Pirámides (día 10: lunes, 2 de agosto de 2010)
Hoy madrugamos porque a las 7.25 de la mañana hay que coger el avión para el Cairo, para ir a ver las pirámides. Nos lleva al aeropuerto la furgoneta del hotel, sin cargo.
A las 8.30 h estamos en el Cairo y resulta que la maleta grande, que la habíamos facturado, no aparece. Vamos al mostrador de reclamaciones y nos dicen que se ha quedado en Sharm. Mi marido dice que la ha visto bajar del avión en el Cairo. Nosotras estábamos delante del avión y él al final así que no podía más que esperar a que bajara la gente y mientras miraba por la ventana vio bajar la maleta en el Cairo. Ellos empeñados en que sería otra parecida. No puede ser parecida. La nuestra es fucsia con rallas. No creo que haya otra parecida. Ellos insisten en que la maleta está en Sharm y que les demos la dirección del hotel que nos la envían. Pero si nos vamos mañana!! Tanto insistimos que nos dicen que a ver si saldrá con otro vuelo. Eureka. Mientras discutíamos vemos en la cinta que aparece nuestra maleta, sola. Bueno, menos mal.
A la salida nos esperan de nuevo Emad y el representante. Hoy nos toca ver las pirámides.
Primero vamos a Dashur, la que está más lejos. Allí está la pirámide romboidal, que vemos de lejos, y la pirámide roja. En esta se puede entrar. Sólo hay una pareja mejicana que acaban de salir y él estaba empapado de sudor y jadeante, parecía que se ahogaba. Entramos en un pasillo de unos 100 m. de largo, muy estrecho donde hay que andar agachados. Al final del pasillo llegamos a una cámara y luego tras subir unas escaleras de madera hay otra cámara. Dentro casi no hace calor y hay un olor muy fuerte, como de amoníaco, pero soportable. Luego el pasillo de vuelta, sin problemas, pero tener que hacerlo agachados nos castiga las piernas un montón y lo que dice todo el mundo es verdad. Estuvimos un par o tres de días con unas agujetas terribles. Suerte que ya estábamos al final del viaje porque no podíamos ni andar. Me gustó mucho poder entrar en una de las pirámides y todo el mundo recomienda ésta mejor que las de Giza puesto que es más barata y hay menos gente.
Pirámide de Dahshur.
Ascendiendo a la Pirámide de Dahshur.
Interior de la Pirámide de Dahshur.
Aquí al lado hay un campo militar, donde están haciendo prácticas de tiro.
Estatua de Ramses II.
Ahora vamos a Memphis, que había sido la capital. Aquí vemos la estatua de Ramses II que está en el suelo. Parece ser que esta estatua cayó aquí y como era tan grande, unos 13 m., no se han atrevido a reconstruirla por si se rompía. Fuera hay algunas estatuas más y trozos de monumentos. Nos ha gustado mucho esta visita. Y pensar que casi la eliminamos de la ruta porque como todo el mundo decía que sólo era una estatua, que era muy poca cosa… Nos alegramos de haber ido.
Ahora nos vamos al complejo de Saqqara. Aquí está la pirámide escalonada, que es la más antigua de Egipto y que está en restauración. También está el templo.
Pirámide escalonada de Saqqara.
Ahora vamos a las pirámides de Giza. La más grande es la de Keops, la segunda la de Kefren, con la punta recubierta de caliza, y la más pequeña la de Micerinos. A la de Keops se puede ascender un poco para hacer fotos.
Las pirámides de Giza las íbamos a ver nosotros solos, pero ya que todo el viaje había salido perfecto decidimos hacerlo con la agencia, y menos mal porque para ir andando de una a otra hay un buen trozo y con la que está cayendo… Es mediodía.
La de Micerinos es muy pequeña y al lado de cada pirámide hay 3 muy pequeñas que son las de las reinas. Subimos arriba del todo para ver una panorámica de las pirámides. Allí hay también los camellos para darse un paseo. Emad conoce a algún camellero así que nos subimos para hacernos unas fotos. Si no, no lo hubiéramos hecho puesto que dicen que hay mucha estafa aquí y para evitar problemas.
Luego damos un paseo y vamos a ver la esfinge, que también es muy bonita y está medio reconstruida. Allí nos hacemos las típicas fotos con la esfinge y las pirámides.
Pirámides de Giza.
Esfinge de Gizeh.
Esfinge de Gizeh.
Bazar Khan el Khalili, El Cairo.
Ya son las 6 de la tarde. Vamos al hotel Grand Pyramids y no tenían la reserva, a pesar de que estaba pagada. Sé que a pesar de mi inglés macarrónico me entendía perfectamente que estaba pagado y llevaba el justificante bancario, pero me ponían pegas. Emad nos ayudó a explicárselo y al final todo correcto.
Hemos quedado para ir a cenar con Emad. Aquí en Giza es como en el Cairo. Se hace vida por la noche. Hay un ambientazo por la noche que no tiene nada que ver con el día. Compramos comida para llevar y de camino al hotel, mientras decidimos dónde nos la comemos, vemos a unos niños pobres en la calle y se la damos casi toda. Fue increíble la cara de felicidad de ellos y de sus padres. Ya es tarde y hoy el día ha sido largo, así que nos vamos a acostar.
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