Parlamento, Iglesia de San Esteban, Mercado Central y Ópera Nabucco (día 3: viernes 4 de enero de 2019)

Desayunamos en Café Frei, la cafetería que tenemos al lado del apartamento. El chocolate está buenísimo, es como chocolate deshecho, espeso, no como el típico chocolate caliente.

Desayuno en Café Brei, Budapest.

A mí me apetecía otro Kürtöskalacs así que he comprado uno de canela camino de San Esteban, donde lo vimos ayer, al inicio de la calle Andrassy, por 350 florines.

Hoy teníamos reservada la visita al Parlamento, en castellano, a las 10.30h. Si la reservas por internet, te sale más barata. Fuimos bordeando el río, desde el Puente de las Cadenas hasta el parlamento, para ver el monumento a los zapatos, que no sabíamos exactamente a qué altura caía.

Plaza de Sissí, Budapest.

Pasado el puente de las cadenas salen unas fotos preciosas, puesto que no hay ningún cable ni nada que las afee.

Puente de las Cadenas, Budapest.

El monumento a los zapatos está justo a la altura del Parlamento y es sobrecogedor, sobran las palabras. Se hizo en recuerdo a los judíos que murieron tras ser arrojados al río, por ahogamiento, puesto que eran atados en grupos con alambre de espino, o por congelación. Previamente, se les hacía quitar los zapatos.

Monumento a los zapatos, Budapest.

Tras esto nos dirigimos hacia la entrada, que está pasado el edificio del Parlamento, en una entrada que se ve allí al lado.

Parlamento de Budapest

Se puede ver en visitas guiadas en diferentes idiomas. La sesión en castellano es todos los días a las 10:30, 13:45, 14:45 y 16:00 horas. Actualmente la propia entidad vende las entradas a través de internet. La duración es una hora escasa y está abierto casi todos los días del año para las visitas dirigidas.

Precio: Adultos pertenecientes a la UE: 2.400Ft =7,5€; Estudiantes entre 6 y 24 años pertenecientes a la UE: 1.300Ft = 4€.

Con la entrada impresa vas directamente a hacer cola a los tornos. En la pantalla de entrada se indicará el horario e idioma del siguiente tour. No hace falta ir con mucha anticipación. Luego está el control de seguridad. También tienes guardarropía para dejar las chaquetas, gratis.

Es visitado por unas 700.000 personas al año. Construido entre 1884 y 1902, el Parlamento de Budapest fue la obra más grande de su época. Consta de 691 habitaciones y tiene unas dimensiones de 268 metros de longitud y 118 metros de anchura. Es el tercer parlamento más grande del mundo después del de Rumanía y el de Argentina. Su construcción demostró el poder económico de la Hungría de principios de siglo.

Como el Parlamento es un edificio simétrico, la visita guiada sólo se realiza por la mitad del edificio, puesto que la otra mitad es igual. La visita al parlamento se compone de diversas estancias, las más importantes son:

  • Escalera principal: Nada más acceder al Parlamento, tras subir por la alfombra roja, ya quedas impresionado.
  • La gran escalera: que te conduce hasta el Salón de la Cúpula, impresionante con sus frescos adornando el techo y sus columnas de granito de 4 toneladas, únicas en el mundo, y las vidrieras decorativas.
  • El vestíbulo de la casa superior: con sus esculturas y la alfombra anudada a mano más grande de Europa.
  • Sala de la Cúpula: Es la sala más importante y el único espacio donde no está permitido hacer fotos. Uno del grupo hizo y se la hicieron borrar. Constantemente están vigilando. Este es el centro del Parlamento. En esta sala se puede apreciar el interior de la cúpula y se exponen diversas estatuas de los reyes de Hungría. Enfrente de la escalera principal se encuentra la de San Esteban, el primer rey de Hungría. Una vitrina acoge algunas de sus pertenencias, entre las que destaca su corona. Aquí está la Santa Corona húngara y la Insignia de la Coronación custodiados las 24 h del día por la Guardia Húngara. Sin duda esta sala es espectacular.
  • Antigua Cámara Alta: Actualmente utilizada sólo con fines turísticos, esta es la sala en la que todos pensamos al imaginarnos el parlamento. En el ala sur se encuentra su gemela: la sala del Consejo de los Diputados. Actualmente sólo se dedica a conferencias y reuniones. Hasta el más mínimo detalle, como puede ser la rejilla de la calefacción, está cuidado al máximo para no desentonar.

Parlamento de Budapest.

Interior del Parlamento de Budapest.

Interior del Parlamento de Budapest. La gran escalera.

Parlamento de Budapest. Vestíbulo de la casa superior.

Interior del Parlamento de Budapest. Antigua Cámara Alta.

Sin duda merece la pena visitar el Parlamento por dentro, además de que su precio es muy razonable.

Exterior del Parlamento de Budapest.

 

Basílica de San Esteban

El siguiente destino es la Basílica de San Esteban, por la que hemos pasado varias veces, pero que teníamos pendiente de visitar.

Basílica de San Esteban, Budapest.

Horario: de 9 a 17h. Horario cúpula de invierno: de 10 a 16.30 h

Precio: En teoría es gratis, pero nada más entrar tienes un cartelito que pone 200 florines, y un señor que controla que todos echen algo en el cepillo, en teoría, la voluntad. Yo no encontraba los florines así que echamos unos céntimos de euros, para no hacer crecer más la cola que se estaba acumulando. No te controlan qué echas, sino simplemente que eches algo.

Precio cúpula: 600 florines adultos = 1,85€. Estudiantes 400 florines = 1,24€

La Basílica de San Esteban de Budapest (Szent István-bazilika) es el edificio religioso más grande de Hungría. Se dice que la basílica puede albergar en su interior a más de 8.500 personas.

El nombre de la basílica hace honor al primer rey de Hungría, Esteban I (975–1038). En el interior hay una de las reliquias sagradas más importantes del país: su mano derecha. Está entrando dentro de una urna. También hay personajes famosos enterrados aquí.

Basílica de San Esteban, Budapest.

Diestra de San Esteban, Budapest.

La altura de la cúpula son 96 metros, convirtiéndose en el punto más alto de Budapest junto al edificio del Parlamento, que tiene la misma altura. Su construcción finalizó en 1905 después de más medio siglo de obras. Parte de este largo periodo se debió al derrumbe de la cúpula.

Merece mucho la pena subir a la cúpula. Realmente las vistas son buenísimas, de todo el lado de Pest. Además, hacía solecito y a pesar del frío abajo, no hacía más frio arriba, así que genial. Hay más de 300 escaleras. Lo que no sabía es que puedes subir hasta arriba en ascensor, y es gratis. Yo había leído que sólo el último tramo se podía hacer en ascensor.

Cúpula de la Basílica de Sant Esteban, Budapest.

Vistas des de la Basílica de Sant Esteban, Budapest.

Donde se compra la entrada tienes las escaleras de acceso, más de 300, ya las verás. Pero si sales de la taquilla y vas hacia la derecha, al final de todo, antes de entrar en la iglesia hay un ascensor que te deja casi arriba. Hay una señora que coordina la cola. Cuando sales de este ascensor tienes una exposición de fotografías en toda la planta, y te quedará el tramo final, unas 100 escaleras más, que podrás hacer andando, o en otro ascensor. Nosotros lo hicimos todo en ascensor, casi no había cola. Y para bajar, el primer tramo andando, y el segundo en ascensor. Estuvimos una hora larga para hacer la visita.

Nuestro siguiente destino era el Mercado Central. Pasando por la plaza de la noria nos paramos en un mercadillo callejero. Aquí compramos los primeros suvenires: imanes y bolas de nieve pequeñas. Aquí ya comparamos los precios y estaban mejor de precio que lo que habíamos visto hasta ahora.

Primero decidimos parar a comer, puesto que ya eran más de las 13h, en Pasta Bella, un restaurante italiano, que no pizzería, que nos iba de paso, frente a la Sinagoga y que llevaba apuntado. El camarero hablaba castellano perfectamente. Dos fruti di mare y tagliatelle con jamón y mascarpone con 2 cervezas y 2 aguas por 10.000 florines. Eso sí, hay que pagar en efectivo.

Restaurante Pasta Bella, Budapest.

Mercado Central

Y, para terminar, nos fuimos hacia el Mercado Central. Tenemos ópera a las 19h, así que hoy hay que acabar pronto. Para llegar no había más que ir siguiendo la línea del tranvía.

Horario: De martes a viernes: de 6:00 a 18:00 horas. Lunes: de 6:00 a 17:00 horas. Sábados: de 6:00 a 15:00 horas. Domingo cerrado.

Inaugurado a finales del siglo XIX, el Mercado Central de Budapest es el mercado cubierto más grande de la ciudad. Nos ha gustado mucho, tanto el exterior como el interior. Merece mucho la pena por verlo, pero también para comprar suvenires. Aquí ha sido donde hemos comprado la mayoría de suvenires por tener los mejores precios.

A finales del siglo XIX se construyeron en Budapest cinco mercados para controlar la calidad de los alimentos y mejorar el estado de conservación de éstos ya que, durante esa época, la población estaba sufriendo muchos problemas sanitarios.

Desde sus inicios fue una continua fuente de protestas. Los ciudadanos criticaban que desde su creación los precios se habían incrementado, hecho que se maximizó con la llegada de la Primera Guerra Mundial. En la Segunda Guerra Mundial la estructura del mercado quedó gravemente dañada y en los años venideros comenzó a perder su estatus.

En 1991, el Mercado Central se declaró en ruinas y fue cerrado al público. Tres años más tarde el edificio fue restaurado y hoy es uno de los edificios más significativos de Budapest. En la zona superior hay restaurante y también tiendas de suvenires.

Mercado Central de Budapest.

Mercado Central de Budapest.

El trayecto de vuelta al apartamento lo hicimos por Vaci Utca, que es la callecilla que tienes justo en frente del Mercado. En este tramo de la calle Utca los suvenires no son tan caros como en el otro extremo. Aquí también compramos alguna cosa.

De vuelta teníamos que parar en la Biblioteca Ervin Szabo Library, cerca de la Sinagoga, cuyo horario es de 10 a 20h, pero no nos acordamos y ya no tuvimos ocasión de volver porque el domingo está cerrada. Si mal no recuerdo valía 1 o 2 euros y en la 4ª planta está la parte del edificio que no te puedes perder. Es una biblioteca clásica, tipo Harry Potter, y tenía muy buena pinta. Puedes ver fotos en internet, para decidir si lo incluyes en tu visita.

Teníamos una horita para descansar en el apartamento, ducha, etc. Cerca del teatro hay la estación de Keleti, donde teníamos pensado comprar los billetes de tren a Bratislava. La teníamos a media hora andando, así que decidimos ir en metro. Compramos un bono de 10 viajes, puesto seguro que haremos algún otro trayecto en metro, viendo lo que nos queda por hacer… y el frío, y así sale más económico. Está muy claro en las máquinas expendedoras.

Metro en Budapest.

El metro nos deja directamente en la estación de tren de Keleti. Para comprar los billetes internacionales tienes que subir hasta arriba del todo. Nosotros preguntamos en 2 taquillas y tuvimos que seguir subiendo escaleras.

Nos costó 17€ i/v por persona. Y con los billetes comprados, corriendo casi literalmente hasta el teatro, pues no nos sobraba mucho tiempo. Estaba a 10’ escasos andando. Los taxistas de la puerta no quisieron llevarnos, supongo que demasiado cerca.

Pero guiados por el Maps.Me y con las entradas ya impresas, llegamos a tiempo.

Opera en Budapest

Ir a la ópera en Budapest es uno de sus grandes atractivos, que además puedes hacer a un precio asequible. Lo ideal es verla en el precioso edificio de La Ópera, situada en la calle Andrassy, que es uno de los edificios neo renacentistas más importantes de Hungría.

La construcción del edificio fue financiada por Francisco José I, emperador de Austria, con la condición de que ésta no fuera más grande que la Ópera de Viena. La Ópera de Budapest tiene 1.261 asientos.

Pero cuando fuimos estaba de obras. Estará cerrada hasta el 2020, así que no había funciones y cuando entras en su web la alternativa que te ofrece es el Teatro Erkel. Miré que posibilidades había para nuestras fechas y casualmente el 4 de enero teníamos Nabucco, uno de los clásicos de la ópera, y que no habíamos visto. No había funciones todos los días.

El exterior del edificio de la Ópera parece que está decorado con esculturas de famosos músicos y compositores. No lo sabía, pero el exterior también está en obras. Está totalmente cubierto por un andamio, así que no le hice ni fotos. Asegúrate cuando vayas porque, tal como está ahora, no merece la pena ni acercarse.

Otra manera de visitar la Ópera es en una visita guiada, que dura una hora y en ella se recorre desde el gallinero hasta los palcos. Se hacen visitas guiadas en varios idiomas, también en castellano, a las 15h y a las 16h. Pero parece que durante el periodo de obras el auditorio principal tampoco se puede visitar, así que dudo si vale la pena la visita en estas circunstancias.

Precio de la visita guiada: Adultos: 2.990Ft = 9,27€. Estudiantes: 1.990Ft = 6,17€

Dudamos si comprar las entradas o no, ya que el espectáculo tenía lugar en el teatro Erkel, pero decidimos que Nabucco lo merecía. Éste es un teatro moderno, que no tiene ni mucho menos el encanto del edificio de La Ópera. Había 4 precios de entradas: 7200, 5800, 3500 y 1500 florines. Yo las compré en esta web. Las vendían en otras webs con una gran comisión. Aquí sólo me cobraron 250 florines extra por entrada por la gestión. Con la entrada que imprimes te presentas directamente en la puerta. No necesitas nada más.

La verdad es que nos gustó mucho, la puesta en escena, y la acústica sobre todo del primer acto, nos puso la piel de gallina. Por su puesto también el coro de los esclavos que todos conocemos, que al final repitieron a petición de los aplausos del público. Y lo reservé con tiempo, así que teníamos un muy buen sitio. Hicieron un par de pausas y acabamos a las 22h.

Teatro Erkel, Budapest.

Nabucco en Teatro Erkel, Budapest.

Y que mejor guinda final que al salir… estaba nevando!!! Había previsiones de nieve para mañana, pero se había adelantado. Como no estamos acostumbrado, cada vez que pillamos nieve nos hace mucha ilusión.

Nevando en Budapest…

Habíamos decidido ir a tomar un mojito al Café de New York, que nos va de paso hacia el apartamento.

Pasamos por delante y había cola. Nos dio palo esperar, así que lo pospusimos para otro momento. Llevaba apuntado el restaurante Fuego, una rosticería donde básicamente hacen pollo y patatas, y donde la mayoría de camareros son españoles. También lo teníamos de camino al apartamento, así que hacia allí fuimos.

El restaurante estaba a tope, pero entramos a preguntar y nos dijeron que en 3’ teníamos mesa. Es muy grande, al fondo había otra zona que no habíamos visto. No teníamos mucha hambre así que nos pedimos un pollo para los 3, unas patatas al estilo de la casa y unas croquetas. Estaba todo buenísimo y muy bien de precio. Los camareros todos muy amables, y nos sirvieron muy rápido. Recomendable.

Cena en Restaurante Fuego, Budapest.

Unos metros más adelante está el bar de ruina Szimpla. Pero mañana madrugamos para ir a Bratislava, y seguía nevando así que, ya cansados, nos fuimos de retirada.

Otros gastos del día:

Desayuno en Café Frei (2 chocolates, 1 café con leche y 1 croissant): 2030 Ft

Bolsa de 2 paprikas mediana con cuchara y dispensador: 600 Ft

Tableta chocolate mediana artesana: 1500 Ft

Jarrita chupito: 1000 Ft

Bola de nieve pequeña: 1200 Ft

Imán: 600 Ft

Cena en el restaurante Fuego: 8100 Ft

Placa metálica de Budapest: 1000 Ft

Metro billete sencillo: 350 Ft x 3

 

Dia 4: Bratislava