Castillo Hunedoara y Alba Iulia (Día 2: 21 de marzo de 2024, jueves)

Para desayunar nos hemos comido la media pizza que nos sobró ayer.

Luego hemos ido al Mercado, que tenemos cerca del alojamiento y que vimos anoche cuando buscábamos cena. Siempre que podemos, nos gusta ver los mercados locales. Abren muy pronto, y básicamente era de comida. Había un buen lugar para comer, que tenía horno de leña, lástima que acabábamos de desayunar. También compramos cucharas de madera, a 5 lei.

Teníamos ruta hasta el Castillo de Hunedoara a 130km, 1h 22’ y casi desde la misma salida de Sibiu fuimos por autopista, también gratis.

Llegamos a las 10.30h y están arreglando toda la zona de alrededor. Había buscado zona de aparcamiento alternativo porque en Google Maps se veía muy masificado con autocares, etc., pero no había nadie. En la calle de atrás, que tenía marcada, aparcamos gratis. Las calles de alrededor, que eran de tierra, las están haciendo de adoquines con bancos… muy chulo está quedando.

Castillo medieval Corvin (Corvinesti)  o Hunday de Hunedoara

Horario: Lunes 12.00-17.00. Martes a Domingo de 09.00 a 17.00. Web oficial

Precio: 45 lei. El ticket incluye la visita del castillo, el Museo la Casa de los Gremios (Casa Breslelor – în Curtea Husarilor), a 100m, justo en la entrada del castillo, la sala de torturas y la de la prehistoria.

Habíamos leído que se tenía que pagar por hacer fotos, pero nadie nos dijo nada. Quizás en temporada alta sí sea así?

Cuando accedes al recinto ya te encuentras las tiendecitas de souvenirs, restaurantes y también las salas temáticas del museo, que visitamos a la salida.

En cuanto a la visita del castillo, la entrada está antes de cruzar el puente. Tras cruzar el puente lo primero que encontramos es la cámara de tortura, a la derecha y a la izquierda, donde los prisioneros eran sometidos a espantosos castigos, con representaciones y descripciones de la terrible práctica que era bastante común en ese momento. La sala es muy pequeña y sólo hay 3 recreaciones.

El Castillo de Corvin es un castillo construido en el siglo XIV por John Hunyadi, líder militar húngaro y gobernador de Transilvania. Posteriormente fue ampliado y renovada por su hijo, Matthias Corvinus, quien la convirtió en una lujosa residencia digna de un rey. Aún está en restauración una zona exterior, con muy poca gracia, por cierto.

Es un castillo de estilo gótico, cuyo exterior se caracteriza por sus imponentes torres, altos muros y almenas decorativas, mientras que su interior tiene algunos grandes salones, básicamente con exposiciones, y te puedes pasear por los diferentes niveles y perderte por ellos.

Así como el exterior es muy vistoso, el interior es mucho más sobrio debido a los incendios que sufrió, pero nos gustó poder movernos por las diferentes habitaciones, pasillos y escaleras y subir a lo alto del castillo.

Quizás las visitas más importantes son el gran Salón de los Caballeros que se usaba para banquetes y recepciones; el pozo que hay en el patio, con su propia historia y leyenda, el patio de armas y la sala de torturas.

Durante la visita sólo nos encontramos con un grupo de estudiantes y 4 o 5 parejas más. Así que la visita fue ideal. Estuvimos tranquilamente un par de horas. Los alrededores del castillo también son muy bonitos, con el riachuelo que pasa por el foso del castillo y que deja toda la zona muy verde.

A la salida fuimos a ver otra exposición de torturas que hay justo frente a la taquilla del Castillo. Nos costó 15 lei por persona y fue muy completa. Nosotros somos un poco frikies y solemos hacer este tipo de visitas. Aquí había muchísimas recreaciones, explicaciones y elementos varios. Es un pasillo de unos 50m de largo, con ambientación sonora de fondo y cuando llegas al final haces el camino de vuelta por otro pasillo.

En la  puerta ponía que no fotos pero sólo estábamos nosotros y nos dijo que podíamos hacer fotos sin flash. Muy interesante la visita.

También vimos los 2 museos que entran con la entrada, que están en la zona de souvenirs. El de la Prehistoria fue muy flojito, con monedas, cerámicas, huesos y poco más. Y nos gustó el taller del zapatero y del tejedor, también pequeño.

Al final hemos estado 3 horas con la visita de Hunedoara. El siguiente destino es Alba Iulia, que teníamos que visitar mañana, pero que con nuestro cambio de horarios, visitaremos hoy. Está a 78km, de los que 50km fueron por autopista, también de gratis, 1 hora aprox.

Como el acceso al apartamento era con código, primero haremos la visita, y luego ya iremos al alojamiento.

Alba Iulia

Alba Iulia es una antigua ciudad medieval fortificada conocida por su historia, patrimonio cultural y fortificaciones. Tuvo un papel importante en la unificación y reunificación de Rumanía, uno de los momentos más importantes de la historia rumana moderna y se celebra cada año el 1 de diciembre como Día Nacional de Rumania.

El monumento más famoso de la ciudad es la Fortaleza Alba Carolina, una enorme ciudadela en forma de estrella de 6 puntas, 12km. de murallas, que fue construida en el siglo XVIII, en el sitio de un castro romano. La fortaleza está rodeada de altos muros, fosos y bastiones, y alberga una serie de edificios y monumentos históricos, incluida la Catedral de la Coronación, donde los reyes rumanos fueron coronados en el siglo XIX y principios del XX.

Hay 7 puertas de acceso a la ciudadela, cada una diferente de la otra, pero el acceso es gratis. En el casco antiguo, se puede pasear por las amplias y arboladas calles de la ciudadela de los Habsburgo, y también hay lugares de interés como la Catedral Católica Romana, el monumento arquitectónico más antiguo y valioso de Transilvania; la Biblioteca Batthyaneum; la Catedral Ortodoxa de la Reunificación; el Edificio Babilon, que alberga el Museo Nacional de la Unificación; el Salón de la Unión; el Palacio Principesco , etc.

De las puertas, probablemente la más importante es la puerta III, la más grande e imponente. Está sostenida por cuatro pilares y ocho pilastras trabajadas que sostienen a través de fuertes arcos las bóvedas sobre las cuales se eleva el pedestal de la estatua ecuestre de Carlos VI, el emperador del Imperio austríaco durante el cual se construyó la fortaleza. Nos ha gustado mucho la visita a la ciudadela de Alba Iulia. Está todo muy cuidado.

Visitamos las dos iglesias y paseamos por la zona. Luego fuimos a comer a un restaurante italiano que había fuera de la fortaleza, nada más cruzar la carretera: una inmensa pizza y comida tradicional rumana. Muy bueno. Dentro de la fortaleza sólo hay un par de terracitas básicamente para bebida.

Estuvimos paseando por las murallas hasta que se hizo de noche, y le acabamos de dar la vuelta. En la Catedral Ortodoxa estaban haciendo la misa de las 18h, así que entramos de nuevo. Estaba la iglesia a reventar, nos tuvimos que quedar en la puerta, y eso que es enorme. Está muy bonito todo de noche, con las luces.

Ya fuimos al apartamento. Este es el link de reserva de Booking y es muy recomendable, muy nuevo y bonito y con plaza de aparcamiento. En todo momento estuvieron pendientes de que nuestra llegada estuviera bien. Es una zona de bloques de pisos por fuera con aspecto bastante degradados, pero el apartamento por dentro era monísimo, con bolsas de té, café, etc.

Día 3: Mina de sal de Turda, monasterio de Rogoz y ruta hasta Copalnic (Copalnic)