Konya. Día 11: miércoles, 3 de julio de 2013

Dejamos Goreme sobre las 9 h, tras desayunar. Tenemos por delante unos 230 km. hasta Konya, nuestro próximo destino. Tardamos unas 3 h 30’. La carretera está muy bien, prácticamente toda la ruta es autovía y con muy poca circulación. Nosotros seguimos respetando los límites de velocidad y hoy hemos encontrado otros 4 coches de policía con el radar, poniendo recetas.

Llegamos a Konya para ver el museo de Mevlana, el fundador de los derviches. Hay un parking subterráneo justo enfrente. Creo que nos costó 2 LT. Primero vemos la mezquita Selimiye, que está justo al lado, por si empezaba el rezo no fuera que no pudiéramos entrar.

Mezquita Selimiye en Konya, Turquía.

Mezquita Selimiye en Konya, Turquía.

Mezquita Selimiye en Konya, Turquía.

Y luego el museo de Mevlana, previo pago de 3 LT. Hay muchísima gente, incluso llegan autocares enteros de niñas. Es curioso el museo.

Museo de Mevlana en Konya, Turquía.

Museo de Mevlana en Konya, Turquía.

Hay diferentes habitaciones pequeñas con objetos de los derviches, recreaciones de escenas con personajes, varios mausoleos además de 3 pelos de la barba de Mahoma, según dicen, que están encerrados en una cajita a la que los devotos le lanzan besos a través de un agujero del cristal que la protege. Al fondo la urna en cuestión

Recreación de la vida de los derviches, en el Museo de Mevlana de Konya, en Turquía.

Recreación de la vida de los derviches, en el Museo de Mevlana de Konya, en Turquía.

Recreación de la vida de los derviches, en el Museo de Mevlana de Konya, en Turquía.

Recreación de la vida de los derviches, en el Museo de Mevlana de Konya, en Turquía.

Urna con 3 pelos de la barba  de Mahoma, aunque te lo tienes que creer, porque no se puede ver el interior.

Urna con 3 pelos de la barba de Mahoma, aunque te lo tienes que creer, porque no se puede ver el interior.

Fuente de purificación en el Museo de Mevlana, en Konya.

Fuente de purificación en el Museo de Mevlana, en Konya.

Nos ha gustado mucho este museo… Y a pesar de ser una de las ciudades más conservadoras de Turquía, no nos hemos sentido nada incómodos.

Paseamos por los alrededores y allí topamos con una redada de la policía hacia comerciantes ambulantes que vendían sus frutas y verduras en una plaza. Muy triste la escena, viendo a un agricultor de avanzada edad aferrado al cubo de tomates que es lo único que consiguió salvar, de lo que llevaba, de manos de la policía.

Ahora seguimos ruta hacia Side, donde haremos noche y empezaremos nuestra de ruinas por el Mediterráneo. El tramo hasta Side son otros 230 km. y tardamos unas 4 h. La carretera sigue siendo bastante correcta y encontramos tramos en obras durante todo el trayecto. Aquí atravesamos unas cordilleras altísimas, pero apenas hay circulación.

Llegamos a Side y vamos a visitar el teatro y las ruinas que hay alrededor.

Teatro romano en ruinas de Side, Turquía.

Teatro romano en ruinas de Side, Turquía.

Al atardecer nos damos una vuelta por el centro y para ver los monumentos iluminados.

ruinas de Side al atardecer.

Ruinas de Side por la noche. Preciosa la iluminación nocturna.

Ruinas de Side por la noche. Preciosa la iluminación nocturna.

Ruinas de Side por la noche. Preciosa la iluminación nocturna.

Es una ciudad muy turística y casi todos los precios son en euros, al alza. Hay muchas tiendas de ropa y de artículos de imitación, aunque nos ha parecido muchísimo más caro que en Estambul.

Aquí los vendedores de las tiendas y los restaurantes nos han parecido más pesados que en otros sitios. Hay muchísimo turista con sus “mejores” galas.

Dejando aparte el bullicio y los vendedores, el casco histórico no está mal.

El hotel estaba en pleno centro histórico, al lado de un aparcamiento que nos costó 5 LT la noche, ya que el centro histórico está cerrado al tráfico. Pero no lo voy a recomendar por diversos motivos: el minibar no funcionaba, lo reclamamos pero como llevamos nuestra nevera eléctrica decidimos prescindir de él. La habitación extremadamente pequeña para 3 personas. En Turquía nos hemos encontrado que la mayoría de los hoteles no tienen tarjeta para la habitación sino que con la llave, el llavero consiste en una pieza que hay que poner en una ranura para que funcionen las luces, aire acondicionado… Pues aquí cuando quitabas la llave para irte, se desconectaba la electricidad, como en la mayoría de sitios cuando quitas la tarjeta, sólo que aquí el gancho de la llave estaba soldado para que no la pudieras quitar y dejar la tarjeta puesta en tu ausencia.

Claro está que tuvimos que pedir otra llave para que nuestra nevera portátil tuviera electricidad y pudiera seguir enfriando cuando no estábamos en la habitación. Y lo más curioso, que cuando volvimos de nuestra rápida visita al teatro, nos encontramos al dueño en nuestra habitación, que fue avisado por su hija cuando nos vio entrar (papa y mama suele ser igual en muchos idiomas), supuestamente intentando arreglar el minibar, a pesar de que ya quedamos que no lo íbamos a utilizar. El hotel en cuestión es el Tas Motel.

Hoy ha sido un día de muchos km. y preferimos hacerlos de golpe que no partido en dos. A pesar de esto, lo poco que hemos visto también nos ha gustado.

Día 12: Aspendos, Antalya y cascadas