Excursión por el Lago Atitlán (día 5: viernes, 24 de julio de 2015)
A las 8.15 estamos en la agencia y nos acompañan andando al muelle. Si no lo tienes contratado, llegando un poco antes de esta hora hay barqueros privados que se ofrecen para hacer la excursión al lago Atitlán.
Probablemente el lago Atitlán sea uno de los más impresionantes que hayas visto. A unos 1500m sobre el nivel del mar y rodeado por tres volcanes de perfecto cono con más de 3000 metros de altura (el San Pedro, el Tolimán y el Atitlán), el Lago de Atitlán es uno de los destinos imprescindibles en un viaje a Guatemala.
Éramos pocas personas y teníamos 4 pueblos a visitar (San Marcos, San Juan, San Pedro y Santiago).
El paseo en lancha es muy agradable, a pesar de los botes que da.
La vista del lago es preciosa con los volcanes al fondo. En cada uno de los pueblos nos dejaron 1 hora excepto en Santiago que nos dejaron un poco más.
Empezamos la visita por San Marcos. Este no tiene mucho por visitar, apenas había turistas. Es muy tranquilo y casi todo lo que hay son hotelitos donde se ofrecen masajes y cursos de relajación. Aquí estuvimos un rato viendo a los niños como jugaban en el patio del colegio, una iglesia en la plaza y poca cosa más.
El siguiente pueblo era San Juan. Aquí está lleno de cooperativas de pinturas, jabones, textiles… íbamos buscando cuadros con el dibujo de Antigua pero los precios eran mucho más caros que en la propia Antigua y eran mucho más duros en el regateo. De hecho no conseguimos ninguno a un precio que nos pareciera correcto. Sólo compramos uno grande de los volcanes y en un lugar más alejado de la zona de las cooperativas.
A la vuelta nos habían cambiado de lancha y nos juntaron con otro grupo así que ahora íbamos al completo, como lata de sardinas.
Seguimos ruta hasta San Pedro. Aquí continuamos con las compras y el regateo y conseguimos una mochila y cuencos de madera a buen precio.
Y para terminar nos quedaba Santiago, el pueblo más famoso del lago, después de Panajachel, al que se llega tras pasar por un pasillo del lago entre los volcanes Tolimán y San Pedro.
Aquí la meta es el Maximón, una figura de madera vestida y mezcla de la religión católica y los mitos mayas. Nos ofrecieron guías y tuc tuc para ir al Maximón, pero queríamos terminar con algunas compras. Cuando acabamos, siguiendo por la calle central y tras haber preguntado donde estaba el Maximón, puesto que lo van cambiando de casa, decidimos coger un tuc tuc ya que nos decían que estaban fuera del pueblo y que había como media hora andando.
Suerte que lo cogimos porque había un bueeeeen trozo. Allí nos esperó el tuc tuc mientras hacíamos fotos y hablábamos un poco con los oriundos. El que lo custodiaba no se podía tener en pie de la borrachera que llevaba y el espectáculo era poco más que curioso.
La visita es rápida, previo pago de unos quetzales por entrar a la casa y sacar fotos, y de vuelta para el puerto para pasear un rato más y acabar la excursión.
La verdad es que la vuelta por el lago nos encantó. Aunque los pueblos no tienen tanto encanto, básicamente te limitas a hacer alguna compra, pero en sí, el paseo en barca por estos parajes tan bonitos creemos que merece la pena y el precio de la excursión es muy asequible.
Cuando volvimos a Pana fuimos a comer. De la variada oferta que teníamos nos decantamos por uno de los restaurantes a pie de lago. Comimos camarones, pescado acompañado de una deliciosa sangría que no tenía nada que envidiar a las nuestras… Buenísimo! Además de unas preciosas vistas sobre el lago.
El resto de la tarde descansamos y dimos otro paseo por Pana.
Deja una respuesta