Día 3: lunes, 3 de agosto de 2009

Para hoy teníamos Padua por la mañana y Venecia por la tarde, muy pocos quilómetros (menos de 100 km) para recuperar fuerzas.

Hasta Padua sólo tenemos 44 km., menos de 45’. Nos hemos entretenido con el desayuno, así que empezamos ruta un poco tarde.

PADUA (PADOVA)

A las 10.30 h ya estamos pateando, un poco tarde para nuestro gusto, así que habrá que concentrarse en lo principal. Le habíamos destinado un par de horas a Padua y estamos un poco menos.

Empezamos por “El Santo sin nombre” (Basílica de S. Antonio), que es el monumento religioso más importante de Padua, dedicado al santo que su nombre indica. La basílica nos pareció impresionante, tanto por fuera, con sus 8 imponentes cúpulas, como su precioso interior bellamente decorado, sus claustros…

Muy cerca de aquí tenemos la Plaza “El prado sin hierba” (Prato della Valle), que era el otro imperdible de Padua. Esta preciosa plaza es la más grande de Italia y la segunda más extensa de Europa. Tiene un canal circular rodeado por 84 estatuas.Justo aquí al lado está la Basílica di Santa Giustina, que también visitamos.Había muchas más cosas por ver y nos hubiera gustado callejear, pero no tuvimos tiempo. Nos quedamos sólo con lo más imprescindible de Padua, que nos encantó.

Nos quedaban 40 km. hasta Venecia, menos de 45’, donde teníamos pensado llegar a comer a primera hora de la tarde.

Aquí puedes ampliar la información sobre Padua

VENECIA

Llegamos sobre las 14 h. Si vienes en coche, o aparcas antes de la isla y llegas en tren o cruzas el Puente de la Libertad, que une Venecia con el continente y aparcas en uno de los macroparkings que hay en la entrada. Esta es la opción que utilizamos nosotros y aparcamos en Tronchetto, que era de los más baratos y está pasado el puente, a la derecha. Ya está indicado. La tarifa 24 h nos costó 20 euros. Necesitamos casi una hora para encontrar hueco en el aparcamiento, y eso que tenía más de 2.000 plazas…

Aparcar el coche un día entero le dará un buen descanso al conductor.

Venecia es una ciudad llena de canales por lo que el medio de transporte no puede ser terrestre como el metro o el bus, sino que es acuático: el Vaporetto. Hay diferentes precios en función del tiempo que lo vas a coger. El billete sencillo es caro, como unos 6 €, y dura para 1 hora, por lo que lo mejor es comprar alguno de los bonos. Nosotros íbamos a estar 1 día así que cogimos el de 24 h que nos costó 18€ cada uno. Empieza a funcionar en el momento que marcas la primera vez. Los billetes se compran en cualquier tienda que tenga el cartel ACTV.

Cogemos el Vaporetto y vamos al Albergo Basilea Dipendenza  a dejar el equipaje.Genial el sistema de Vaporetto para moverse por la ciudad y las distintas islas. En realidad, es como una buena red de metro: muchas líneas, buena frecuencia y muchos destinos. El alojamiento en Venecia es muy caro. De hecho, reservamos un hotel sencillo y es el que nos ha salido más caro de todos, 78 € la noche. Eso sí la habitación era enorme, con 6 camas. Estaba situado justo al lado del canal Marín, a menos de 5’ andando del Gran Canal.

Cogemos el Vaporetto y vamos a ver lo principal, la Basílica de San Marcos. Es muy chulo el paseo por el Gran Canal, viendo todo de edificios majestuosos.Llegamos a la Plaza de San Marcos, el centro neurálgico de Venecia, que estaba masificada.En general ésta es la ciudad italiana en la que hemos encontrado mucha más gente que en el resto. De hecho, aquí paran la mayoría de los cruceros. Aquí en la Plaza también se puede ver l’Orologio y el Campanile de San Marcos.La Basílica de San Marcos por fuera es preciosa y por dentro mucho más sencilla (quizás porque la vimos sin luz puesto sólo se ilumina en determinadas horas). Se ve rápido. El problema es superar la gran cola de entrada que suele haber. No dejan pasar mochilas así que hay que dejarlas en una consigna que hay en una calle justo aquí al lado. Normalmente la gente hace la cola y cuando te toca entrar te envían a la consigna a dejar la mochila. Así que una vez vuelves de la consigna, con el tiquet correspondiente, te dejan entrar del tirón. Nosotros buscamos la consigna y fuimos a dejar la bolsa directamente y a la vuelta entramos del tirón. Nos ahorramos un buen rato de cola.Y a continuación hicimos la visita al Palacio Ducal, que también vimos por dentro. Habíamos comprado por internet la entrada reducida de tarde, para visitarlo entre 15-18h por 11 €. Nos encantó el Palacio, con sus lujosos salones, la Escalinata de los Gigantes, sus patios… Esta visita puede durar una hora larga, aprox.Una vez visto el Palacio Ducal callejeamos un poco. Pasamos por el Puente de los Suspiros…

Es muy agradable pasear por Venecia. Rematamos el día con una pizza al taglio, o lo que es lo mismo, pizza al corte, en un chiringuito al lado del hotel.Al anochecer nos cayó un chaparrón que aprovechamos para reservar fuerzas en el hotel, por lo que no vimos Venecia de noche.

Día 4: Venecia y Bolonia