Vilna y vuelta a casa (día 6: jueves, 13 de abril de 2017)
Primero de todo desayunamos, en la misma cafetería de ayer, junto al apartamento de Vilna.
Queríamos comprar algunos productos típicos de la tierra, lo solemos hacer, así que gracias a internet localicé el supermercado Rimi que teníamos al lado del Ayuntamiento. Suerte que iba con la información detallada porque no se ve mucho y, además, está en el sótano así que desde la calle cuesta verlo. Era muy grande, aunque los comentarios de la gente decían lo contrario, y había de todo. Encontramos cajitas de chocolate de Vilna bien de precio y bonitas para regalar, un llavero por 3,5€ y otros productos típicos. También compramos pan para hacer después unos bocadillos para el vuelo.
Vamos muy bien. A primera hora y ya tenemos las compras hechas!! Vamos al apartamento a dejarlas y seguimos la visita con lo que teníamos pendiente.
Empezamos por la República de Uzupis (4), que es la república de los artistas. Tienen su propio himno, su constitución, su presidente, su obispo, dos iglesias, 7 puentes y un cementerio. Se trata del barrio más bohemio de la ciudad.
Seguimos hasta la Iglesia de Santa Ana (3), que justo al lado tiene la Iglesia de San Francisco. Muy bonitas, por fuera.
Y ya sólo queríamos ver las Tres Cruces y la Torre del Castillo de Gedimino (2), ambas se veían desde la Plaza de la Catedral. La Torre del Castillo no la pudimos visitar porque estaba cerrado el acceso por obras. De hecho, nos gustó más verla desde las Tres Cruces, que se veían los restos de la fortaleza que desde abajo no se veían.
Y las Tres Cruces preguntamos cómo llegar desde allí, porque no vemos el indicador. Hay que cruzar el parque y luego seguir un camino a la derecha. Hay un montón de escaleras de madera para subir y el camino va por entre medio del bosque. Nos gustó mucho esta visita. Desde arriba hay unas vistas magníficas.
Y ya de bajada comenzó a llover. Nos acercamos hasta la Catedral de nuevo, donde nos cayó un buen chaparrón. Y cuando ya paró, dimos la visita por terminada. Finalmente vimos todo lo que queríamos.
En el apartamento nos dieron 1 hora más de check out, así que tuvimos tiempo de hacer bocadillos. Uno nos lo comimos allí mismo mientras caía otro chaparrón.
Y cuando paró, fuimos a buscar el bus que nos llevaría al aeropuerto por 1€. Es la línea 88, que tenemos a 300 m. El horario de buses los puedes encontrar en esta web, así como buscar en un mapa cuál es la parada que más te interesa. Está muy bien y tienes todos los horarios. El nombre de nuestra parada era Rotuse. El trayecto hasta el aeropuerto son unos 20′, 10 paradas, y se hace con mini bus. No tiene pérdida. Nosotros tomamos el bus a las 13:16 h.
Una vez en el aeropuerto se ve a la izquierda un acceso para llegadas y a la derecha una rampa para salidas, así que está todo muy bien indicado. Sólo entrar ya está el control de seguridad y ya no hay mucho más. Aquí compramos una botella de agua por 2,5€, y los bocatas ya los llevábamos hechos.
Muy puntualmente los de Wizz Air nos empezaron a embarcar y salimos también puntualmente las 16.20 h y llegamos al aeropuerto de El Prat media hora antes.
Ha sido un viaje fantástico y muy gastronómico. Ya estamos preparando el próximo destino para el verano… INDIA!!!
14 junio, 2017 a las 19:52
Acabo de encontrar vuestra web, me encanta como explicáis los viajes y como los organizáis!!!
Yo tengo pensado organizar también algún viaje, de momento solo he visitado Japón y Londres, pero quiero empezar a viajar mas y mas!!!
Me guiare mucho con vuestra web!!
Un saludo,
Dani.
15 junio, 2017 a las 13:38
Hola Dani,
Me alegro que te guste nuestro blog… Japón, que pasada, lo tenemos pendiente!!! Ya sabes que si te podemos ayudar en algo, aquí estamos.
Saludos,
9 junio, 2018 a las 17:36
¡Me ha encantado!!!! En agosto vamos para allí. Tengo una ruta con todos los sitios donde habéis estado pero hemos añadido Tallinn. Somos cuatro (vamos con mis hijos) así que hemos alquilado coche.
Espero que nos podamos desenvolver tan bien como vosotras.
Un saludo y gracias.
Susana