As Salt y Mar Muerto en el hotel Dead Sea Spa (día 13: 28-7-22, jueves)

Hoy teníamos el desayuno incluído…

En nuestro cambio de itinerario, para hoy teníamos la ciudad de As Salt, que teníamos a unos 60 km, 1 hora aprox. Tras desayunar, iniciamos la ruta. Llegamos sin problema, la carretera era buena, pero nos liamos en los últimos quilómetros.

As-Salt, Jordania.

El GPS nos indicaba unas calles muy pronunciadas, con pendientes en vertical, que acababan en calles sin salida o sin asfaltar. Veíamos la ciudad al otro lado de la montaña, estábamos a 5 km, pero no había manera. Teníamos que bajar al valle y hacer un cambio de sentido. Pero estuvimos como media hora dando vueltas y siempre acabábamos en el mismo sitio. Y hartos de dar vueltas en bucle, decidimos irnos al superhotel que teníamos para hoy. Cambiamos el rumbo y nos fuimos de vuelta hasta el Mar Muerto.

Por el camino nos encontramos con este museo militar…

Marcamos el hotel en el GPS y para allá que vamos. Y cuando estábamos acercándonos, de golpe mucha policía y controles y no sabíamos dónde nos habíamos metido. Y resultó ser el control fronterizo de Allenby con Israel, sólo que hoy no había apenas gente, nada que ver a como estaba el día en que nosotros cruzamos. Pues nada, media vuelta y 1 km antes estaba indicado el desvío hacia el Mar Muerto.

Dejo aquí la información de As Salt por si es de ayuda.

As-Salt

La antigua ciudad de As-Salt fue en su día el asentamiento más importante de la zona entre el valle del Jordán y el desierto del este y fue un importante vínculo comercial entre el desierto del este y el oeste.

A finales del siglo XIX y principios del XX, durante el dominio otomano, As-Salt disfrutó de su época dorada. Conforme aumentaba la importancia de la ciudad, muchos mercaderes llegaron a ella y, con sus riquezas recién adquiridas, construyeron las bellas casas que aún hoy se pueden ver.

Estas espléndidas construcciones hechas de arena amarilla incorporan una gran variedad de estilos locales y europeos. Normalmente, tenían techos abovedados, patios interiores y ventanas altas y arqueadas. Puede que la construcción más bonita sea la mansión de Abu Jaber, considerada el mejor ejemplo de casa de un mercader de la región del siglo XIX.

También hay un pequeño museo y una escuela de artesanía en la que se puede contemplar la fabricación de la cerámica tradicional, los tejidos y la impresión y tinte de la seda.

Mar Muerto

El mar Muerto tiene una herencia histórica y espiritual propia. Se cree que es el lugar de cinco ciudades bíblicas: Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor (Bela).

Hoy en día, su costa este está poco poblada y es tranquila. Se puede tomar el sol, bañarse y sorprenderse porque no nos hundimos; darse un masaje en barro y probar los conocidos poderes de los minerales procedentes del lodo del fondo del mar.

Por esta zona también hay centros comerciales y lugares donde poder comprar los famosos productos del mar Muerto. A mí me parecieron carísimos, a pesar de que había leído que estaban bien de precio. Quizás la calidad no es la misma de otro tipo de tiendas, pero es que el precio tampoco tiene nada que ver. Con lo que me costaba aquí una mascarilla, me fui con la maleta llena.

Para probar la experiencia de nadar en el Mar Muerto se necesita un acceso a la playa, que no siempre es fácil. Éstas son las opciones, de más barata a más cara:

  1. Bañarse por libre, se aparca el coche en la carretera y se baja al mar. En este caso habría que llevar un par de botellas de agua, mínimo, para enjuagarse la sal. Yo había contemplado esta opción, pero por el camino conocimos un chicas que lo hicieron y les robaron todo el efectivo que llevaban en el coche de alquiler. Les rompieron el cristal y les pincharon la rueda. Por suerte, les dejaron los móviles y los pasaportes. Pero luego tuvieron que hacer la pertinente denuncia, con la que perdieron todo el día.
  2. La siguiente opción sería usar una de las instalaciones y pagar la entrada de playa, sin alojamiento, como sería Amman Beach. La entrada cuesta 20JOD, y se incluye el acceso a la playa, piscinas y vestuarios con duchas y taquillas. Posibles extras: 3JOD alquiler de toallas, 3JOD baños de barro.
  3. La opción más cara sería coger habitación en un hotel con acceso al Mar Muerto, que fue nuestra opción. Nos decantamos por el Dead Sea Spa, que está muy cerca de la playa, con un acceso directo, grandes piscinas y se veía bastante correcto. Otros tienen precios altísimos y son hoteles de categoría media.

Cuando estás en la autovía del Mar Muerto, en el lado del Mar hay todo de hoteles, con acceso a la playa, y en el lado de la montaña apenas hay nada, algunos apartamentos construyéndose.

Este es el link de reserva.

Nos costó 96€ la doble con desayuno y creo que acertamos. Seguramente si reservas con más anticipación puedas obtener un mejor precio. Teniendo en cuenta que la Amman Beach nos salía al cambio unos 56€, y el desayuno de aquí estaba muy bien, pues al final me ha salido la habitación con desayuno por 40 €.

Llegamos hacia las 12h y nos dieron una habitación superior, según nos dijeron. El reciento hotelero está super bien. La única pega es que hacía un calorazo inmenso, es el lugar donde más bochorno hace, creo que incluso más que en Aqaba. Y todas las aguas estaban calientes, tanto la piscina como el mar.

Nuestra habitación en el Dead Sea Spa del Mar Muerto.
Mar Muerto, Jordania.

Por supuesto, nada más llegar fuimos a darnos nuestros baños correspondientes, tanto de sal como de fango. Aquí discrepamos, a mí me encantó la experiencia, tanto la sensación de flotar en el agua como el barro, y a él no, le escocía un poco la sal. Pero ambos coincidimos que la piel queda super suave. Dentro del agua tienes el espacio acordonado, no te puedes alejar de la orilla.

A mí me ha parecido la sensación de bañarse aquí curiosísima, con textura de aceite de magnesio, y como si llevaras flotador o manguitos. Cuando intentas moverte, como que te lleva para arriba, y te hace darte la vuelta de golpe, muy curioso. Y en la orilla están los barros para untarte. Yo llevaba una pequeña rascada del barranco y no me escoció, ni heridas más antiguas tampoco. Y la piel queda muy suave, tanto con el barro como con el agua del mar.

Tienen duchas y una manguera, que ayuda a quitar el barro más fácilmente. También hay tumbonas para dejar las cosas y sombrillas. Se llega desde la piscina, en un paseíto.

Luego volvimos a la piscina para darnos un baño, aunque no fue nada refrescante. Mas tarde nos comimos el pollo y el arroz y tarde de relax en el hotel.

Hacia las 19.30h decidimos ir a dar una vuelta a un centro comercial, que teníamos a unos 50’, puesto que en la calle no se podía ni respirar. Compramos algunos souvenirs más y cenamos allí mismo. Estuvo muy bien la salida nocturna porque vimos el ambientazo que hay por todas partes.

En el centro comercial había tiovivo, autos de choque y otras atracciones de feria. Las tiendas y los centros comerciales también abiertos de noche, igual que Amán, que cierran muy tarde. Volvimos como a las 12 de la noche y al bajar del coche era como entrar en un horno, increíble!

Día 14: Visita al lugar del Bautismo y ruta hasta Amán (Amán)