Día 8: sábado, 21 de julio de 2012
Hoy nos vamos ya para el desierto. Nos levantamos a la hora de siempre. Desayunamos y en marcha. La ruta hasta Dades, que es donde parábamos a dormir, son unos 300 km, unas 5 h de coche. La primera parada que teníamos prevista era en el Col du Tichka, el puerto de los 2260 m, pero paramos antes varias veces puesto que las vistas eran muy bonitas a medida que ibas subiendo la montaña del Altas.
Además, como nos gustan los fósiles y los minerales, pues paramos alguna vez más en las tiendas que hay a pie de carretera. La carretera se hace serpenteante a medida que te acercas al Tichka. La verdad es que íbamos a nuestro ritmo porque no había apenas tráfico. Había leído que era mejor madrugar para hacer la ruta puesto que si pillas algún camión el trayecto se puede hacer bastante lento, pero no fue nuestro caso a pesar de no haber madrugado excesivamente. Creo que salimos de Marrakech como a las 8 y llegamos al Col du Tichka sobre las 11h.
La siguiente parada ya era Ait Ben Haddou. Antes estaba la Kasbah de Telouet pero no tenía claro si se podía hacer con nuestro coche o se necesitaba 4×4 así que lo había descartado ya de entrada. Además pensamos que al final ya ves suficientes kasbash… De hecho entre el paisaje ya se empezaban a ver pueblecitos de barro, que costaban de distinguir. Nos ha encantado este tipo de arquitectura.
Cuando llegamos a la Kasbah de Ait Ben Haddou, aparcamos el coche en una especie de plaza. Allí se nos ofreció un yayo para hacernos de guía, pero queríamos verlo a nuestro aire. Seguimos el camino que llevaba al río, que está lleno de tiendas. Allí no había ni agua ni camellos que habíamos leído en el foro. Por no haber, casi no quedaban ni restos de los sacos que se utilizan como pasarela cuando el río lleva agua. Y esta es la visión desde el río…
Había leído que algunos se empeñan en cobrarte entrada diciendo que es mantenimiento, que no había que entrar por el centro sino por la derecha. Aquí tuvimos la anécdota del día:
ANÉCDOTA: Hacia allí que nos vamos y nos sale un espontáneo que nos dice que le acompañemos. Cuando entramos un poco entre la vegetación, resulta que ya estaba el grupito para cobrarnos entrada. Creo que eran 10 dh por persona pero al final te cansas que te soplen los euros de 3 en 3 cada vez que haces nada. Nosotros diciendo que en las guías pone que no se cobraba y ellos que sí, que para conservación y nos sacan incluso el talonario, así que esto ya nos empieza a mosquear. Yo incluso dudaba de si tenía la información actualizada. Nos damos media vuelta e intentamos entrar un poco más por el centro y más de lo mismo. Mi marido que se harta y dice pues nada, foto desde fuera. Cuando nos volvíamos vemos un grupito que está cruzando el río y tiene pinta de venir con guía. Ellos van a entrar hacia el Ksar un poco más a la derecha de donde nosotros lo intentamos y entonces vemos una flecha blanca marcada en la pared marrón con la palabra EXIT también escrita en blanco en la pared, e indicaba el camino para allá. Eureka, había que ir como unos 50 metros más a la derecha, que parecía que estabas muy lejos del ksar pero en realidad lo estás rodeando para entrar por detrás. El primer tipo estaba allí plantado viendo lo que hacíamos y cuando se dio cuenta que habíamos encontrado la entrada se dio media vuelta. Al salirnos el tipo al encuentro, ya te despista y no miras más a la derecha antes de salir del río, que es cuando se ve la flecha de entrada… Pues nada, de nuevo prueba superada.
Seguimos al grupito pero una vez has encontrado el camino de entrada luego sólo hay que seguir el camino subiendo hacia la izquierda, se encuentra fácil. Eran sobre las 13 h y hacía bastante calor. Ait Ben Haddou es un ksar, una ciudad fortificada, que es patrimonio de la Unesco y es precioso. Callejeamos un poco por allí.
Hay tiendecitas. Estábamos en Ramadán y estaban la mayoría tumbados a la sombra. Subimos hasta arriba para ver las vistas, que son muy bonitas
…y media vuelta. También vimos que saliendo a la derecha había un puente pero no teníamos claro si se podría entrar por allí.
Una cosa que nos fijamos en el Ramadán es que en las tiendas, cuando están abiertas, desconectan las luces. Supongo que como ellos no pueden consumir, pues los turistas tampoco. Lo digo porque varias veces nos dimos cuenta que la nevera de bebidas estaba oscura, así que estaba apagada y el agua no estaba muy fresca y buscábamos otra tienda que tuviera la bebida más fría para que aguantara más rato.
Nuestra próxima parada era la Kasbah de Taourirt, en Ouarzazate.
En Ouarzazate también hay por visitar 2 estudios de cine. Pasamos por delante de los 2 pero lo que vimos desde la puerta no nos llamó la atención y no entramos.
Siguiendo ruta paramos en la Kasbah de Ben Moro, que hoy es un hotel restaurado y está muy chula a pie de carretera.
Pues ya habíamos acabado las visitas por hoy. Sólo nos quedaba llegar al hotel y hacer compras en Kelaa M’Gouna.
Había leído en el foro sobre el agua de rosas que se vende allí, que ya habíamos visto en otras ciudades pero nos pareció más cara. Habíamos decidido que todos los regalos serían agua de rosas. En el foro recomendaban una tienda que estaba entre la farmacia El Karam y una Oficina de cambio (Eurosol Maroc Money Gram). La encontramos en la carretera principal, saliendo del pueblo. Precisamente esta estaba cerrada. Entramos a la de al lado a preguntar, que también nos pareció caro y como hay un montón de tiendas de colonias, una al lado de la otra, pues decidimos ir probando, pero en la siguiente ya sí que nos convenció. Hay botellitas de perfume de rosas, que no tiene un olor muy fuerte, con botella de cristal y caja. Había leído los paquetes de 3 botellitas pero son de plástico… Lo que es graciosísimo es el agua de rosas que venden en botecito de plástico con el vaporizador que nosotros utilizamos en los multiusos para limpiar. A nosotros nos pareció un buen regalo para las señoras y la verdad es que ha tenido éxito. Hay cremas, jabones, aceites de agua de rosas, que no deja de ser una cosa típica de allí. Depende el producto vale unos 15-40 dh. Yo creo que incluso se puede sacar por menos. Luego dentro del pueblo compramos más también a buen precio. Estos son los diferentes productos que compramos…
No encontrábamos el hotel y preguntamos a un policía. Nos dijo que estaba fuera del pueblo, a unos 3-4 km. al lado de la gasolinera Total y lo encontramos pronto. El hotel estaba muy bien. La habitación muy cuca, espacio para dejar el coche y creo que estábamos solos, no vimos a nadie más.
Cenamos sándwiches y un trozo de pizza que habíamos comprado en la panadería. Sacamos la mesa de la habitación al pasillo y cenamos genial.
Nos permitieron bañarnos en la piscina por la noche y nos encendieron las luces. El agua estaba helada, tal como nos habían advertido. Se reían de nosotros cuando les preguntamos si nos podíamos bañar, pero se agradecía con el calor de julio.
Y con esto acabamos otro fantástico día.
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