Ruta Panorama hasta Graskop (día 8: 15 d’agost de 2022, lunes)
Hoy nos vamos del Kruger y vamos a hacer la ruta Panorama, que es una ruta siguiendo el río y el Cañón Blyde. El Cañón Blyde es el tercer cañón más grande del mundo, con paredes rocosas de 600 a 800m y junto con el parque Kruger, es lo más importante de la zona. Si lo consideramos como cañón con vegetación, es el más grande del mundo, con paredes que llegan a los 1.500 m.
Ponemos rumbo a Three Rondavels, nuestro primer destino, a un par de horas de coche largas, 149km. Luego, las otras paradas ya están muy cerca una de la otra. Es una buena carretera, ancha, sin peaje, hay algún socavón, que están arreglando, pero es buena. El paisaje es increíble, entre las montañas, con campos de cultivos, pueblecitos. Es una ruta muy agradable y hay paradas de artesanías y sitios para comer en la carretera.
Three Rondavels
Tiene una caída impresionante, con tres formaciones rocosas que se ven sobre el caudal del río, que dan nombre al mirador por su forma que hace recordar a las casas tradicionales africanas, conocidas como “rondavels”.
Antes de llegar al mirador existe una zona de aparcamiento gratuito en la que podrás dejar el coche. En la zona hay muchos sitios de artesanías y la zona de acceso a los miradores (hay varios) es muy fácil de recorrer, y en algunos lugares se hace a través de pasarelas.
No está incluido en la Wild Card. Precio, 70R, unos 4€. La carretera que da acceso al mirador está abierta de 7 a 17h. Los precios de las entradas de algunos sitios se han duplicado, respecto a la información que había encontrado de hacía un par de años. Ésta, en concreto, nos tenía que costar 32 rands.
Aquí hay muchos puestos de artesanía y muchos miradores. Nos hemos comprado unas patatas fritas, que en Sudáfrica las hacen buenísimas, ya que les echan especias por encima, y nos hemos entretenido más.
Seguimos ruta hasta Bourke’s Lukes Potholes, a unos 16km, una media hora. Son unas formaciones rocosas espectaculares en la unión de los ríos Treus y Blyde, que se pueden ver a través de unos puentes que recorren la zona. Aquí nos pasó lo mismo, teníamos el precio de la entrada en 65R y valía 130R, así que no fuimos. Son paradas muy rápidas, que haces un puñado de fotos en media hora y ésta la pasamos de largo.
Y ya hemos seguido hasta Lisbon Fall, una cascada de 90 metros, que forma parte de la Ruta de las Cascadas. Precio, 16R. También hay souvenirs y nos hemos comprado una jirafa por 100R.
Y para acabar, hemos llegado a Graskop, nuestro último destino, a otros 10 km, y donde haremos noche. Es un pueblecito muy pequeño, son cuatro calles, pero pinta muy bien con muchos bares y tiendas, pubs… De todas formas, hay que tener en cuenta que cierran todo muy pronto, hacia las 20h, si no se quiere encontrar todo cerrado. De día había mucho ambiente, pero cuando salimos a cenar, nos costó encontrar restaurante abierto.
El apartamento estuvo muy bien, fuimos a buscar las llaves a una ofina de turismo, que llevaban los dueños y pedimos un poco de información. El apartamento contaba con esterillas de cuerpo entero en las camas (es algo que se estila aquí, ya que a lo largo del viaje nos lo encontramos en más alojamientos). Al poco rato de llegar a la habitación, vino el dueño, muy amable, y nos trajo leche, infusiones, etc.
Este es el link del alojamiento.
Luego salimos a dar una vuelta e intentamos cambiar dinero, pero no encontramos ningún sitio para hacerlo, así que sacamos dinero de un ATM. También había muchas paradas de artesanía, muy bonitas, pero era más barato en la zona de la cascada que habíamos estado antes.
Aquí hacía bastante frío así que volvimos al hotel a entrar en calor un rato y luego salimos a cenar. El restaurante estuvo muy bien, nos costó 380R con parrillada de carne (cordero, ternera y pollo con boniato y arroz de guarnición), una milanesa con salsa de queso por encima y 2 copones de vino.
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