Abú Simbel (día 5: miércoles, 28 de julio de 2010)
Nos levantamos a las 2.15 h de la mañana porque a las 4 sale el convoy hacia Abu Simbel y a las 3.15 hay que coger el barco que nos lleva del hotel a la Corniche. Recogemos los box breakfast (desayuno picnic) y nos vamos al lugar de encuentro. En la corniche nos recoge la minivan del hotel con un guía de habla inglesa. La excursión la hemos contratado directamente con el hotel Pyramisa Aswan. Vamos nosotros y otra familia con 2 niños. Pero cuando llegamos al sitio de parada del convoy el guía, Sheriff, nos lleva aparte y nos dice que él es sólo nuestro guía, que los otros también vienen en la misma furgoneta pero que no han contratado guía y que él es sólo guía para nosotros. Además insiste en que él es egiptólogo, no como muchos guías que hay que no tienen estudios, y que estudió castellano o sea que se iba a esforzar por darnos la explicación en castellano. Resulta que hemos llegado tarde y en vez de salir a las 4 saldremos a las 4.30 h. Mientras tanto, Sheriff nos explica cosas de los templos y de Aswan, aparte, para que los otros no se enteraran ya que no habían pagado por sus servicios… Sin comentarios.
La mayoría de vehículos son minivans y algún autocar grande y algún taxi. Es alucinante ver como conducen. Van como locos, parece que hagan carreras a ver quien llega antes. Casi todo el rato van por el carril de la izquierda o por el medio, de derecha a izquierda, como para que no les adelanten los de detrás. Aunque no se pueda adelantar, ellos lo intentan igual. Nosotros fuimos todo el trayecto con un autocar grande delante y detrás otra minivan y la nuestra. Parecía todo el camino que intentan adelantar al de delante, pero el de delante no se deja y así se pasan todo el trayecto. El problema es cuando viene un coche de frente, porque no sabes quién se apartará ya que ninguno reduce. Desde luego se aparta el que intenta adelantar, porque el otro no reduce para nada. Toda una experiencia. Además pillamos obras en la carretera, para hacerlo más emocionante. No hay señalización alguna, no cortan la carretera, no hay vía alternativa, no hacen primero un carril y luego otro para que haya una vía transitable. Tienes que pasar por el medio de la carretera, despacito porque hay alquitrán, piedras… y las máquinas trabajando por en medio.
El trayecto dura 3 h. A las 7.30 h llegamos. Y a las 9 tenemos que estar en la minivan de vuelta. Hay 2 templos: el de Ramses II y el de su mujer Nefertari. Los 2 se visitan con la misma entrada. Estos son los primeros templos que vemos. Está claro que es más bonito y más grande el de Ramsés que el de su mujer. Es impresionante enclavado en la misma montaña. Allí mismo está el lago Nasser, que es tan grande que parece el mar. Dentro no se pueden hacer fotos, lo que hace las visitas más rápidas. De todas formas no nos sobra nada de tiempo y tenemos que salir corriendo.
De vuelta a Aswan tenemos contratada también la parada en Philae. Para llegar el templo hay que coger una barca puesto que está en una isla. El lugar es encantador, el entorno y el templo nos ha gustado mucho, incluso más que el de Abú Simbel. Es un templo con columnas grecoromanas y está muy bien conservado. Apenas encontramos a nadie. Nuestra hija ya está muy cansada y hace mucho calor. Son aproximadamente las 15 h y después de la visita volvemos al hotel.
Como todavía no nos habíamos bañado en la piscina del hotel, y esta es chulísima con una cascada, una fuente en medio y un bar dentro del agua, pues vamos a disfrutar de las instalaciones del hotel y nos tomamos un zumo de manzana, que había leído que era buenísimo, y además es verdad, dentro de la piscina. Estamos hasta las 19 h que es cuando cierran.
Luego cenamos en un italiano que hay en el hotel y a dormir que hoy el día ha sido muuuuy largo.
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