Ankara. Día 7: sábado, 29 de junio de 2013
Hoy toca coger el coche de nuevo. Habíamos previsto ir a bañarnos al mar muerto, pero hemos decidido anularlo y así llegar antes a Ankara. Dejamos el apartamento sobre las 8.30 h. Hay que ir por la autopista y he leído algo de que hay que comprar una tarjeta para los peajes y para cruzar el puente sobre el Bósforo.
Al salir del parking preguntamos y nos dice algo de que en Ptt, Shell, etc. se puede comprar. Programamos el GPS y en la primera gasolinera Shell que encontramos por el camino paramos a preguntar. Nos dicen que no tienen, pero hablaban poco inglés. Suerte que en aquel momento llega un señor, que parecía el encargado, aunque él nos dijo luego que no, y nos hizo un curso acelerado sobre el sistema de pago de autopistas. Hay dos sistemas, cuyas letras ya habíamos visto en la autopista: OGS (que es el que llevaba él pero no acabé de entender los beneficios. Este no es pegatina, es un chismecito raro que se pega en el cristal) y HGS.
El HGS es el que nos dijo él que compráramos pues es el que nos iba mejor para nuestra ruta. Nos recomendó comprarlo en el primer puente del Bósforo, puesto que teníamos que pasar por allí. También nos ayudó a comprobar en el GPS que efectivamente nos llevaba por aquella ruta, como así fue.
Si pasas por el primer puente, hay que cruzar el puente y justo antes de las barreras, a la derecha se ve un edificio. Dentro está una oficina de la Ptt, que nos habían nombrado antes y qué no sabíamos que era. Pues son sus oficinas de correos. Dicho sea de paso, que en otra ocasión, en una de estas oficinas aprovechamos para cambiar Liras en zonas poco turísticas donde no encontramos casas de cambio, y el cambio era muy correcto. Creo que cambiamos a 1,50 cuando en la costa lo habíamos visto a 1,45. Así que es una buena alternativa para cambiar dinero.
La pegatina nos costó 35 LT. El puente creo que nos costó unas 13LT pasarlo. Tal como nos dijo el señor de la gasolinera, aquí también solucionamos el pago del peaje de nuestra llegada a Estambul, cuando pitó la máquina por no llevar la pegatina. De hecho, nos pidieron el pasaporte del conductor y los papeles del coche y simplemente nos lo descontó del saldo.
Según nos explicaron, cuando te quedas sin saldo al pasar por los peajes la máquina pita y entonces tienes una semana para pagarlo, así que el pitido que a nosotros tanto nos asustó parece que es la práctica habitual. En las gasolineras de la autopista, en el cartel donde pone los servicios que tienen, algunas pone HGS y esto quiere decir que aquí puedes comprar la pegatina o recargarla. Importante cuando se pasa por la barrera de salida de la autopista pasar por el de HGS.
Tardamos como 1 hora en salir de Estambul previa charla con el gasolinero y previa compra de la pegatina.
Seguimos ruta hasta Ankara. Había unos de 450 km, creo que unas 4-5 h aproximadamente. La autopista está bastante bien. La ruta es preciosa, todo muy verde con muchos abetos hasta prácticamente la capital. Llegamos a Ankara sobre las 15 h y fuimos directamente con el coche al Mausoleo de Ataturk, ya que quedaba un poco alejado. Para pasar con el coche hay un control de accesos. A los turcos se les quedan su documento de identidad, que tienen que recoger a la salida, pero a los extranjeros sólo nos dijeron que saliéramos por la misma puerta que habíamos entrado.
La verdad es que nos gustó bastante, a pesar de que estábamos a casi 40º.
Dentro hay un museo con fotos, documentos antiguos, esculturas y una zona muy curiosa con pinturas de escenas bélicas junto con objetos de guerra simulando fuego real con sonido de fondo. Era curioso de ver. Pero en toda esta zona no se podían hacer fotos ni grabar.
También vimos el cambio de guardia.
Llegamos al hotel y rato de relax. Está bastante céntrico y muy correcto. Hay todo de mercados por la zona. La verdad es que Ankara no nos ha gustado nada como ciudad. A pesar de ser la capital, son muy cerrados, y nos miraban descaradamente hasta el punto de hacernos sentir incómodos.
De hecho hemos estado en varios países musulmanes y ha sido la única vez que nos ha pasado algo así. Además, las calles y la urbanización no tiene nada que ver con el resto del país. Nos recordaba mucho más a las de Marruecos y Egipto que a Estambul. Estaba bastante sucio, viejo, calles polvorientas, bordillos muy altos compartiendo espacio con otros imperceptibles,… Nos dimos una vuelta pero como no nos gustó decidimos cenar y dar por acabada la visita a Ankara. Cenamos en una terraza comida típica: pinchos y alitas a la parrilla, arroz, ensalada, yogurt y un postre buenísimo que creo que eran apple profiteroles o algo así.
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