Día 11: lunes, 8 de agosto de 2011
BERNA
Hoy veremos la capital Suiza. Estamos a hora y media de coche. Llegamos que son más de las 10 y aparcamos en un parking que hay detrás del ayuntamiento. Genial situado para empezar la visita pero nos clavaron para una mañana como unos 13 CHF, a 3 CHF la hora.
Empezamos por el ayuntamiento, con su escalinata,
seguimos hacia la Nydegg Church y luego hasta el parque de los osos, que está al otro lado del puente. El día está nublado y de vez en cuando chispea un poco. Vemos un hombre dejándose arrastrar por la corriente del río Aare, que pasa por debajo del puente.
El parque de los osos está muy chulo. Tienen un espacio bastante amplio y se les puede ver muy bien.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta las calles Gerechtigkeitsgasse, Kramgasse, Marktgasse y Spitalgasse. Están seguidas una a continuación de la otra.
Es la calle principal y es muy bonita. Hay varias fuentes en medio con estatuas curiosas y coloridas,
también encontramos la casa de Einstein
y al final la Torre del Reloj o Zeitglockenturm.
Decían que las 12 del mediodía era el mejor momento para ver el reloj en funcionamiento y llegamos un rato antes. A las 12 todos pendientes de las horas. El reloj es precioso, pero la verdad es que el funcionamiento de los autómatas nos pareció poca cosa. Esperábamos que durara más rato y allí estuvimos esperando que aquello continuara, pero solo hay un breve movimiento antes de dar las horas y luego ya nada más.
Al lado está la plaza del Casino y más adelante la Bundesplatz.donde están las fuentes de agua y el Palacio Federal, cuyo edificio es espectacular. Luego lo vimos por detrás cuando bajamos hasta el río y es majestuoso.
Por fin encontramos un banco para poder cambiar a francos. Que fuerte, me cobraron 5 CHF de comisión. La verdad es que en otros países hemos encontrado casas de cambio sin problemas y aquí la faena fue nuestra para encontrar un banco. Suerte que es el país de las divisas. En fin…
El tiempo parece que había mejorado y hacía un poco más de solete aunque también hacía viento. Nuestra hija se pegó un refrescón por entre medio de las fuentes y se lo pasó genial. Aquí os pongo un video
Íbamos con la idea de bañarnos en el río Aare, que dicen que aquí es típico dejarte arrastrar por la corriente y hay unas escaleras y barandillas por las que puedes salir del río, luego andas por el caminito que lo bordea hasta que vuelves a entrar en él y así sucesivamente. Pero no hacía buen día, hacía un poco de fresco. Nos acercamos hasta la zona de baño que es Marzili bad, una extensión de césped muy grande y gratis que hay al lago del río, por detrás del parlamento, donde la gente toma el sol y se bañan en el río. Habíamos visto por Internet el césped atestado de gente, pero hoy no había nadie. Nuestra hija estaba loca por bañarse en el río, y nosotros también, pero solo vemos un chaval muy cachas en el agua y una chica con una boya para ayudarse. No hay nadie más.
Como los días anteriores había llovido, pensamos que igual el río va más revuelto de lo habitual, porque la verdad es que da miedo ver la velocidad del agua. Y como no sabemos donde te tienes que salir, si te equivocas a donde narices vas a parar… Pues no nos la quisimos jugar y nos quedamos sin baño. Nuestro gozo en un pozo. Es la única espinita que se nos ha quedado de todo el viaje. Otra vez será.
Pues de vuelta al coche sólo nos queda visitar la catedral de San Vicente, que nos va de paso. Tiene unas vidrieras preciosas.
Nos ha gustado mucho Berna. Y eso que no nos hemos bañado en el río!! Es una ciudad que apetece pasearla.
GRUYERES
Sobre las 14.30 h ponemos rumbo a Gruyeres, que está a una hora larga de coche. Teníamos que visitar Friburgo, pero no me pareció que tuviera nada especial para visitar y ya estamos cansados, así que por ver una ciudad más pues decidimos saltarnos la visita. Llegamos primero de todo a la Maison du Gruyère. Visitamos la tienda, pero no hicimos la visita guiada. Nos inflamos a probar quesos. Para nuestro gusto, el mejor el Salé Gruyère. Sólo compramos un trozo pequeño puesto que los tenían envasados y pensamos que a lo mejor no sabía lo mismo que el que tenían allí para probar y nos hemos arrepentido un montón de no haber comprado más. Que delicia!!. Ahora vamos locos en todos los supermercados probando diferentes tipos de Gruyère a ver si encontramos uno igual…
Luego subimos al centro de Gruyères, que hay que dejar el coche en unos parkings (gratis) que hay a la entrada. Se visita muy rápido y es encantador.
Montón de tiendecitas, los letreritos de hierro forjado,
rodeado de montañas,
hay el museo del Alien,
con todo de figuras raras en la fachada y al final hay un castillo, al que no entramos.
Por hoy ya habíamos acabado la visita. Eran sobre las 18 h y sólo nos queda buscar el hotel Formula 1 Ginebra, que está muy cerca de Ginebra y teníamos como 1h y media de coche. El GPS nos llevó hasta Ferney, localidad francesa dónde está el hotel, y como todos los Fórmula 1, encontramos indicadores antes de llegar. Los Formula 1 son hoteles muy básicos, todos iguales, con capacidad para 3 personas y a muy buen precio. Este costó 37 € la habitación. Tiene cama de matrimonio y litera encima, lavabo y TV. La ducha y el wc los tienes en el pasillo. Zona de aparcamiento gratis y además al estar en territorio francés, pues los restaurantes del pueblo eran en euros y a precio francés que aunque no es barato, es mucho más económico que en Suiza. Muy cerca hay una gasolinera donde llenamos a precio de España, más barato que en Francia, McDonalds, Buffalo Grill, pizzería…
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