Día 7: viernes, 7 de agosto de 2009

Tras un fantástico desayuno en el hotel, hoy nos vamos a dedicar a ver las plazas y los monumentos romanos por excelencia: el Foro y el Coliseo.

Hoy vamos un poco más tranquilos. Cogemos el minibús del hotel que nos deja frente al Tribunal de Justicia, en el centro, a las 9.30 h. Sólo había que cruzar el Puente Umberto y nos poníamos en nuestro primer destino, la Plaza Navona.

La Plaza Navona es una gran plaza alargada, donde se celebraban encuentros deportivos. Aquí tenemos la preciosa Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini (Ganges, Danubio, Nilo y Río de la Plata) y la Iglesia de Santa Inés, con un interior muy bonito.Ahora vemos varias iglesias: empezamos por la Iglesia Santa Andrea della Valle para continuar con la Iglesia del Gesú, en la Plaza del Gesú.Seguimos hasta la Piazza de la Minerva, donde está el elefantito de Bernini,com su pequeno obelisco a cuestas, y la Iglesia de Santa María Sopra Minerva, com el Cristo con la Cruz de Miguel Angel,Y unos metros más adelante tenemos una de las obras maestras más impresionantes de la arquitectura de todos los tiempos, el Panteón. Fue edificado en la época romana como templo dedicado a todos los dioses y posteriormente fue transformado en una iglesia dedicada a la Virgen, lo que ha permitido que llegara hasta nuestros días como la estructura mejor conservada de la antigüedad. Además, tiene la cúpula más grande del mundo. Está iluminado sólo por la abertura circular del techo.

El Panteón es también el mausoleo de la familia Savoya y en él está la tumba de Rafael.

Seguimos por la Vía del Seminario hacia la Fontana di Trevi y por el camino nos encontramos la Iglesia de San Ignacio.

Llegamos a la Fontana di Trevi, uno de los monumentos más bonitos de Roma. En el centro está la estatua de Neptuno sobre un carro tirado por Tritones. El espacio reducido en que se encuentra la fuente, hace resaltar aún más su inmensidad. Este es un punto de encuentro para turistas de todas partes y es difícil encontrarla despejada de multitud de personas. En las noches hay un ambiente festivo mientras todos los turistas visitan la fuente y miles de vendedores ambulantes ofrecen al público con los más variados recordatorios. ¡Ojo con los carteristas!

Según dicta la tradición, echar una moneda a la fuente asegurará el regreso a Roma.

Seguimos hacia la Plaza Venecia, donde está el Palacio Venecia y el Vittoriano, un gigantesco monumento de mármol blanco con una estatua ecuestre en su centro, desde donde se obtiene una buena panorámica tras subir sus escaleras.A pesar de que este edificio no tiene muy buena fama, a nosotros nos gustó, e incluso pillamos el cambio de guardia.

Desde aquí teníamos buena vista de la Plaza Venecia, y del Foro Trajano y los mercados, que estaba justo al lado.Pasamos por la Columna Trajana y ya nos encaminamos hasta el Foro Romano. Hay una entrada conjunta que incluye Coliseo + Foro romano + Palatino y que nos costó 9 € pax.

Empezamos por el Foro Romano, para no tener que hacer tanta cola. Luego, con la misma entrada, entraremos en el Coliseo sin cola…

El área del Foro Romano, durante el Renacimiento, fue usada como cantera de mármol y piedra. Aquí vimos algunos de los monumentos más importantes: la Basílica Emilia, el Templo de los Castores, el Templo de Antonio y Faustina, el Arco de Tito, la Basílica de Majencio, el Palatino…

Nos ha gustado mucho el Foro Romano, pero se nos ha hecho muy dura la visita, sobre todo a la peque. Eran las 14 h y hacía muuuuucho calor, así que no nos hemos entretenido mucho. Aún y así hemos estado un par de horas para ver el Foro y el Palatino.

Desde aquí mismo se ve el Circo Máximo, pista ovalada donde se hacían espectáculos con capacidad para 300.000 personas, aunque hoy en día es poco más que una explanada, que se usa para practicar deporte y algún concierto.

Y nos encaminamos al Coliseo. El Anfiteatro Flavio (o Coliseo) es el mayor y más espectacular edificio construido en época romana para albergar las famosas luchas de gladiadores y fieras. Fue construido en 8 años y tenía que ser el mayor teatro del mundo. Cabían 60.000 espectadores y eran capaces de salir todos en apenas 20 minutos.

En los días calurosos, el público se protegía del sol con una especie de entoldado confeccionado con 240 velas por marineros de la flota imperial. La zona subterránea, en el centro de la arena, se destinaba a las jaulas de los animales y a las instalaciones.

Los romanos eran especialmente aficionados a los espectáculos sangrientos. Los individuos que pertenecían a los estratos sociales más despreciados entonces como esclavos, cristianos, criminales y delincuentes comunes eran lanzados a la arena para luchar contra las fieras. Los gladiadores eran luchadores profesionales.

Por la escasez de materiales para la construcción en aquella época, las piedras del Coliseo sirvieron de cantera para otros edificios.Junto al Coliseo hay montones de tiendas de recuerdos y los curiosos romanos disfrazados con los que te puedes hacer una foto. Lo aconsejable es pactar el precio previamente y no fiarse de los romanos desaliñados no oficiales de los alrededores. Una norma: cuanta más gente aparezca en la foto con el centurión mayor es la propina.

Estuvimos una hora larga visitando el Coliseo y justo al lado está el Arco di Constantino, que se construyó por dicho emperador para celebrar una de sus victorias.

Son las 17 h y damos las visitas terminadas por hoy. Nos hemos metido una jornada de 8 h que con el sol abrasador que hemos tenido hoy, nos ha dejado sin fuerzas. Ya hemos visto lo más importante así que tranquilamente volveremos al hotel para descansar y reponer fuerzas lo que queda de día.

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Día 8: Roma, 3r día