Tallin (día 15: miércoles, 29 de agosto de 2018)

Hoy no madrugaremos porque lo primero que tenemos que ver es el Seaplane Harbour, que tenemos a 15’ andando desde el apartamento y que abren a las 10h. Como he comentado, el precio adulto es de 14€ y gratis con la Tallin Card.

Este museo es un hangar de hidroaviones y contiene una exposición marítima muy interactiva. Además, tiene un espacio exterior donde había barcos de guerra y un rompehielos. Las fotos nos parecieron interesantes, así que decidimos verlo. Llegamos como a las 10.10 y empezaban a llegar grupos. Evidentemente no como en Rusia, pero no íbamos a estar solos, como nos pensábamos.

Tiene explicaciones en inglés, hay pantallas con explicaciones de las cosas, hay diferentes tipos de barcos, boyas, antiaéreos, un submarino, un barco tipo Nemo, de reconocimiento, un hidroavión. Todo esto en el interior. Además, tienes ropa de capitán de barco, para hacerte una foto, un simulador de antiaéreos y un simulador de avioneta. Todo lo puedes tocar, lo que lo hace muy entretenido.

El submarino está fuera del agua, dentro del museo, pero también lo puedes visitar. Aquí discrepamos. A unos nos gustó más este y a otros más el de San Petersburgo. Incluso diría que este era hasta más grande.

Museo Seaplane Harbour, Tallin, Estonia.

Tienes ropa para vestirte para este montaje en el Museo Seaplane Harbour de Tallin, Estonia.

En el exterior, como está al lado del puerto, tienes un rompehielos al que puedes entrar y algún otro barco de guerra. El Rompehielos de San Petersburgo no lo vimos, pero este sí, y nos pareció una pasada. Muy grande, con las distintas habitaciones con el mobiliario, el comedor, la cocina, los dormitorios, salas de máquinas… Hemos estado un par de horas con esta visita. Nos ha gustado mucho.

Rompehielos en Tallin, Estonia.

Como con la Tallin Card también te entra el transporte público, pues hemos cogido el bus 73 que paraba aquí en frente y que nos dejaba en la parte más alejada del casco antiguo, 4 paradas. Si no, vale 2€. Nuestro siguiente destino era la Torre Kiek in de Kok, que es la torre donde están los bastiones, que son el sistema de túneles ocultos. Aquí tenemos una doble entrada: la Maiden Tower que vale 7€ y el Kiek in de Kok que vale 9€. Con la Tallin Card, también ambos gratis. La tenemos ya más que amortizada. Le hemos sacado el doble de partido.

Están las dos cosas en el mismo recinto. Para los bastiones es visita guiada. Nosotros llegamos antes de las 13 h y nos dijo que a las 13.30 h había visita en inglés. Mientras tanto, pudimos visitar la Maiden Tower donde hay objetos medievales y exposiciones. Había armaduras, armas, objetos de tortura y estaba hecho con mucha gracia. Nos pareció muy interesante la visita. Y acabamos justo para la ruta por los bastiones.

Maiden Tower, Tallin, Estonia.

Había sólo otra pareja y nosotros. Primeros nos sentaron en una sala donde nos pusieron una película de 10’ con la explicación de la historia de Estonia y de Tallin, la evolución, las diferentes conquistas y cómo había ido creciendo la ciudad. Muy interesante, en plan dibujos, en inglés, pero es muy visual.

Luego nos dice que nos abriguemos porque en los bastiones es temperatura constante de unos 12º. Tienen mantas para quien las necesite. Y entonces nos fue llevando por las diferentes zonas de los túneles. Hay figuras, que representan a personajes que fueron encontrados aquí dentro.

Los túneles fueron creados en el S. XVIII, para defenderse de las invasiones de los países vecinos, pero tardaban tanto en construirse, como 20 años cada tramo, que llegaron tarde. Así que durante la Segunda Guerra Mundial fueron usados, para protegerse de lo que les pudiera venir. También en la época de la independencia de Estonia, en que la cosa estaba muy mala, había quien no tenía recursos y se instaló en los túneles que, a pesar de ser fríos, comparados con las temperaturas extremas bajo cero del exterior, pues eran de agradecer. Y así nos fueron explicando la historia mientras nos paseaban por ellos. También nos pareció una visita recomendable.

Bastiones de Tallin, Estonia.

Y ya sólo nos quedaba ver las dos iglesias que teníamos aquí al lado. La primera era la Catedral ortodoxa Alexander Nevski, que era gratis, pero nos iba de paso. Su interior es muy bonito y el exterior, con sus cúpulas en forma de cebolla llama mucho la atención.

Catedral Ortodoxa de Tallin, Estonia.

Y para acabar, la Catedral de Santa María que vale subir a la torre 5€ y a la iglesia 3€. Subir a la torre era más de lo mismo, no merece la pena subir, pero como nos entraba con la Tallin Card, rematamos. Y el interior de la iglesia es sencillo, pero hay todo de escudos de armas de madera y policromados colgados en la pared, que también es curioso.

Catedral de Santa Maria, Tallin, Estonia.

Tallin

Ya habían pasado las 24h de la Tallin Card, así que ya habíamos acabado las visitas.

Buscamos sitio para comer, pero nos parecía todo carísimo y tampoco nos entusiasmaba lo que ofrecían. Hay muchos sitios rollo comida medieval y eso se paga. Una hamburguesa con patatas o un plato de pasta 19€, pues nos racaba… Así que fuimos a la misma trattoria de ayer. Allí los platos costaban unos 10-12€. Elegimos otros platos y también comimos genial. Hoy comimos focaccia, salmón con espárragos y pasta. Además como colofón nos cominos un tiramisú acompañado de limoncello. Parece que estemos en Italia!!

Focaccia de jamón y queso…

Y con esto dimos la visita a Tallin por acabada.

Otros precios del día:

Trattoria en Tallin: 70€

Super: 16€

Imán: 3€

 

Día 16: A las 7 ferry a Helsinki y visita (Helsinki, FINLANDIA)

Día 17: Hacia las 13 h vuelo de vuelta y llegada a las 16.20h a El Prat