Mina de Sal de Turda e Iglesia de Rogoz (Día 3: 22 de marzo de 2024, viernes)

Para desayunar, de nuevo la pizza que nos sobró ayer, que nos comimos en el apartamento.

Luego ruta hasta la mina de Sal de Turda, a unos 70km, 1 hora de coche, y también hemos tenido la mitad del camino por autopista gratis.

Mina de Sal Turda

Horario: de 9 a 17h. Web oficial.

Temperatura en la mina: unos 12º, por lo que se necesita ropa de abrigo

Precio: 50 lei de lunes a viernes; 60 lei sábados y festivos. Parking = 5 lei/hora; 1 vuelta en noria 8’ = 15 lei pax; barco 20’ = 30 lei barco

La Salina Turda es una antigua mina de sal convertida en parque de atracciones, un lugar único en el mundo. Para la gente local es un centro de salud con piscina, spa y una amplia oferta de tratamientos, masajes, etc.; mientras que para el turista destaca como museo y parque temático. Su pequeña variedad de atracciones no tendría nada de especial en la superficie pero no todos pueden decir que han subido en una noria subterránea o paseado en barca por un lago de sal a 120 metros bajo tierra.

La Salina Turda se visita por libre (sin guía) y se recomiendan un par de horas para su visita.

Lo primero que encontramos es un primer descenso por escaleras que nos lleva a la galería Franz Joseph, construida entre 1853 y 1870. Luego seguimos un pasadizo, de casi 1 km de largo y llegamos a las dos minas visitables: Theresa y Rudolph.

Luego llegamos a la Sala de Llamada, donde antiguamente se reunían los mineros antes y después de empezar la jornada. Allí destaca un altar tallado en la pared y la “Escalera de los ricos”, usada por la gente de clase alta para acceder a las minas.

Después hay varios tramos de escaleras de madera, con sus “balcones” a modo de mirador en cada piso y vas viendo como te vas acercando abajo del todo. También se puede bajar en ascensor, gratis. Nosotros apenas encontramos gente, era viernes, pero parece que en temporada alta está bastante animado. En el ascensor tampoco había cola, pero preferimos bajar por las escaleras. Indicaba 4 minutos de tiempo a pie, son unas 200 escaleras, pero nosotros fuimos parando para hacer fotos. Desde arriba hay un magnífico mirador.

Abajo hicimos el paseo en noria, que dura 8 minutos la vuelta y hay que comprar la entrada en una taquilla, en cash. Curioso el paseo, con buenas vistas desde arriba.

También hicimos el paseo en barco, que hay que bajar al nivel inferior por otras escaleras o ascensor. También se paga en efectivo y habíamos leído que son 20’. Éramos los únicos y nos alargamos de lo lindo. El chico no nos dijo nada, estaba entretenido con su teléfono y como no había nadie más…

Abajo en el lago hay estructuras de madera para sentarse y está todo muy chulo, con los dibujos y colores que tiene la sal en las diferentes paredes y estructuras.

Para volver, subimos en el ascensor transparente, para tener otra visión de la mina y tampoco había cola. Y en el pasillo de salida nos encontramos con la maqueta y la Sala del Pozo de Extracción, donde está el mecanismo de 1864 con el que se transportaba verticalmente la sal y también vimos la enorme rueda de madera de 1881 movida por caballos.

Hemos estado unas 2 horas y media para la visita de la Mina. Ahora vamos a adelantar visitas de las iglesias de madera de Maramures, que teníamos para mañana.

Las 8 iglesias de madera de Maramures

Las iglesias de madera de Maramures, ortodoxas y pertenecientes a diferentes épocas, son un conjunto de templos realizados en madera muy llamativos y bien conservados, a lo largo de los siglos.

La mayoría de estas bisericas (iglesias en rumano) se construyeron entre los siglos XVII y XVIII sobre otras más antiguas, ante la prohibición de erigir iglesias ortodoxas en piedra. Aún se conservan 42, una tercera parte de las que llegó a haber y 8 de estas iglesias han sido declaradas Patrimonio de la UNESCO. Son: Leud, Poienile Izei, Barsana, Desesti, Budesti, Surdesti, Plopis y Rogoz

En los pueblos de Maramures parece que el tiempo se ha detenido y cuesta encontrar lugares tan auténticos en una Europa en la que cada vez las ciudades se parecen más entre sí.

Tienen algunas características comunes: están situadas en el centro de cementerios, son estrechas y esbeltas y tienen altos pináculos. Su tamaño es pequeño pero su construcción compleja, por lo que fueron diseñadas y levantadas por carpinteros expertos de las distintas poblaciones. En su interior hay dos zonas muy diferenciadas: la más próxima al clérigo para los hombres y la más cercana a la entrada, para las mujeres.

Para visitar el exterior de las iglesias de madera no vas a tener problema en la mayoría de ellas, ya que son recintos que dejan abiertos. A pesar de ir en el horario indicado en la puerta, las que lo tenían, no hemos encontrado ninguna abierta. Quizás en temporada alta sea diferente?

El horario cambia un poco de una a otra pero un aproximado es de 10 a 16h. En todas hemos tenido que llamar. A veces hablaban inglés pero otras no y simplemente con decir “biserica”, iglesia en rumano, era suficiente. La vez que más tardaron fue 10-15’.

Hoy hemos visitado 3 y sólo recomiendo la de Rogoz, porque es la única que pudimos ver por dentro y con buenas carreteras. Las otras 2 están muy cerca entre ellas pero son carreteras por las que apenas pasa un vehículo. No quiero ni pensar si hubiera venido alguien en sentido contrario.

Así que nuestro primer destino es Rogoz, a unos 135km y en tiempo nos daba 2h 15’ de coche. Aquí ya vamos hacia el norte y empezamos a tener carreteras más secundarias. De todas formas el primer tramo también hemos tenido autopista gratis, pero al pasar por las ciudades se ralentiza la velocidad.

Biserica Rogoz de los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel

Precio: nos dijo que gratis. Tenía una cajita así que pusimos la voluntad.

Empezamos por la Iglesia de Rogoz y es un imprescindible. Está en el centro del cementerio.

La Iglesia de madera de Rogoz, de los “Santos Arcángeles Miguel y Gabriel” es la que está más al sur y fue reconstruida en 1663 sobre la antigua iglesia que sucumbió bajo las llamas provocadas por los tártaros.

Aquí tenemos la mesa de los antepasados, cubierta con vigas largas como la iglesia; la cuerda torcida con símbolos solares que rodea el exterior de la iglesia; las vigas que sostienen el alero, talladas en forma de cabeza de caballo. Y nos dieron un folleto explicativo con los detalles de esta iglesia, que tenían en inglés y en castellano. Muy interesante.

Como aún era pronto avanzamos con las iglesias que teníamos para mañana que eran la de Plopis, a unos 40km, 45’ y la de Surdesti a 5’ de la anterior.

Aquí el tramo de carretera ya se complicó. Pasamos 5 km por un camino de carro por que sólo cabía un coche, por lo que no recomiendo la de Plopis y Surdesti si se llega desde Rogoz.

La de Plopis impresiona porque es muy alta, pero no nos contestó nadie al teléfono, a pesar de haber llegado antes de las 16h. Desde las ventanas, apoyando el teléfono, se pueden hacer fotos interiores. Pero tal como está la carretera, no creo que valga la pena acercarse y menos sin la certeza de poder visitar el interior.

Con la de Surdesti, a 5’ en coche, nos ha pasado lo mismo, hemos hecho fotos del interior desde la ventana.

Así que ya vamos a nuestro alojamiento, que lo buscamos cerca por la zona, y estaba a 30’. Era una pensión restaurante y hemos cenado super bien y muy amables también. Es una zona nada turística así que bien de precio y muy recomendable, a pie de carretera. Este es el link de Booking.

Día 4: Iglesias de Madera de Maramures y ruta hasta Sapanta (Sapanta)