Helsinki (día 16: jueves, 30 de agosto de 2018)

Hoy vamos hacia Helsinki en ferry. Lo reservé anticipadamente y me costó el billete 7,5€. No se por qué me costó tan barato porque habitualmente vale 25€ y unos días antes el precio era de 18€. Esta es la web donde lo compré, que es una agencia de viajes.

Ferry de Viking Lines, con el que hicimos el viaje Tallin-Helsinki

Llegando a Helsinki, Finlandia.

El ferry es de Viking Lines y el trayecto dura de 7 a 9.30h. Una cosa que me chocó es que en las condiciones ponía que había que estar 20’ antes. Yo pensé que era como en los aviones, pero que luego salía a su hora. Pues no. Salió antes de las 7, así que, si no nos damos cuenta de este detalle, si llegamos a menos cuarto hubiéramos perdido el ferry porque ya estaba moviéndose.

La terminal de ferry la teníamos a 10’ andando. Miré la aplicación de Uber a ver si pillábamos un taxi por la zona, a pesar de estar tan cerca, y no me conectaba ningunos, así que decidimos ir andando. Por la noche sí que me salían y el precio era 2,5€. Hoy íbamos a tener mal día. Estaba todo muy tapado, había neblina, pero no llovía.

Cuando llegas a la terminal hay las taquillas y también máquinas para hacer el check-in. Con poner el código de reserva y el nombre ya se imprimieron las tarjetas de embarque. Había que ir al piso de arriba y en las pantallas ponía el embarque de 6.30-6.40 h. Y así fue. Pasamos por los tornos y nadie miró ningún tipo de documentación. Y a menos cuarto empezó a moverse el barco.

No hay asientos asignados así que a buscar sofás o asientos en las diferentes cafeterías que hay. Habíamos hecho bocatas así que desayunamos en el barco. Llegamos puntualmente y teníamos que guardar el equipaje. Habíamos leído que en la terminal de ferris de Helsinki había taquillas, y así fue. Están indicadas nada más entrar. En una grande nos cupieron las 3 maletas y la bolsa de regalos y el precio eran 4€ para todo el día. La taquilla pequeña valía 3€. Había leído que en la terminal de tren también hay, pero nos era más práctico dejarlo aquí, aunque luego hubiera que volver a buscarlas.

En Helsinki el clima tampoco era bueno. Chispeaba un poco y hacía frío. Fuimos a ver la ciudad. Sólo hay que girar a la izquierda, bordeando el puerto, y enseguida nos encontramos la Catedral ortodoxa Uspenski, que es la iglesia ortodoxa más grande de la Europa Occidental. La entrada es gratuita y el interior era el típico con dorados, pero tampoco muy espectacular. Es muy vistosa con su fachada de ladrillos rojos.

Catedral ortodoxa de Helsinki, Finlandia.

Seguimos hacia el puerto y nos topamos con la plaza del mercado, con sus tiendecitas de souvenirs, de verduras y restaurantes. Aquí nos impactó el precio de los productos. Los imanes no bajan de 2€, los más feos. La mayoría valen unos 5-7€. La fruta y verdura la mayoría de los productos no baja de los 7-10€. Creo que lo único que vi a precio inferior eran patatas a 3€. Una crepe de azúcar 8€. Salmón y otros pescados entre 20-30€.

Y los platos combinados era lo más asequible, unos 10-12€ con pescadito frito o salmón y acompañado de ensalada y patatas fritas. Habíamos pensado comer aquí, pero las mesas están al aire libre, aunque tapadas con toldos, hacía frío.

A la misma altura, pero al otro lado del mar están los edificios importantes: el Palacio Presidencial, el Ayuntamiento y el Museo de la Ciudad.

Puerto de Helsinki, Finlandia.

Seguimos hacia la izquierda y llegamos al Mercado Viejo, el mercado de comida tradicional. Nos sorprendió un montón porque era muy pijo. Ningún tipo de suciedad o agua por el suelo, o restos de verduras en un rincón, como se suele encontrar en todos los mercados, que al cerrar limpian. Aquí podías comer en el suelo. Era todo de madera, muy limpio y ordenado todo, con restaurantes y tiendas de delicatessen, y todo a un elevado precio. Una baguete valía 3,20€. Y el salmón estaba entre 30-60€.

Mercado Viejo en Helsinki, Finlandia.

Seguimos hacia el Paseo Esplanadi que es tipo parque y hay estatuas y edificios.

Paseo Esplanadi, Helsinki, Finlandia.

Y ya fuimos hacia la Plaza del Senado, quizás lo más importante de Helsinki. La plaza es espectacular por su gran tamaño y con su Catedral que se ve imponente en lo alto de las escaleras. En esta plaza podemos encontrar la Catedral, el Consejo de Estado, la Universidad y la Biblioteca Nacional. Entramos en la Catedral, pero es muy sencilla.

Plaza del Senado, Helsinki, Finlandia.

Helsinki

Era hora de comer y habíamos visto un restaurante italiano, muy cerca de la plaza del Senado, con el plato del día que valía menos de 10€. Viendo los precios que encontrábamos y que algunos locales no estaba la carta fuera en inglés, nos decantamos por lo seguro y fue muy buena elección. El restaurante se llama Il Siciliano. Había para elegir: ensalada, canalones, pasta, pizza, pollo y algo más que no recuerdo. En las mesas te ponían una jarra de agua y además nos dijeron que podíamos coger ensaladas del buffet, si queríamos.

Había lechuga, olivas, ensalada fría de pasta con atún y ensalada fría de garbanzos con judías rojas. Vamos, que por 30€ comimos los 3 hasta la saciedad y muy bien.

Comida en Helsinki, Finlandia.

Volvimos a la terminal de ferris a por el equipaje. Hasta las 15.30h no podíamos acceder al apartamento. Este lo reservamos con Airbnb. Íbamos a ir en transporte público, pero para hacer tiempo fuimos andando, lo teníamos a una media hora. Con el Maps.me fuimos siguiendo la ruta. Tuvimos un problema con el apartamento, así que no lo recomendaría. Lo he explicado en el apartado de alojamiento.

Fuimos al super, que teníamos en la calle de al lado, para hacer bocatas para cenar y para mañana el trayecto en avión.

Y esta fue nuestra visita por Helsinki. No le encontramos mucho encanto, seguramente el día, con el sirimiri que hacía, tampoco ayudó. En un rato nos pareció que habíamos visto el centro y no había más por hacer. Probablemente la gracia de la ciudad es el callejeillo y con aquel tiempo tampoco apetecía. Pero nos era más fácil volver desde Helsinki que desde Tallin, porque no todos los días había vuelos directos, y así aprovechábamos y veíamos otra capital.

Otros precios del día:

Comida: 30 €

Super: 11€

Vuelta a casa (día 17: viernes, 31 de agosto de 2018)

Y para hoy sólo nos queda el vuelo a casa. Volamos con Vueling, a las 13.20 y llegaremos a las 16.20h. Para ir al aeropuerto la mejor opción es el tren. Desde la estación central de trenes van al aeropuerto con mucha frecuencia y el trayecto tarda 30’.

Lo mejor es bajarse al móvil la aplicación de la HSL para comprar el billete, además de que sale aprox 1,30€ más barato. Si te mueves por Helsinki hay que comprar un billete sencillo de Helsinki, que sale por 2,20€. Y para ir al aeropuerto hay que comprar el billete regional, que con la aplicación sale por 4,20€. Sin la aplicación eran 5,50€. Hay que introducir los datos de tu tarjeta de crédito y te lo descontará.

Cuando estás en la parada compras el billete en un momento. La aplicación es muy cómoda. Y no hay que enseñarlo más que si un revisor te lo pide. En la misma aplicación tienes un buscador de rutas y tras elegir tu ruta, puedes comprar el billete. Una aplicación muy práctica.

Tienes 80′ para coger diversos transportes con el mismo billete, así que, si tienes que coger el tranvía y luego el tren al aeropuerto, lo puedes hacer por el mismo precio. Esto es lo que nosotros hicimos. Al lado del apartamento teníamos la línea de tranvía 3 que nos quejó justo frente a la estación.

Estación de tren de Helsinki.

Tren al aeropuerto de Helsinki…

Y cuando llegas al aeropuerto, también de deja justo frente a las rampas de acceso. Hay dos terminales, una al lado de la otra, dependerá de la compañía con la que vayas. Con Vueling era la terminal 1. El control de seguridad muy rápido y el aeropuerto es enorme. Llegamos puntualmente al Prat.

Y aquí acabamos otros fantástico viaje.

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