Excursión al arrecife: (día 16: martes, 4 de agosto de 2015)
También desayunamos en el apartamento…
La excursión larga la suelen ofrecer todas las agencias y parece que apenas hay diferencia de precio. Nosotros decidimos hacerla con Ragammufin Tours porque la hacen en velero. Parece que el resto son en barcas a motor. La verdad es que la experiencia fue una pasada y el trato recibido y la profesionalidad inmejorable. Recomendable 100%.
Para empezar, un rato antes, en tierra, nos hicieron probar a todos aletas y gafas y les pusieron nuestro nombre. Las tallas que faltaron las fueron a buscar y vinieron con equipo precintado (en México a mi se me salió una aleta las tres veces que salté, y tuve que perder tiempo en buscarla y ponérmela de nuevo dentro del agua. Las habíamos elegido en el barco, por eliminación, puesto que las tallas no acababan de ajustar. Los que pidieron neoprenos, uno se lo tubo que quitar porque se ahogaba, y se iba poniendo colorado, puesto que le iba pequeño y no tenían más tallas…).
Cuando zarpamos fueron dando instrucciones de cómo hacer snorquel, como poner las gafas, como respirar, como mover las aletas… Eso sí, todo era en inglés. De todas formas también algo de castellano. Nosotros ya sabíamos hacer snorquel, pero en México, en la excursión de la ballena, había una señora que se ahogaba con el tubo porque supongo que no sabría respirar y no explicaron nada y no hacía más que sacar la cabeza del agua cuando, en realidad, la gracia del tubo es no tener que hacerlo.
Nada más empezar nos presentaron al acompañante del barco…
El viaje es muy agradable con la brisa del mar. Llevábamos camisetas acuáticas y nos fue muy bien, puesto que nos olvidamos bastante de las cremas.
Por el camino nos dieron refrescos, ponche…
En la primera parada caímos literalmente sobre los tiburones gato. Pensaba que eran más pequeños… Y bandadas de peces enormes. Nos dejaron un ratito y pudimos disfrutar a nuestras anchas…
Luego nos dieron nachos y ceviche para picar y nos llevaron al arrecife.
Este era el otro barco que salió de Raggamufing
Allí vimos rayas,
tortugas,
y tuvimos suerte!!! También vimos una pareja de manatíes. Fue increíble ver aquellas vacas marinas nadando plácidamente.
Luego nos dieron de comer… De hecho nos habían preguntado el menú al hacer la reserva. Elegimos pasta. Buenísima.
Un paseo relajante, un rato de relax, nos dejaron saltar al agua otro ratito…
Tuvimos tiempo de todo. Amenizado con música reggae de fondo… y regado con ponche…
Sin duda, si existe el paraíso, tiene que ser parecido a esto. Lo mejor del viaje. Los capitanes del barco, encantadores…
Y rematamos el día con la última cena en casa Rose, que estaba al final del Cayo, en dirección contraria al Split. Lo habíamos visto recomendado. Tiene fuera los pescados para que elijas…
Todo buenísimo. Esto es lo que sobró
…
27 septiembre, 2016 a las 00:16
Muy chulo el viaje y genial el diario. Lo apunto en la lista !! ??