Día 1: lunes, 20 de julio de 2015

El avión sale a las 10.30 h. En Lastminute me recomendaron que yo no sacara ninguna tarjeta de embarque ya que hacemos dos escalas y que fuera al mostrador con unas tres horas de anticipación y lo gestionara todo en el aeropuerto.

Antes de las 8 ya estamos en el aeropuerto. A las 9 ya hemos sacado las tarjetas de embarque y facturado el equipaje. Aquí nos dan todas las tarjetas de embarque de cada uno de los tramos. Nos toca control de equipaje aleatorio, sin problemas, y nos queda una espera de un par de horas.

El primer tramo va a Frankfurt con Lufthansa, con algo de retraso, pero llegamos bien. El equipaje no tenemos que cogerlo. Tiempo de conexión: 1 h 10’, suficiente a pesar de que el aeropuerto es grande.

Ahora vuelo largo hasta Houston con United Airlines. Mira que íbamos abrigados pero hace un frío que pela en el avión. Teníamos que haber cogido otra manga larga… Salimos como balas puesto que la escala era de 1h 30’. Después de preguntar como a seis personas si teníamos que recoger el equipaje en Houston y volverlo a facturar, unos decían que sí y otros que no, no sabíamos qué iba a pasar. Primero hay que pasar inmigración, hay montón de carteles que lo indican, también en castellano. No hay mucha cola: huellas, retina, hojita azul que dan en el avión para rellenar, uno por familia. El famoso ESTA (visado obligatorio para entrar a USA) ni lo pidieron, aunque hay que tenerlo sacado. Luego las cintas de equipaje, supuestamente en United miramos por si acaso, pero nada. También miramos en LH, que era el tramo final, y tampoco. Ya casi pasando aduana que volvemos a mirar en la de United y allí estaban. Pasamos aduana, un poco de cola, pero rápido. Justo a continuación están las cintas de facturación en conexión. Más que dejar las maletas y ya está, ya van señalizadas, y hacia la puerta de embarque, previo paso por el control de seguridad. Aquí hay que quitarse los zapatos, vaciar bolsillos… Como líquidos no llevábamos encima, fue bastante rápido. Luego andar un buen trozo hasta la otra terminal pero aun así nos sobró media hora, justo el tiempo de embarque.

El último tramo nos llevaba ya a Guatemala City, también con United. Este tramo se nos hizo pesadísimo, además íbamos acumulando retrasos en la salida de vuelos. Teníamos que llegar a las 21 y llegamos una hora más tarde. Otro papelito para rellenar y recoger el equipaje, que tardó en salir pero llegó en perfecto estado. Buffff, qué alivio! El paso de la aduana rapidísimo. Y sólo faltaba que los de Guatemala Royal Tours estuvieran esperándonos a pesar del retraso, pues eran ya las 22.30 h. Efectivamente allí estaban con un cartelito con mi nombre. El precio del traslado 12$ pax.

La ruta de Guatemala City a Antigua es de una hora aproximadamente. Como habíamos leído que la capital no aportaba nada positivo, y que además es insegura, ni siquiera nos quedamos a dormir aquí. Lo poco que vimos nos pareció una ciudad desangelada. Así nos lo confirmó el conductor.

Llegamos muy tarde al hotel Casa del Parque, en la 4a avenida, en pleno centro de Antigua. Era un poco más caro de lo normal pero lo buscamos con piscina para podernos refrescar tras las excursiones. Reservamos directamente a través de correo electrónico sin tener que avanzar ningún pago.

Hotel Casa del Parque, en Antigua

El hotel es encantador. Cuando llegamos no lo vimos porque estaba oscuro, pero tiene un precioso patio con plantas, la habitación muy amplia y coqueta y en el pasillo hay una garrafa de agua donde podemos beber y recargar nuestra botellita tras las excursiones lo cual, cuando bebes tantísimo, es de agradecer. Todo es muy acogedor. Además tiene sauna y piscina.

Día 2: Antigua, patrimonio de la UNESCO