Día 1 (domingo, 3 de enero de 2016)

Día de madrugón. Dejamos el coche en T3, cerca del aeropuerto del Prat, al cual nos llevaron en 5’. No tenemos que facturar así que pasamos el control de seguridad rápido. A las 7 y poco ya sólo nos queda esperar. A las 8.20 tenemos la salida del vuelo con Ryanair con destino a Varsovia . Salimos con casi media hora de retraso y más después de estar dando vueltas y más vueltas por la pista. Tenemos un plácido vuelo en un fantástico día soleado.

Avión Ryanair a Varsovia

Avión a Varsovia.

Llegamos a la hora establecida al aeropuerto de Modlin de Varsovia. Hace un día soleado pero la temperatura es bajísima. Vemos los polacos del avión que empiezan a ponerse capas y más capas de ropa y a abrochar y a atar y cuando salimos fuera el impacto es brutal. Hacía sol, pero había cristalitos en el ambiente, como purpurina.

Como el billete del bus ya lo tengo comprado, no hace falta cambiar aquí. Un taxista nos advierte sobre el mal cambio del kantor del aeropuerto y me asegura que en Varsovia están todos abiertos, a pesar de ser domingo. Al salir a la calle ya está la parada del autobús. Llega enseguida. Un viaje muy agradable…

Bus del aeropuerto a Varsovia.

Ruta en bus desde el aeropuerto al centro de Varsovia.

A las 12.35 llegábamos a Varsovia y teníamos que coger un tren a Cracovia a las 15.06, así que teníamos un par de horas para comer y cambiar dinero. La parada del bus está frente al Palacio de Cultura y la estación de tren está allí al lado. Intentamos hacer las fotos de rigor. Los guantes en la maleta y las manos casi congeladas…

Palacio de Cultura en Varsovia.

Palacio de Cultura en Varsovia.

Pierogis de carne.

Pierogis, comida típica de Polonia: una especie de pasta rellena, en este caso de carne.

Vamos a ver la estación, para ubicarnos para coger el tren. Primero cambiamos dinero y decidimos comer algo en la misma estación. Probamos los pierogis de carne, buenísimos, y un polaco que había estado viviendo en Mallorca nos ayudó con la carta. Con la señora del restaurante no había forma de aclararse. Cuidado con las carnes porque algunas tipo codillo te pone el precio por 100 gr., pero la pieza a lo mejor es de 400 gr por lo que el precio de la carta se multiplicará x 4.

Dimos una vuelta por el centro comercial y enseguida se nos hizo las 15h, cuando teníamos que coger el tren.

Estación de Tren de Varsovia.

Estación de Tren de Varsovia.

Está todo muy bien indicado en las pantallas. El tren llegó con retraso, que se fue incrementando hasta más de 1 h. Creo que llegó cerca de las 16.30 h. Este fue el único “incidente” que tuvimos. El resto salió rodado. Con un frío que hacía en la estación que empezamos con la tanda de chocolates calientes…

El viaje no se hace pesado, aunque también hacía frío en el tren… Como ya había oscurecido, poco paisaje había por ver.

Tren a Cracovia.

Tren de Varsovia a Cracovia.

Tren de Varsovia a Cracovia

Al llegar a la estación de tren de Cracovia teníamos que informarnos del bus que iba a Auschwitz a la mañana siguiente. Casualmente la estación de autobuses está justo al lado de la de tren. Conseguí horarios por internet.

La taquilla cerraba a las 19.45 h y llegamos un rato antes y compramos ya los billetes para asegurar plaza. Luego nos enteramos que esto no te asegura nada. Hay a quien le pasó. De hecho, te dan un tiquet de compra y el chofer no tiene manera de comprobar nada más. A la vuelta el autobús traía gente de pie.

Para hoy ya solo nos quedaba ir al apartamento que reservamos por Booking, muy recomendable. Estaba cerca de la Barbacana, a 5 minutos andando, y a unos 15’ de la estación de tren. El primer contacto con Cracovia de noche nos pareció muy bien. El centro comercial de la estación impresionante, para quien le guste el shopping.

Estación de Cracovia.

Centro comercial en la estación de Cracovia.

Salida de la estación de tren de Cracovia.

Y lo que íbamos viendo por el camino también muy señorial.

Barbacana en Cracovia.

Barbacana en Cracovia, Polonia.

Basílica Floriana, Cracovia.

Basílica Floriana, Cracovia.

Dejamos el equipaje y vamos a cenar. Ya íbamos tarde pues eran como las 21 h y claro, allí se cena antes. En la calle de al lado encontramos un restaurante genial, con música, muy acogedor y cenamos de maravilla.

Restaurante Chata en Cracovia

Pedazo escalopa impresionante de grande y tierna por no hablar del pincho (luego me enteré que era de potro :() que  nos dejó sin palabras.

Rematamos con la bebida típica Zubrowka (vodka de hierba), que ayudó a entrar en calor.

Hoy ha sido un día básicamente de viaje, pero nos ha gustado lo que hemos visto. La cosa promete…

Día 2. Campo de Concentración de Auschwitz y minas de Sal de Weliczka