Garganta Saklikent. Día 15: domingo, 7 de julio de 2013
Estas son las casas de los árboles de Saklikent:
Y estas las plataformas sobre el agua donde cenamos ayer
Para esta mañana tenemos previsto visitar la Garganta Saklikent y hacer una bajada de rafting + baño de barro. Como ambas cosas se hacen dentro del agua del río y está muy fría, nos recomendaron hacer primero el rafting, sin madrugar mucho, y luego la garganta puesto que es muy sombría y al no entrar apenas sol, si lo hacíamos muy temprano pasaríamos frío.
El rafting, como ellos lo llaman, no es el mismo rafting que hacemos aquí con barcazas. Se baja en unos flotadores grandes, como el de los parques acuáticos, de forma individual, con remos. Tenían 3 modalidades: 45 minutos, 1 hora y media y 3 horas. En todas consiste en la bajada por el río + el baño de barro.
Nosotros hemos reservado la más corta porque no nos podíamos entretener más y para probarlo, pero a tiro pasado, lo suyo hubiera sido por lo menos la de 1h 30′, porque se pasa muy rápido, es muy divertido, nada peligroso y te quedas con ganas de más. El precio fueron 30 LT por persona.
Hoy madrugamos menos, para hacer más tarde lo del rafting, y tras un desayuno buenísimo, sobre las 10 h. hacemos lo del rafting.
Consiste en una bajada por el río de unos 30 minutos, llegamos a la zona del barro donde estamos unos 10 minutos y luego nos vuelven con una furgoneta. Nos ponen chaleco y hay que llevar calzado que se pueda mojar. Si no, lo tienen para alquilar. Con nosotros baja un guía. Nos dan unas ligeras instrucciones y para abajo. Es muy divertido. El río no lleva excesiva agua así que es fácil quedar encallado en la orilla.
También hay que vigilar en las zonas menos profundas de no pegar un culetazo contra alguna roca. Aunque esto sólo te pasa la primera vez, luego cuando las ves ya te preocupas de levantarte… Aquí van algunas fotos:
Al cabo de un rato, bajando, bajando nos hacen salir del río y en el margen hay un trozo con barro fino para hacer el baño en el barro. Por supuesto no desperdiciamos la ocasión de pringarnos a tope y pasárnoslo pipa.
Cuando nos cansamos de embadurnarnos, quedaba lo peor de todo que era quitarse el pringue en el agua helada del río.
Pero aún y así disfrutamos de lo lindo. Y de nuevo al flotador a bajar un poco más
hasta donde nos esperaban con la furgoneta que nos llevó de vuelta.
Como os digo, merece mucho la pena la experiencia y no es nada difícil ni peligroso, y si no bajas de frente, pues bajas de espalda…
En el hotel preguntamos en qué consistía la visita a la garganta de Saklikent y nos dijeron que es un cañón de unos 5 km. de largo, pero que es difícil llegar hasta el final. El tramo más transitable, que se puede hacer sin ningún tipo de ayuda es 1,5 km., más o menos. Dentro se ve que hay unos chicos que se ofrecen de guía, pero nos dijeron que para este tramo no hace falta. El precio de la garganta es de 5,5 LT.
Como el recorrido se va haciendo en algunos tramos dentro del agua, pues nos fuimos sólo con los bañadores y el calzado de agua. Cuando entras hay una plataforma metálica colgada por encima del río, que te queda debajo, pero esto es sólo un pequeño tramo.
El resto del recorrido es por el agua, así que lo que llevéis, seguramente acabará mojado, dependiendo de vuestra habilidad para levantarlo lo suficiente sin caeros.
Cuando dejas la pasarela el río baja con fuerza y hay que cruzarlo. Aquí hay una cuerda a la que te puedes agarrar para que sea más facil el paso.
A partir de aquí ya es una especie de barranquismo. Hay tramos donde el agua solo te llega al tobillo, y otros donde hay pozas que llega hasta la cintura. Las rocas son muy resbaladizas y hay que ir con cuidado. El cañón es alto y estrecho, y realmente no entra mucho el sol, pero como era mediodía, el agua ya no se notaba fría, era agradable bañarse.
Al principio había poca gente así que vamos bastante a nuestro ritmo y la cosa se va complicando. De hecho nos había dicho más o menos una media hora de ida y otro tanto de vuelta, y llevábamos bastante más. Era muy emocionante, sobre todo para los urbanitas que estamos poco acostumbrados a trotar por la montaña. Y fuimos avanzando, a pesar de que la dificultad iba en aumento, hasta que yo ya no pude subir por mi propio pie porque me resbalaban pies y manos y no sabía dónde apoyarme. No quería que me subieran a peso puesto que luego hay que bajar, y aún es peor. Pero fue muy divertido, aunque bastante más peligroso. Es fácil resbalarse y llevarse algún arañazo o golpe. De hecho, yo me resbalé un par de veces con los siguientes moratones, lo cual me hizo recordar la experiencia unos cuantos días.
Lamentablemente no fui consciente que la batería iba ya muy justa tras la sesión de fotos del barro y muy pronto nos quedamos sin batería, y no llevábamos encima ninguna de recambio. Os pongo algunas, pero lo más espectacular que iba aumentando en dificultad, no lo hemos podido fotografiar. Aquí dejo unas fotos
Luego, cuando volvimos, el cañón ya estaba más masificado y teníamos que ir un poco más al ritmo de los grupos que al nuestro. Finalmente estuvimos más de lo previsto, creo que un par de horas largas, pero estuvo genial la experiencia. Posteriormente a este viaje he hecho una ruta de iniciación al barranquismo y puedo decir que era lo mismo, solo que en Turquía hicimos un tramo del cañón donde no se necesitaban cuerdas, y aquí vas protegido con neopreno y casco, pero básicamente era lo mismo.
La Garganta de Saklikent ha sido otro de los grandes desconocidos del viaje. Tanto el hotel, como el entorno, como las actividades que hemos hecho, como la garganta ha sido espectacular. Nos hemos sentido muy bien atendidos y nos lo hemos pasado genial. Es otro de los sitios donde nos hubiéramos estado un par de días disfrutándolo.
Sobre las 13 h ponemos rumbo a las ruinas de Afrodisias. Tenemos unos 240 km, cerca de 4 h aprox. Llegamos antes de las 17 h. En la carretera hay un desvió que pone a la izquierda, pero está cerrado. Hay que dar la vuelta, cruzar la carretera y dejar el coche en un parking que hay en frente que vale 7 LT. Allí te subes en un trenecito que te lleva a la entrada. El precio de la entrada fueron 15 LT.
Primero visitamos el museo, que está bastante bien, con muchas estatuas.
Luego vimos el teatro
hasta el Tetrapylon, que es muy bonito.
Estas ruinas también nos han gustado mucho. No había mucha gente a esta hora, pero está claro que la aventura de esta mañana con tantos nervios y el cuerpo en tensión nos ha pasado factura… Hacía mucho calor y hemos ido bastante justos de fuerzas.
Hemos acabado la visita antes de que cerraran, sobre las 18.45 h.
Ya sólo nos queda ir a dormir a Pamukkale. Son unos 100 km., aproximadamente 1 h y media. Y con esto acabamos un intenso pero divertido día.
27 diciembre, 2023 a las 22:30
Hola! Muy interesante tu post!
Sobre la Garganta Saklikent te pregunto:
– cual es la longitud del recorrido total?
– puedo hacer una parte del recorrido y volverme?
– puedo hacerlo por libre?
Te agradeceré!
7 enero, 2024 a las 18:59
Hola Carlos. Es una excursión muy chula. Yo creo que deben ser 1 o 2 km. Si mal no recuerdo, se entra y se sale por el mismo sitio… Nosotros no llegamos hasta el final. Cuando ya empezamos a resbalar de más, nos dimos la vuelta. Y nosotros lo hicimos por libre!!
Saludos,
21 mayo, 2024 a las 10:24
Hola!! Me ha encantado lo que cuentas de los flotadores y el barro en la garganta, qué chulo!! ¿Dónde se puede contratar esa excursión? Nosotros vamos por libre y la verdad que me ha llamado muchísimo la atención estas actividades.
22 mayo, 2024 a las 10:50
Holaaa siii fue muy divertido!! Yo creo que lo reservamos a través del mismo alojamiento en la garganta Saklikent.