Parque de Tierradentro y ruta a San Agustín (día 3: domingo, 18 de agosto de 2019)
Hoy era el primer día que haríamos con Iván, un conductor que encontré a través de internet y con el que estaríamos 7 días (desierto, Cali y eje hasta Medellín). Nos fuimos comunicando por audios de WhatsApp durante la primavera y le tuve que ir insistiendo para que me diera el precio, por si tenía que buscar otra alternativa. Al final nos dijo que nos cobraba 200.000 COP por día. El coche era muy sencillo, pero suficiente para 2 pax. Contactamos con él varios meses antes y a todas mis dudas y propuestas no ponía impedimentos, pero claro, eso tampoco quería decir que no hubiera ningún problema en lo que yo pedía, lo cual nos fuimos dando cuenta sobre la marcha.
Tuvimos problemas con él unos días antes de empezar el viaje porque yo no entendí que el coche fuera de alquiler. Me dijo que tenía un coche que estaba bien y que utilizaba para estos menesteres, así que asumí que el coche era suyo. Intenté que me ajustara el precio puesto que normalmente hace salidas de 2-3 días y nosotros íbamos a estar 7, con lo que nos iba a subir mucho el precio, y además 1 de los días él no podía circular a pleno rendimiento por lo del pico y placa de las matrículas que hay en algunas ciudades, pero no me dijo ni que sí, ni que no. Nos dijo que el precio era 100.000 COP por el alquiler del coche que se lo dejaba una señora que conocía, y otros 100.000 para él y sus gastos. Los peajes y gasolina también iban a nuestro cargo.
Un par de días antes, le escribo con el itinerario definitivo y le descuento el día que no iba a trabajar y me contesta que el precio son 220.000 x día, que ya me había rebajado de los 230.000 iniciales, y que ese día lo tiene que cobrar igual porque él tiene que pagar el alquiler del coche. Que le diga algo porque igual tiene más gente y para organizarse. Le envío el audio donde me decía 200.000 COP. Nunca me dijo precio superior. Me contesta que se ha confundido pero que ahora está cobrando 220.000 y le va mejor cobrar más. A 2 días no tenía mucho margen de reacción. Estuve buscando coches de alquiler y los encontré por 75.000 al día, cuando él me cobraba 100.000 por una tartana, lo cual aún me indignó más.
Decidimos aceptar porque en la zona del desierto hay muy mala infraestructura y no había autobuses que nos permitieran hacer la visita y llegar a Cali a tiempo. Pensamos que sobre la marcha ya veríamos que haríamos con él. Le dije que no me parecía bien que me subiera el precio por todo el morro, pero que si era lo que había… Y al final me mantuvo los 200.000 COP.
El motivo de contratarlo es que en el desierto no encontré opción de alquilar coche, y si la encuentras, devolverlo en un sitio diferente encarece muchísimo el precio, por lo que la opción deja de ser viable. Busqué información en las agencias de viaje o taxis y los precios eran carísimas, como el triple de lo que me costaba Ivan. Así que por eso escogimos esta opción. Por cierto, nada de alquilar coche en el desierto. Las carreteras son malísimas… ya iré contando…
Ya en Cali podríamos mirar otras opciones de transporte, si no nos convencía Iván. Pero mi marido empatizó con él durante el viaje y, a pesar mío, y para que hiciera bien su trabajo, porque una parte del trayecto venía nuestra hija, le acabamos pagando el día de Cali entero, propina, peajes para que se volviera de gratis más alguna que otra comida que hizo con nosotros. En fin… A Iván le salió el viaje redondo.
La distancia entre Villavieja y San Andrés de Pisimbala, localidad donde está el Parque Arqueológico de Tierradentro, era 200km., según Maps unas 4 horas y media. Según Ivan, los tiempos eran menos de lo que yo ponía en mi itinerario. Pero al final, todos fueron más. Es lo que comentaba sobre Iván, que no ponía problemas a nada, pero él ya había hecho esta ruta, sabía lo que había, y se fue haciendo el sueco. Si no, de saberlo, ¡¡igual me voy en avión!!
Salimos a las 7 de la mañana. De nuevo desayuno en el coche de los restos de merienda del avión. Teníamos pensado llegar a las 10h y llegamos sobre las 11.45h. Seguimos con los retrasos!! En Neiva ya tuvimos que parar a poner gasolina porque Iván es de Popayán, y como la gasolina la pagaba yo… pues ya llegó con el depósito vacío. Ningún problema en pagar con tarjeta en todas las gasolineras. Los últimos 30 km aprox cerca de Tierradentro son de carretera sin asfaltar.
Parque de Tierradentro (San Andrés de Pisimbala)
Precio: 50.000 COP
Horario de 8 a 16h.
El Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro es conocido por tener la concentración más grande de tumbas subterráneas monumentales de la época prehispánica.
En la región son abundantes los hipogeos o tumbas colectivas subterráneas. Estas construcciones tienen una profundidad de hasta nueve metros, y están conformadas por un pozo de descenso con escaleras que sirven de acceso a la cámara funeraria, la cual está decorada en sus muros y columnas por una serie de diseños geométricos, antropomorfos y zoomorfos, algunos en relieve, otros pintados con colores rojo y negro sobre blanco.
Estos vestigios arqueológicos se concentran principalmente en cinco zonas ubicadas en los alrededores de San Andrés de Pisambalá: Alto del Aguacate, Alto de San Andrés, Alto de Segovia, Alto del Duende y El Tablón, que son las zonas a visitar.
El parque es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Está ubicado justo en el medio de la nada en la zona rural de Colombia. Es una necrópolis con tres docenas de tumbas subterráneas a las que se accede por empinadas escaleras de piedra. No es nada turístico, no se suele visitar.
La visita al Parque de Tierradentro
Lo ideal es hacer esta visita cuando abran el parque, a las 8 de la mañana, para poder verlo todo y ahorrarse unas horas de sol intenso. Llevar agua abundante y linterna puesto que algunas tumbas están muy oscuras. Nosotros llevamos una linterna de cabeza. También importante calzado cómodo y que no resbale. Los escalones son muuuuy altos, estrechos e irregulares, con lo que hay que ir con mucho cuidado para poder agarrarse bien.
También protector solar y repelente de mosquitos, aunque repelente no nos pusimos y no recuerdo que nos picaran aquí… Tampoco cogimos chubasquero, puesto que dicen que aquí el tiempo es variable, y tampoco nos hizo falta.
Los hipogeos (tumbas) están en: Segovia, El Duende, El Aguacate y Alto de San Andrés. La estatuaria está en El Tablón y museos del Parque. En San Andrés de Pisimbala hay una iglesia colonial.
Hay alrededor de 5 o 6 sitios, a lo largo de un camino de 15 km. Se puede tardar todo el día si visitas todo. Hay algunos paneles informativos, pero se sabe muy poco acerca de esta antigua civilización. También hay un pequeño museo arqueológico y etnográfico básico. Y, por si fuera poco, los paisajes son espectaculares.
No se necesita ningún guía para hacer la visita. Cómo llegar a los diferentes lugares está indicado y además hay guardias de seguridad que también te indicarán.
Cuando llegas, en la taquilla, te dan un “pasaporte” que te sellan en cada uno de los sitios a visitar. Nos dijeron que desde allí podíamos ver primero el Algo de Segovia, a unos 15’ de la sede administrativa y el Alto del Duende, a otros 15’ del Alto de Segovia. Se lleva unas 2-3 horas para visitar estos 2 sitios. Justo frente a la entrada hay el museo, que decidimos dejar para el final, por si no teníamos tiempo.
Alto de Segovia:
El sitio monumental más atractivo del parque y el de más fácil acceso, está localizado sobre la cima de la Loma de Segovia, a 15 minutos a pie desde la sede administrativa, y tiene 25 hipogeos abiertos al público, aunque hay 64 registrados. Está localizado a 1800 metros de altura.
Se caracteriza por una gran variedad en la forma y decoración de las tumbas. Contiene algunos de los hipogeos más grandes, complejos y mejor preservados. Incluye varias tumbas con columnas centrales, algunos nichos y murales policromos que miden desde 2,5 hasta 6m de profundidad y presentan diversos diseños de escaleras y de distribución de áreas internas. En las excavaciones de estos hipogeos se encontraron numerosas urnas funerarias, cuencos y ollas. Buena parte de las piezas halladas se pueden ver en el Museo Arqueológico en la sede administrativa.
El acceso hasta esta zona se nos hizo duro, supongo que porque pillamos todo el sol, pues era mediodía. El camino está empedrado y todo cuesta arriba, y hay algún espacio para parar y descansar. También hay que decir que llevábamos buen ritmo porque íbamos muy tarde. Las tumbas están bajo tierra, las puertecitas de acceso a ellas están cubiertas por una especie de barracones. Hay el guardia de seguridad que te va abriendo las puertas de cada tumba para que puedas bajar. Estábamos solos. Sólo nos encontramos alguna familia en los tramos de camino.
Esta parte fue la que más nos gustó. Las tumbas es una pasada lo bonitas que son por dentro, con los colores y grabados. Y para mí fue un reto personal el acceso a ellas. La visita me pareció dura, no apta para todos los públicos, de hecho, no había acabado y tenía agujetas en los muslos. La altura de los peldaños para bajar a las tumbas es muy alta, al menos para mí estatura. Yo creo que algunos debían medir medio metro, con lo que tienes que cargar el peso del cuerpo sobre el muslo constantemente para poder subir y bajar. Además, no tienes espacio para apoyar bien el pie, y es tipo escalera de caracol, con lo que en el centro tienes el vacío… hasta 9 metros. Por lo que hay que ir con mucho cuidado. Otra cosa es que lo hagas tranquilamente y te límites a un par de tumbas…
Cuando llegas a la cima del Alto de Segovia las vistas son espectaculares. Desde allí nos indicaron donde estaba el camino que nos llevaba al Alto del Duende.
Alto del Duende
El Duende se encuentra un poco más arriba del Alto de Segovia (a 15 minutos), siguiendo el mismo sendero, a 1850 metros de altura. El Duende tiene 4 hipogeos en exhibición, todos con pintura mural, o sea más de lo mismo pero, en nuestra opinión, no tan bonitos. Vimos sólo un par de ellas, había menos pinturas y estaban más oscuras, así que tuvimos suficiente con las vistas.
En cambio, nos encantó el caminito por el que llegas, todo el rato cuesta arriba, entre medio de cafetales y palmas, rodeado de montañas y que te lleva a un precioso mirador con unas fantásticas vistas. Sin duda merece la pena subir hasta arriba.
Si vas a hacer todo andando, desde aquí mismo hay un camino que te lleva al Tablón, siguiente punto al que nosotros iríamos. Pero al ir en coche, en taquilla nos dijeron que el coche nos podía acercar y no hacía falta ir andando. Así que había que volver a la taquilla. Creo que tardamos unas 3 horas menos cuarto en hacer los 2 Altos.
De vuelta aprovechamos para ver el museo. Es interesante, hay objetos antiguos, representaciones de la vida cotidiana antiguamente y objetos encontrados en las tumbas como vasijas fúnebres, etc. Se ve bastante rápido.
El Tablón
Subimos de nuevo al coche y nos fuimos hacia el Tablón. Para ello hay que pasar por el pueblo de San Andrés de Pisimbalá. Tardamos unos 10’. Aquí lo que hay son estatuas monolíticas, algunas muy altas. El coche te deja prácticamente al lado de las estatuas, hay que caminar muy poco. Las estatuas son más sencillas que las que veremos posteriormente en San Agustín y son del mismo estilo. La visita es muy rápida de hacer.
Luego vimos la iglesia del pueblo y compramos unas empanadillas de pipián, en un puesto callejero que olía de maravilla. Creo que valía 500 COP cada una.
Nos quedaban 2 sitios por ver: El más alejado de todos era el Alto del Aguacate que ya habíamos descartado desde un principio porque nos lo enseñaron en la taquilla y era literalmente la montaña que se veía en frente, así que no nos iba a dar tiempo.
Y respecto al alto de San Andres, pues también lo descartamos porque tampoco llegábamos por tiempo, pero al final era más de lo mismo y más sencillo. Estas dos zonas que nos dejamos parece que gustan más por el entorno y el paisaje que por los monumentos en sí. Si todo hubiera ido como teníamos pensado, probablemente hubiéramos hecho al menos una, pero la visita fue intensa, así que ya tuvimos suficiente.
Si haces las 5 zonas tardarás todo el día, unas 7-8h. De todas formas, hacia las 14h nos encontramos un par de señoras que habían empezado por el Alto del Aguacate y ya estaban acabando el recorrido…
Nos encantó este parque, merece mucho la pena, a pesar de que un tramo de la carretera está por asfaltar y se necesita su tiempo en llegar.
Pues tras la visita, eran sobre las 15.30h, ya sólo teníamos que ir a San Agustín a dormir, otros 200 km. unas 5 horas según Google Maps y menos según Iván. Como no podía ser de otra manera, tardamos más de lo previsto, y no paramos ni a comer. Con las empanadillas que habíamos comprado tiramos todo el camino.
Otro problema por la zona es que hay muchas carreteras que están de obras. Cuando te encuentras con un tramo así, lo que hacen es dejar un único carril, así que cortan un sentido y dejan pasar el otro. Si te toca esperar te puedes estar como 30’ en la cola hasta que te dan paso. En las colas venden bebidas, comida, etc. Y ya el colmo es que te hacen pagar peaje en cualquier tipo de carretera, da igual que esté por asfaltar, en obras y de 1 único carril por sentido. Aquí pasamos por 2 peajes de unos 8.300 COP cada uno.
Ya nos faltaba poco para llegar y pinchamos. No me extraña porque las carreteras son malísimas, en su mayor parte asfaltadas, pero con muchos baches y agujeros, algunos bastante grandes, pésima iluminación para conducir por la noche… Encima estaba totalmente oscuro, sin farolas, el triángulo de emergencia no reflejaba… Un peligro. Estaba claro que Ivan tenía práctica en cambiar ruedas. Uno aguantando la linterna del móvil para que pudiera cambiarla, y el otro a una distancia prudencial también con la luz del móvil para que nadie se nos llevara por delante.
Llegamos al hotel la casa de François a las 22h. Encima nos costó encontrarlo porque la dirección que indicaba el GPS no se correspondía. Les llamamos y nos dijeron que estaban arriba de la montaña, 1 km. más lejos de lo que ponía tanto Booking, como Google Maps, como MapsMe. Según ellos era Booking que no ponía la dirección bien, pero estaba claro que ellos querían que saliera más cerca.
Tan tarde ya no tuvimos ganas de ir a ningún sitio a cenar. El hotel tiene restaurante, no muy barato, y no nos apeteció y no hay nada más cerca. Les pedimos si nos podían vender pan y como traíamos embutido de casa, nos hicimos un bocata.
Otro día larguísimo, pero que nos ha encantado, a pesar de las incidencias, con las maravillas del Parque de Tierradentro.
Otros gastos del día
Pan: 3.000 C OP
Café: 1.000 COP
Gasolina: 77.000 COP
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