Kuala Lumpur (día 19: sábado, 3 de septiembre de 2016) – MALASIA

Hoy es el último día que pasaremos en Kuala Lumpur. Esta noche sale nuestro vuelo de vuelta a casa. Como a estas alturas del viaje ya estamos cansados, hemos decidido suprimir todas las visitas que teníamos pensado hacer. Ya hemos visto grandes ciudades, mercados, mezquitas… y aquí también hace tanto bochorno como en Singapur, por lo que el ritmo que llevamos baja considerablemente.

Por lo tanto, para empezar hemos decidido no madrugar y buscar un centro comercial, donde se estará fresquito y así acabamos de hacer alguna compra que nos quedaba… Miramos el Maps y lo que teníamos más cerca era el Pavilion KL Shopping. Como todos los centros comerciales que hemos visto, era muy lujoso. Tiendas de grandes marcas y también las más asequibles que tenemos en todas partes.

Centro Comercial Pavilion, Kuala Lumpur.

Nos encantó la planta de comida, pasteles, fruta, todo muy bien colocado y a precios asequibles. Aquí compramos unas cuantas pastas para llevar, y diferentes regalos. Pasamos toda la mañana aquí y se nos hizo la hora de comer. Elegimos un Pizza Hut que nos costó 66 RM, unos 15 € los tres. Todo muy bueno y a buen precio.

Pizza Hutt en Centro Comercial Pavilion, Kuala Lumpur.

Ya cansados paseamos un rato por los alrededores y decidimos volver al apartamento.

Kuala Lumpur.

Teníamos que ir al aeropuerto entre 18-19 h. El taxi que cogimos hacia el apartamento, que era grande, tipo monovolumen, nos preguntó si le necesitábamos para ir al aeropuerto. Le dijimos que el equipaje estaba guardado en consigna y que sólo lo teníamos que recoger e ir al aeropuerto. Así que regateando conseguimos un precio de 120 RM el trayecto hasta el apartamento (nos había costado entre 12-18RM otras veces) e ir hacia el aeropuerto, marcara lo que marcara el taxímetro. Si hubiéramos cogido el tren, que es lo que teníamos pensado hacer para volver, valía unos 55RM por persona, así que seguro que nos ahorramos dinero.

El taxímetro lo puso igual y al final marcó un poco más. No recuerdo cuánto pero es lo que pactamos y tampoco llevábamos más moneda malasia. Nos habíamos guardado muy poco por si queríamos tomar un café.

También puedes ir en bus al aeropuerto. Hay varias compañías que salen de KL Sentral.

Llegamos con tiempo y tuvimos que esperar un buen rato. El vuelo salía a las 22.10 h.

Cuando ya estábamos dentro del avión, el capitán avisó varias veces que había algún tipo de problema burocrático y no nos dejaban despegar. Finalmente salimos con un retraso de cerca de una hora.

Otros gastos del día:

Surtido de bolsitas de frutos secos: 25 RM = 5,5€

Compras en el supermercado de Pavilion: 31 RM = 6,9 €

Agua pequeña en el aeropuerto KLIA: 2 RM = 0,43€

Chocolate caliente aeropuerto KLIA: 8 RM = 1,7€

Aquí tienes información sobre otras visitas que puedes hacer en Kuala Lumpur.

De Kuala Lumpur a casa (día 20: domingo, 4 de septiembre de 2016)

El hecho de haber tardado en reservar el vuelo, y querer aprovechar el precio económico en lugar del superior, nos obliga a hacer un cambio de aeropuerto en Estambul. Compensaba esto, a pesar de tener que pagar 50€ por transfer de un aeropuerto a otro. Aún y eso, nos ahorrábamos más de 100 euros.

Llegamos un poco tarde al Aeropuerto de Ataturk, cerca de las 5 de la madrugada, y nos teníamos que mover hacia el aeropuerto de Sabiha Gokcen, esto son 57 km, aproximadamente 1 h de coche. Teníamos una escala de 5 h, salíamos cerca de las 10 de la mañana, lo que debía ser tiempo más que suficiente a pesar del retraso que llevábamos.

No quisimos reservar un transfer y preferimos coger un taxi cuando llegáramos al aeropuerto. Preguntamos precio al primer taxista y nos dijo que unos 50 € y que ponía el taxímetro. También nos dejaba pagar con euros. Nos quedaban todavía unas cuantas libras del viaje en la ida, pero no serían suficiente.

A esa hora no había casi tráfico. El taxista fue a toda pastilla y llegamos muy bien. A la entrada del aeropuerto había un poco de caravana y como eran pocos metros decidimos ir andando. Y a la hora de pagar tuvimos la anécdota del día.

El taxímetro se acercaba a lo que equivalía a 45 euros, y eso es que le pagamos, pero entonces nos dijo que le teníamos que pagar los peajes del Bósforo, cuando previamente no nos había dicho nada, que subía unos 15 € más. Él insistía y nosotros no nos queríamos entretener mucho, porque había mucha cola para acceder a pie al aeropuerto. Le intentamos explicar que el precio eran 45 euros, que no nos había dicho nada del peaje, que en el taxímetro tampoco ponía nada, además los transfers costaban esto, no 60€… En fin, que como él a la suya y nosotros a la nuestra, le dimos los 45 euros y nos fuimos. Alguien que nos oyó nos dio la razón, como si nos hubiera intentado estafar…

Atención con el aeropuerto Sabiha Gokcen, porque todo es caótico. En la calle, para acceder a pie, a las 6 de la mañana ya tuvimos que hacer cola para poder entrar porque justo al otro lado de la puerta hay un control de seguridad y se organiza una avalancha de gente. El control es ligero, pero bloquea bastante.

Una vez pasado el control de seguridad tuvimos que buscar el acceso a las puertas de embarque, y entonces sí que hay que pasar el control de seguridad real. Busca la cola que te corresponde porque hay muchas, todas atestadas, unas para turistas y otras para locales, y al final de la cola no sabrás si es la tuya porque el cartel que lo indica lo tendrás mucho más adelante. Aquí tardamos mucho tiempo para pasar el tramo, siguiendo la hilera de cuerdas puestas a tal efecto. Algunos intentaban colarse con la excusa de que se les escapaba el vuelo. Nosotros íbamos con mucho tiempo pero al final no nos sobró, así que no estábamos para dejar pasar a nadie.

Finalmente llegamos a tiempo y a la puerta de embarque, y también puntualmente a Barcelona, ​​cerca de las 13h. Ha sido un viaje fantástico, con más incidentes de lo que estamos acostumbrados, pero puramente anecdóticos. Mañana mismo volvemos todos a nuestros trabajos, los grandes a trabajar y la “pequeña”, ya mayor de edad, se estrenará en la Universidad.

Los tres países nos han encantado y los recomendamos, siendo los tres muy diferentes. Singapur un país apacible, amable, ordenado, limpio, moderno y muy agradable en todos los sentidos. Indonesia tiene naturaleza en estado puro que te pone la piel de gallina, y también mucha cultura y grandes diferencias de una isla a otra. Y de Malasia sólo hemos conocido la capital, pero también nos ha sorprendido. Es una ciudad en expansión, que intenta parecerse a su vecina Singapur, aunque todavía están muy lejos. El país más económico para el bolsillo, Malasia, con diferencia, y Singapur, a pesar de ser intocable en cuanto a precios se refiere, tienes opciones para sobrevivir asequibles. Un viaje altamente recomendable !!!

Hasta el próximo destino… Estamos ya preparando el viaje del verano y esperamos que sea… INDIA!!!!