Llegada a Varanasi en el tren nocturno (día 10: jueves, 24 de agosto de 2017)

El tren llegaba a las 11.30h a Varanasi. Llegó un poco tarde, pero tampoco tanto como pensábamos. Quizás una media hora…

Nos tenían que venir a buscar los del hotel a la estación, pero dijeron que avisáramos cuando llegáramos, ya que el tren solía llegar tarde. No teníamos acceso a llamar por teléfono ni internet, así que buscamos la oficina de turismo que sabíamos que hay en la estación de Varanasi, a ver si nos podían ayudar y llamarles ellos por teléfono…  Curiosamente, el conductor estaba allí a por nosotros.

Estaría muy bien que buscaras un hotel que te vengan a recoger, algunos lo tienen incluido. Es la ciudad más caótica que hemos encontrado, más que Delhi. Y allí lo que pasa es que al centro no llegan ni los tuc tuc, dado que son calles muy estrechas. Debe ser francamente complicado llegar por uno mismo.

Como ya he dicho en el apartado de hoteles, el nuestro no lo recomiendo por un incidente que tuvimos, pero para nosotros es importante que esté en pleno centro, cerca de los Ghats.

Nuestro trayecto desde la estación fue en tuc tuc un buen trecho por carreteras repletas de todo tipo de vehículos y/o seres vivos. Hasta que llegamos a un punto donde el tuc tuc tenía dificultades para acceder. Entonces cambiamos de vehículo y el tipo iba en moto y nos iba indicando, y nosotros lo seguíamos a pie, cargando con el equipaje, con un sol de justicia que hacía en pleno mediodía, sorteando todo tipo de obstáculos… Todo muy original. Imagínate tener que preguntar cada 20 metros donde narices está tu hotel?? Por los callejones estrechos sólo caben las vacas y las motos.

El trayecto caminando debió ser de unos 20′ y con el tuc tuc quizás una media hora. Toda una experiencia llegar a Varanasi. Descargamos el equipaje y fuimos a dar una vuelta por la ciudad.

Primero fuimos a comer algo. Encontramos el restaurante Shree, al final del callejón que va a parar al Ghat Dashashwamedh, que lo habíamos visto recomendado y que nos gustó mucho, así que comimos varias veces. Además, nosotros estábamos por esta zona. Esta es la ubicación y los comentarios.

Comimos arroz, pasta y te helado por 740 rupias. Después de comer ya nos pusimos a visitar cosas.

Restaurante Shree, Varanasi.

Varanasi y el hinduismo

A Varanasi se la conoce como la ciudad de los muertos, uno de los lugares de peregrinación hindú más importantes del mundo. Está a orillas del río Ganges. La típica imagen de Varanasi es de cientos de personas purificándose en las aguas del Ganges, a pesar de su elevado grado de contaminación. Según la tradición, todo hinduista debe visitar Varanasi al menos una vez en la vida.

Los ghats, las escaleras de piedra que bajan hasta el río, son el principal atractivo de la ciudad. Es una ciudad sucia y caótica, que difícilmente podría atraer a un occidental en un viaje de placer. Pero el misticismo y las tradiciones que se viven hacen de la ciudad una experiencia única que recordarás toda la vida.

El hinduismo cree en la reencarnación, es decir, después de la muerte el alma se desprende del cuerpo y se puede volver a reencarnar en cualquier otro ser vivo, que no necesariamente tiene que ser humano. Con la cremación, las almas de las personas salen del ciclo de la reencarnación y consiguen la salvación instantánea, que es su máximo objetivo, alcanzando el Nirvana.

El Ganges es el río sagrado donde los hindúes quieren descansar eternamente. Lo consideran como la fuente de la vida. Es este carácter sagrado que le atribuyen lo que le da esa importancia al río. Consideran que el río Ganges es como una medicina que purifica al ser vivo y salva al muerto. Por eso beben de su agua a pesar del elevado grado de contaminación que tiene, porque consideran que es ser alimentado de la misma madre. Un buen momento para acercarse es a primera hora de la mañana, donde cada uno hace su ritual de limpieza, purificación… muy curioso de ver.

Los más afortunados pueden pagarse la cremación junto al río y después sus restos son tiradas al agua para que termine el ciclo de la reencarnación. Pero no todos pueden pagar porque el costo de la madera es muy elevado. La solución para éstos es que el cuerpo sea echado al río, sin quemar. Creen que cuanto más cerca del río Ganges se esté a la hora de la muerte, más fácil es hacer las reencarnaciones, por eso hay tantísima gente que va a morir a Varanasi.

En Varanasi se producen unas 200 cremaciones al día. Se necesitan más de 300 kg de leña y el cuerpo puede tardar a quemar más de 3 horas. Los más adinerados compran más madera y de mejor calidad para asegurarse de que la cremación sea más rápida y cortar así definitivamente el ciclo de reencarnaciones.

Varanasi

Ghat Manikarnika, Varanasi.

La casta de los intocables llamada DOM son los que se encargan de velar por el fuego eterno, que creen que lo encendió el dios Shiva en persona hace más de 3000 años, y cobra mucho dinero para que las familias puedan utilizar este fuego para quemar sus muertos, cuando hay mucha gente que no lo puede pagar. Por eso la consideran la peor de las castas de la India.

Hace unos años el Gobierno construyó un crematorio eléctrico, pero la mayoría de la gente prefiere el método tradicional, aunque no lo pueda pagar.

Toma de contacto con los Ghats y ceremonia Ganga Aarti

Mapa Varanasi.

Empezamos a caminar por estos callejones estrechos por los que, de ancho, apenas pasan dos vacas… y vamos en busca de los “ghats”. Los ghats son las escaleras que bajan hasta el río Ganges. En algunos tienen lugar las cremaciones, en otros, las purificaciones… Aquí puedes encontrar todo de imágenes curiosas de la India: lavado de ropa, animales bañándose, vendedores ambulantes, místicos rezando… Hay aproximadamente un centenar de ghats.

Es fácil orientarse porque vas viendo el río que siempre queda en el mismo lado. Nosotros lo teníamos a la derecha y teníamos que ir subiendo. Fuimos primero al Ghat Manikarnika. Este es el Ghat principal de cremaciones. Es una de las visitas obligadas. Se pide respeto y no sacar fotografías.

Todo el mundo te querrá acompañar y hacer de guía. Nosotros fuimos a nuestro aire… hasta que lo encontramos. Al lado hay grandes pilas de leña y junto al río los diferentes espacios para quemar los muertos, que los verás llegar a manos de los familiares, alzados en una camilla, por entre aquellos callejones llenos de gente.

La visión no tiene palabras, es para verlo uno mismo. Todos están muy pendientes de los turistas que no hagan fotos, intentando que mantengamos las distancias, pero os aseguro que hay como un mirador donde no se pierde detalle. La ceniza por allí flotando… En fin, sin comentarios.

Tras seguir perdiéndonos por las calles fuimos hacia el Ghat Dashaswamedh, que es el otro más importante porque aquí tiene lugar todas las tardes, hacia las 19 h, la ceremonia Ganga Aarti.

Esta es una ceremonia de adoración que realizan 7 brahmanes situados encima de una especie de altar, que ofrecen un espectáculo de fuego, canciones y ofrendas a la Madre Ganga. Dura una hora aproximadamente. En el río hay todo de barcas llenas de sillas delante del templo donde tiene lugar la ceremonia. Evidentemente, hay que pagar para subir a los barcos, pero creo que no vale la pena. Estaban bastante vacíos.

Atención con no quedarse demasiado arriba en las escaleras, porque los brahmanes están más abajo, cerca del río. Si no, te limitarás a escuchar, que ya está bastante bien, pero mejor verlo todo. Quizás es una turistada pero nos gustó mucho todo el espectáculo, la música y el ambiente…

Ceremonia Ganga Aarti, Varanasi.

Y después de eso, ya de noche, cenamos algo, en el mismo bar Shree, por 410 rupias. Descubrimos que había crêpes, para poder cambiar un poco a un sabor conocido.

Restaurante Shree, Varanasi

Y dimos el día por terminado…

 

Día 11: Visitando Varanasi y paseo por el Ganges (VARANASI)