimos el río y su maravillosa naturaleza.
Disfrutamos del spa del hotel.
Y salimos a cenar tempranito, que al día siguiente tocaba hacer rafting, a un restaurante llamado Can Punyetes, en Sort.
Día 2: Rafting en Llavorsí (27 de julio de 2013)
A las 9.45 teníamos hora para hacer rafting con Rafting Llavorsí, justo al otro lado del río. Es nuestra primera vez. Nos tenemos que esperar hasta las 10. Nos dan unos patucos de goma, según número de pie, y el traje de neopreno corto, según nos ven, a ojo. Debajo sólo se puede llevar el bañador. Luego toda la ropa al coche y te guardan la llave en una taquilla.
Nos dividen por grupos. Nosotros somos 3 y nos juntan con otros 3 chicos, de Valencia, más nuestro monitor, Joan. No habiendo suficiente con estar embuchados en el traje de neopreno, que nos añaden casco y chaleco salvavidas y ahora toca la clase teórica, de secano.
Nos indica como coger el remo, que no hay que soltar la parte de arriba; como y donde sentarnos y colocar los pies y empieza la práctica. Ahora a aprender a remar. No sé en que estaría pensando que todos con el remo fuera, obviamente, y no sé qué hacía yo con el remo dentro. El monitor que no sabe cómo decirme que el remo se pone hacia fuera… No, si ya lo sé, pero es que me he bloqueado… Los valencianos que dicen “estamos muertos”. Empezamos bien!!
Seguimos con los diferentes términos: remar hacia delante, remar hacia atrás, stop, contrapeso a la derecha o a la izquierda, carga delante, giro… Luego seguimos con qué hacer si uno se cae al agua: que si el remo, que si subir, que si agarrar al de abajo, que si nadar y cómo… Y para terminar, los consejos por si se vuelca la barca. Volcarse la barca?? Creo que mejor me quedo en tierra…
Fotos de rigor antes de empezar,
y a cargar con la barca hasta la orilla.
Nos sentamos 2 delante, 2 en medio, 2 detrás y el monitor, que en realidad es quien dirige todo detrás. Nosotros nos sentamos detrás, aunque sobre la marcha fuimos cambiando todos de posición. Al principio agradecí empezar atrás, mientras vas cogiendo soltura, pero donde más agua pillas, es delante. El recorrido de Llavorsí son 14 km. Estás como una hora bajando y la verdad se nota. En absoluto se hace largo pero hay actividades que cuando empiezas a disfrutar se acaban, pero no es este el caso. Te da tiempo de pillarle el gustillo.
Bajamos 4 barcazas, cada una con su monitor. Para nosotros era la primera vez, así que al principio te aferras fuertemente a todo: remo, cuerda, pies… Pero luego te vas relajando. Los valencianos ya repetían, así que iban más sobrados.
Durante el recorrido vamos poniendo en práctica todo lo aprendido. Pasamos por tramos tranquilos,
otros que no lo son tanto,
chocamos de frente, de lado, con otra de las barcas,
remamos para adelante, para atrás, dimos vueltas, nos pusimos de pie, nos tiramos al agua,
caímos y nos levantamos una y otra vez
Casi quedamos cubiertos por el agua
Y sobre todo nos reímos, nos reímos todos mucho. Ya sé que me dirán que unos más que otros, pero cada uno es como es y solo hay que ver nuestras caras. Nos lo pasamos como nunca. Sin duda ha sido uno de los días más divertidos de nuestra vida, aunque pueda parecer exagerado. Y esto que acabábamos de volver de un pedazo de vacaciones y nos lo habíamos pasado estupendo!! Pero en esto coincidimos los tres.
Cuando acabamos el recorrido ayudamos a sacar la barca del agua. También me recriminarán que no ayudé, pero aseguro que lo intenté. No sabía por qué lado bajar y lo hice por lo hondo y cuando conseguí levantarme dentro del agua ya estaban el resto con la barca fuera.
Allí nos esperaba un autocar que nos llevó al punto de salida.
En el trayecto seguimos riendo con nuestros compañeros de viaje: que si la que remaba para dentro; que si el que fue tirado al agua; que si los que aceptaron la opción de saltar al agua y salieron disparados hacia la orilla como si de Gema Mengual y equipo se tratara (eso sí, luego no había forma de alcanzar el centro del río); que si el que se quedó sentado dentro y no había forma de levantarse; que si el que fue sacado del agua en peso como si de un saco de patatas se tratara; que si la que se ríe sin parar, etc. etc.).
Y ya de vuelta a la base
Mandamos un saludo a nuestros compañeros valencianos, inmejorables compañeros de aventuras. Y por su puesto a nuestro magnífico guía Joan. Quien como si de un saltimbanqui se tratara, daba tumbos y saltos constantes en la barca a la vez que mantenía al equipo unido, y que con su fuerza y alegría, nos hizo pasar un viaje inolvidable. Y eso sí, desengañémonos, que aquí el único que mantenía la embarcación a flote era Joan.
Y por si lees esto, Joan, aprovechando la propaganda gratuita que os acabamos de hacer, yo de ti le pediría un aumento al jefe. Y ya de paso, un descuento para nosotros para el año que viene, jeje.
Para concluir el día, volvimos a cenar donde el día anterior, en nuestro ya clásico Can Punyetes.
Día 3: Barranco de Berrós en Llavorsí, bajada de iniciación (28 de julio de 2013)
Hoy vamos a hacer la bajada del barranco de Berrós, que es el tramo de iniciación. Aquí nos dan unos calcetines de neopreno según talla de pie y el traje de neopreno también a ojo, como ayer, pero este es más gordo y de manga larga y pantalón largo. Nos reparten el material y tenemos que seguir a los monitores cada uno en nuestro coche. Además, cada uno tiene que llevar calzado que se pueda mojar. Nosotras llevábamos sandalias tipo romanas de río. Hace años que son de la familia y nos van muy bien para bañarnos en lagos, playas de piedras, etc. Pero al final del recorrido el otro guía, Ivo, nos dijo que no pensara que llegaran al final, que ha visto muchas sandalias bajar río abajo. La mayoría llevaban bambas o bota tipo montaña, que a mi me parece más engorrosa aún.
El barranco de Berrós está muy cerca, dirección Esterri de Aneu. En un parquing que hay a pie de carretera nos embuchamos el neopreno. Tampoco se puede llevar nada debajo que no sea el bañador, para facilitar el calor corporal. Parece ser que somos los primeros en hacer el descenso hoy, lo que nos facilitará la tarea puesto que no tendremos que esperar a que acaben los de delante y además el agua no estará removida, con lo cual tendremos más visibilidad.
Hay que andar un trozo en ascenso. Luego en el bosque, ya a pie de río, nos dan las instrucciones: que si para la bajada en rápel la mano siempre atrás; que si para bajada en tobogán brazos cruzados sobre el pecho; que si hay zonas que con el dodotis arrastrándose por el suelo…
Y empezamos la ruta…
Ésta es el paso por la ducha, de forma secuencial. Aunque todos insistíamos en que ya nos habíamos duchado esta mañana, no hubo forma de saltarse la ducha.
Y así salimos de la ducha. No ha estado nada mal…
Tras seguir arrastrándonos con el dodotis o andando como podemos, llegamos al tramo final.
Así empieza el último tramo, del que yo me salté la mitad. Hay que bajar cogidos a la cuerda, intentando apoyarse contra la resbaladiza pared
Lo cual no era nada fácil
Aquí se ve todo el salto que había
Y yo desaparecí del objetivo del fotógrafo en este tramo.
Luego me solté, aún no sé por qué, y baje en tobogán, ante la asustada mirada de los compañeros que pensaban que me había estampado en la roca, y reaparecí aquí:
Esta es la foto del grupo
El tipo cachas de arriba es Ivo (perdón si lo he escrito mal), nuestro otro guía.
Y ese pedazo de tía, cariñosamente hablando, del casco blanco es Jess, nuestra fantástica guía.
Si lees esto, Jess, un saludo de “Madre Extreme” y familia. Así me bautizó tras el último salto. Según decía, los de Red Bull estaban por allí y si hubieran visto el salto nos hubieran fichado seguro.
Y así acabamos.
Y aquí con Jess en el parking.
Era nuestra primera vez pero repetiremos seguro. El rafting y la bajada de barrancos son muy diferentes. Nos lo hemos pasado muchísimo mejor con el rafting. Es más divertido, tiene menos riesgo y lo disfrutas más.
La bajada de barrancos nos supo a poco. Se acabó demasiado rápido. Pero es mucho más emocionante. Más peligroso, en el sentido de que te puedes llevar algún porrazo y da más miedo, sobre todo para quien le puedan molestar las alturas.
Para los que no lo hayáis probado, recomendables los dos. Hay que probarlos sí o sí. Además creo que tuvimos mucha suerte que el río llevaba agua de más, lo cual lo hizo aún más emocionante. Creo que no es normal que a finales de julio el río lleve tanta agua.
Espero que os gusten las fotos!! Aquí hay más…
30 abril, 2017 a las 15:14
Me ha gustado muchísimo , y lo bien que esta documentado todo ,que buena pinta el Restaurant, sigue así Annna , estamos a la espera de nuevas aventuras , nos encanta todo lo que publicas ,
30 abril, 2017 a las 17:54
Muchas gracias, Carlos. A parte de como recuerdo, intentamos que los diarios os sirvan. Y si podemos resolver alguna duda, aquí estamos… Un saludo,