Plaza de los Héroes, Café New York (día 5: domingo 6 de enero de 2019)

Desayunamos de nuevo en Café Frei. El vuelo no sale hasta la noche, así que tenemos todo el día por delante.

Dejamos el equipaje recogido para que puedan limpiar el apartamento, pero nos permiten ir a buscarlo hacia las 18h, antes de ir al aeropuerto. La alternativa para guardar el equipaje es la estación de metro que tenemos al lado, Deak Ference Ter. Si necesitas guardar tu equipaje, aquí tienes la información.

Para hoy tenemos la zona de la Plaza de los Héroes y lo que nos ha ido quedando pendiente… Decidimos ir andando por la calle Andrassy hasta la Ópera, para ver el edificio por fuera. Pero oh, horror, está en obras entero. Todo el exterior está rodeado de andamios, así que no hicimos ninguna foto.

La Avenida Andrássy, es una avenida llena de edificios señoriales y palacios renacentistas. El gran boulevard une la plaza Erzsébet ter con la Plaza de los Héroes, finalizando su recorrido junto al Parque de la ciudad, un lugar ideal para pasar un rato relajado. También encontrarás las tiendas de marcas más importantes.

Avenida Andrassy, Budapest.

Es una especie de Paseo de Gracia de Barcelona. Hacía frío así que decidimos coger el metro en la parada Ópera, línea M1, amarilla, hasta la Plaza de los Héroes que es la parada Hősök Tere.

Esta línea de metro es una pasada, en plan antiguo, tanto las estaciones como los trenes. Nada más salir a la calle ya ves lo impresionante que es la Plaza de los Héroes.

Plaza de los Héroes

La Plaza de los Héroes es una de las plazas más importantes de Budapest. Sus estatuas conmemoran a los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría.

Está en el extremo menos céntrico de la Avenida Andrássy,  y forma junto a ella un importante conjunto arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El edificio más representativo de la Plaza de los Héroes es el Museo de Bellas Artes.

Plaza de los Heroes, Budapest.

Museo de Bellas Artes, Budapest.

Dicen que por la noche iluminada es muy bonita. A nosotros es lo único que nos caía a desmano, así que sólo la vimos de día y hay que decir que toda esta zona es muy bonita.

Yendo hacia el parque había una pista de patinaje sobre hielo al aire libre, inmensa, repleta de gente. Y estuvimos un rato viendo el ambiente. Era una gozada ver lo bien que patinaban todos.

Pista de patinaje en el Parque Varosliget, Budapest.

El parque que hay es inmenso y muy bonito. Parece ser que aquí hacen vida las familias los fines de semana.Quedaba nieve del día anterior. Había mercado navideño. Pasamos por el castillo Vajdahunyad, que por fuera es espectacular. Por dentro creo que es un museo. Hacía mucho frío así que aprovechamos e hicimos un vino caliente. Los tienes de diferentes sabores. El de fresa buenísimo. Y el té de naranja también.

Mercadillo callejero, Budapest.

Castillo Vajdahunyad, Budapest.

Y al otro lado del parque, camino de vuelta por donde habíamos venido, está el Balneari Szecheny. Los balnearios es otro de los imperdibles de Budapest, aunque nosotros nos lo perdimos. Los más famosos son este y el Balneario Gellert, en la zona de Buda. La ropa de invierno ocupa mucho así que nos dio palo cargar con la ropa de baño y pagar los 17€ que vale la entrada para estar un rato, con el frío que nos iba a hacer. Aquí tenéis la web de las Termas Szechenyi.  Y aquí la Info del Balneario Gellert, que aún es más caro.

Balneario Szechenyi, Budapest.

Café New York

Cogimos el metro de nuevo, justo frente al balneario, en la parada Szechenyi. Nos quedaba 1 billete del bono de 10, así que sólo tuvimos que comprar 2 más. Y nuestro siguiente destino era el Café New York. La ruta indicada era la M1 hasta Deak Ferenc Ter y allí transbordo a la M2, un par de paradas más hasta Blaha Lujza Ter.

Salimos a unos pocos metros del Café New York. Eran como las 12.30 h y de nuevo había cola. Pero decidimos esperar. No creo que esperáramos más de 10’.

El New York Café, sin duda uno de los cafés más bonitos del mundo, ha vivido muchas épocas, sistemas políticos y puntos de inflexión históricos. Sin embargo, siempre ha renacido, resplandeciente y ocupado por aquellos que anhelaban sus comodidades: artistas, miembros de la nobleza y plebeyos por igual.

A comienzos del siglo XX, el New York Café (New York Kávéház) era el café más hermoso y amado de Budapest. Era un lugar popular entre escritores y editores, de hecho, los periódicos más influyentes fueron editados aquí, arriba en la galería. Después de la Segunda Guerra Mundial, el ya famoso café cayó en mal estado y sirvió como una tienda de artículos deportivos. Aunque el café reabrió sus puertas en 1954, no fue hasta 2006 que recuperó su esplendor original.

Hoy en día, el Hotel New York Palace, construido en estilo ecléctico renacentista italiano e inaugurado en 1894, alberga el Café New York. La cafetería, junto con un restaurante y el Nyugat-bar, ahora forman parte del hotel.

Cafe New York, Budapest.

Cafe New York, Budapest.

El horario del café New York es de 9 a 24h todos los días.  Aquí podéis consultar la carta de lo que se puede consumir en él. Los platos son tal cual se ven en las fotos.

Está claro que no es barato consumir aquí, pero tampoco nada exagerado que no tengamos que pagar en nuestras respectivas capitales según donde te lo tomes. Lo más económico es el café o la botellita de agua pequeños, que son 5 euros. Nosotros decidimos estirarnos un poco más y nos decantamos por unos mojitos y una copa de Cabernet Sauvignon… que acompañamos con un plato de jamón y queso. El plato vino con pan y mantequilla, lo cual no esperábamos y que nos ayudó a hacer cuerpo para no tomar el mojito a palo seco, así que lo bordamos.

De copas en Café New York, Budapest.

Estaba todo buenísimo y fue un lujazo. El lugar quita el habla y, encima, un rato de pianista y un rato música con violines, todo en directo, por supuesto. Lo disfrutamos un montón y nos costó 49€, con los impuestos, que iban a parte. Totalmente recomendable hacer una consumición aquí y disfrutar de un lugar tan excepcional por un rato.

Ya nos quedaba poca cosa… El puente de la Libertad de noche, que lo habíamos ido retrasando y casi me quedo sin, y comprar algunos suvenires en la Vaci Utca.

De camino al puente teníamos que pasar por la Gran Sinagoga Judía de nuevo, cuyo interior habíamos descartado, porque nos pareció desorbitado el precio de 4000 Ft. Habíamos leído comentarios y la mayoría coincidían en que el precio era exagerado para la que hay dentro.

Con el precio también puedes ver el Árbol de Vida que también se ve desde la calle. Es una escultura similar a un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto y fue construida en 1991. Y también se ve el Cementerio Judío que, según dicen, es poco sorprendente comparado con el de Praga, que no conocemos, pero por las fotos que he visto, no tiene nada que ver. También se ve desde la calle.

Arbol de la Vida en la Sinagoga de Budapest.

Cementerio Judio en la Sinagoga de Budapest.

Y ya nos dirigimos hacia la Vaci Utca donde compramos los suvenires que nos faltaban: botellitas de Palinka…

Y llegamos hasta el puente de la Libertad, decorado con estatuas de bronce… Una preciosidad. Al otro lado del puente está Balneario Gellért.

Puente de la Libertad, Budapest.

Puente de la Libertad, Budapest.

Y como nos sobraba un rato, decidimos ir a cenar al restaurante del primer día, donde de nuevo cenamos genial. Además, fueron muy amables porque el primer día nos habían dado un vale con un descuento del 10%, que no llevábamos a mano y como se acordaban de nosotros, nos lo hicieron igualmente, sin decírselo ni nada.

Cena en Restaurante Parisi, Budapest.

Pues con esto acabamos el viaje. Primero fuimos a la parada del bus al aeropuerto, a ver si veíamos los horarios… Como no nos quedaba cash, había que comprar los billetes en la máquina. Como había cola, nos repartimos la faena. Ellos fueron al apartamento a por el equipaje mientras yo compraba los billetes y pasaba por el súper. Qué coordinación!! En 15’ pasaba el siguiente bus y lo clavamos. Y esta vez sí pudimos ir sentados.

Llegamos un par de horas antes y fue todo rodado. A esperar y camino de vuelta sin incidentes. Sólo que me confundí de parquing y fuimos al que no tocaba. Según dijo el conductor les pasa muchas veces. Mal de muchos… consuelo de TONTA. Por suerte nos devolvieron enseguida al aeropuerto y la otra furgo nos esperaba… Llegamos a casa hacia la una de la madrugada y mañana a trabajar L.

Como todos, ha sido un fantástico viaje. Un destino pero que muy, muy recomendable. Seguramente se disfrutará y aprovechará el día aún más en primavera o verano.

Sin nuevo destino definido… esperando a ver si en verano pudiéramos hacer PERU!!!!!

Otros gastos del día:

Desayuno en Café Frei: 2080 Ft

Botella de Palinka 100 ml: 1350 Ft

Vino caliente: 600 Ft

Te con naranja: 300 Ft

Cena: 12000 Ft

Salchichón pequeño: 1250 Ft