Parque Nacional Tsitsikamma (día 14: 21 de agosto de 2022, domingo)

Para hoy tenemos visita al Parque Nacional de Tsitsikamma, que tenemos aquí al lado.

Parque Nacional Tsitsikamma

Con 70 kilómetros de largo y 5km de ancho, el Parque Nacional Tsitsikamma es uno de los lugares que no puedes perderte de la Ruta Jardín a Sudáfrica, que destaca por tener una impresionante franja de costa, donde se pueden realizar varios senderos, además de la posibilidad de alojarte dentro del parque, en unas cabañas con increíbles vistas a la costa.

Este parque también nos entraba con la Wild Card. Si no, los viajeros internacionales pagan 130R.

Hay diferentes trekkings y el que se suele hacer es el Mouth Trail. Aquí también hay el típico proceso de acceso a los parques, aunque más rápido, puesto que, al no haber tantos animales, no te miran el vehículo. Hay indicadores de las diferentes rutas que hay. Nosotros empezamos por el de los puentes colgantes.

  • Mouth Trail: Este sendero no dura más de una hora y es de nivel fácil, es el más conocido de Tsitsikamma, ya que es el que incluye los famosos puentes colgantes que aparecen en las fotos. El sendero parte de Sandy Bay, justo al lado del restaurante, donde puedes dejar el coche en el parking gratuito para empezar el recorrido. Tras una pequeña caminata llegas a tres puentes colgantes, de 40m, 50m y 77m de largo. Y están a 108m de altura sobre el nivel del mar y por debajo pasa el Storms River. El sendero es muy fácil, sólo hay un pequeño tramo de escaleras. El resto está muy bien habilitado. Es un trayecto de 1 km, que luego hay que volver por el mismo sitio. Es muy chulo este recorrido y al final llegas a una cala, aquí no se permite el baño, donde las olas rompen contra las piedras y se oye cómo las arrastra y se mueven. Y el agua, en este tramo, es negra, justo donde se junta el agua del río con el mar, es muy impactante porque la de alrededor es transparente. Aquí se pueden hacer actividades de agua: kayac, paseo en barco… Había gente poniéndose los neoprenos, cuando llegamos. Puedes volver por el mismo sitio, o un camino alternativo en el que hay escaleras. Nosotros elegimos esta opción y estuvo muy bien.
Mouth Trail en el Parque Nacional Tsitsikamma, Sudáfrica.

De vuelta al parking donde habíamos dejado el coche, también hay tienda allí, compramos unos refrescos y chocolatinas para el segundo recorrido. Cogimos el coche y lo movimos hasta el inicio del Otter Trail, que es un trekking de 48 km, que la gente hace en 4 o 5 días, parando a dormir cada día en un lugar diferente. Nosotros hicimos el principio de este trekking que es el Waterfall Trail y llega hasta na cascada increíble.

  • Waterfall Trail: Este sendero de unos 6 kilómetros ida y vuelta, no es circular, hay que ir y volver por el mismo sitio. Se tarda unas 3 horas y al principio está indicado como de dificultad elevada. Es un sendero difícil. A nosotros no nos pareció difícil el sendero en sí, pero sí hay que llevar un calzado adecuado porque andas sobre muchas piedras, las olas te rompen muchas veces muy cerca, hay muchas partes que están mojadas y resbalan bastante. También se tiene que escalar un poco por algunas zonas, algunos trozos tienes que agacharte, otros ayudarte con las manos… Fácil tampoco es. A mitad de camino se llega a una cueva y al final a la cascada, que es muy bonito porque tienes en un lado la cascada, cuya agua es negra, y al otro lado tienes el mar y te rompen las olas, y tú vas justo por unas rocas entre la cascada y el mar. Nosotros acabamos aquí. Los que siguen por el Otter Trail, tienen el camino indicado. Pillamos la marea bastante alta y algunos tramos de piedras quedaban medio cubiertos por el mar. Hicimos el camino de vuelta por el mismo sitio. En el camino de vuelta una ola nos rompió casi encima (bueno, nos no, solo a mi, Mireia) y, como venía con mucha fuerza, no quise saltar la roca en aquel momento, no se me fuera a llevar por delante y, al quedarme paralizada, me puse chorreando de agua hasta más arriba de la rodilla, aguantando la cámara y la mochila con los brazos tan arriba como pude. Así que el resto de camino fue con los pies empapados y Adrià no me dejó volver a llevar la mochila o la cámara. Por suerte, no hacía frío. En el camino de vuelta acabamos llenos de barro. Había unos animales en las rocas, como un hámster grande, muy peludo, tamaño liebre, creo que eran marmotas.
Waterfall Trail en el Parque Nacional Tsitsikamma, Sudáfrica.

Y aquí acabamos la excursión. Ha sido de las mejorcitas. Ver animales en los parques gusta, pero pisar el terreno también se echa de menos y esta ha sido muy potente.

Teníamos unos 140 km, un par de horas, hasta Wilderness, nuestro siguiente destino. Teníamos prevista alguna parada en el camino, como Krysna, pero seguimos directamente a destino. Los paisajes son tan espectaculares, a veces hay miradores en la misma carretera, pueblecitos costeros, pasamos por cañones, cruzamos ríos, es un paisaje increíble, las fotos no le hacen justicia. Decidimos quedarnos con lo que íbamos viendo durante el itinerario.

Paramos a poner gasolina y fueron 300R y llegamos al alojamiento de Wilderness, que estaba super bien.

Nuestro alojamiento en Wilderness, Sudáfrica.

Wilderness es una ciudad con aspecto de alto nivel adquisitivo. Este es nuestro alojamiento, que también es muy recomendable. A nosotros nos pareció increíble, incluso la zona exterior, y era de los más sencillos que había, a un muy buen precio y este es el link de reserva.

Por aquí hay muchas mansiones de varias plantas, con grandes cristaleras y enormes lámparas en el interior, a lo Beverly Hills, en lo alto de las montañas, con vistas al mar.

Y fuimos a cenar a un restaurante de este tipo, con varias plantas, con vistas al mar, y con aspecto lujoso. Lo habíamos elegido durante el trayecto buscando por internet. Todos vestidos elegantemente y nosotros con chandal y barro, recién llegados de la excursión, nos sentimos observados cuando entramos. Cenamos en la segunda planta, con vistas al mar, y fue una gozada.

Hemos cenado parrillada de pescado: gamba plancha, calamares fritos, merluza, chipirones plancha y mejillones con salsa con patatas de guarnición. Como pensamos que igual era poco, pedimos también sushi, que si nos sobra, nos lo podemos llevar (no sobró). Nos costó 170R los 12 makis, unos 10€ y la cena en total con vino nos costó 40€, en un lugar super fino.

Dándonos un homenaje…

Día 15: Garden Route y Reserva Nacional De Hoop