Amsterdam y free walking tour (día 2: sábado, 17 de junio de 2017)
Hoy el día será más ligero. Comenzaremos con el Free Walking Tour, para tomar contacto con la ciudad. Nosotros hemos elegido el de Sandeman porque era el que empezaba antes, a las 10 de la mañana. También lo puedes hacer con White Umbrella o Buendia Tours, tanto por la mañana como por la tarde.
Nosotros fuimos sin reservar. Había mucha gente, pero nos dijeron que hiciéramos cola y que seguramente sí tendríamos sitio. El punto de encuentro de todos es la Plaza Dam.
Éramos tanta gente que partieron el grupo en 3. Nuestra guía fue Aichane, una chica de Toledo que llevaba 3 años en Amsterdam. Nos gustó mucho la explicación. Ya no es el primer Free Walking Tour que hacemos y son recomendables. Cuando acabas el tour, le das la voluntad.
En primer lugar nos explicó cómo se había formado Amsterdam, de dónde le viene el nombre, cuándo se creó y por qué, su relación durante las dos guerras mundiales, la gran red de canales que tiene y los cuatro anillos de canales que hicieron como protección, la vivienda y las casas flotantes, la historia de Anna Frank… También nos habló de la modernidad del país y las leyes pioneras que tienen como la legalización de la prostitución, marihuana, eutanasia, etc.
Estuvo muy bien para ponernos en contexto. Después, la explicación se refirió a la Plaza Dam y sus monumentos.
La Plaza Dam es el lugar en torno al cual se creó la ciudad. Es la plaza más importante y marca el punto donde estaba la primera presa del río Amstel. Aquí tenemos monumentos históricos como:
- Monumento Nacional: Es un obelisco de 22 metros que hay en medio de la plaza.
- Palacio Real: Construido entre 1648 y 1655, situado en una esquina de la plaza, fue originariamente el Ayuntamiento y ahora es la sede de actos oficiales.
- Museo Madame Tussaud: que es el museo de cera que encontramos en muchas ciudades europeas importantes.
- La iglesia Nieuwe Kerk.
Después seguimos hacia el barrio rojo. Esta es una de las zonas más visitadas por los turistas curiosos. A pesar de ser de día, también había algunas chicas en las vitrinas. Está totalmente prohibido hacer fotos o vídeos a las chicas en los escaparates. Vimos la condomerie…
En pleno barrio rojo encontramos la Oude Kerk, o la Iglesia Vieja, que es de 1302 y es el edificio más antiguo de la ciudad. Comenzó siendo una capilla de madera y con el paso de los años se convirtió en una gran basílica gótica. Se construyó en medio del barrio rojo para facilitar la confesión de los usuarios de estos servicios.
Después seguimos hacia la plaza de Niewmarkt, donde había un pequeño mercado. Aquí nos contaron sobre el barrio judío, que estaba aquí al lado, y sobre el barrio chino, por el que también pasaríamos…
Llegamos hasta la Rembrandtplein. Aquí hacíamos una parada de media hora por si alguien quería tomar un café, preguntar, contratar otras excursiones o comprar entradas. Nos llevaron a una pizzería donde pudimos sentarnos y nosotros aprovechamos para hacer un bocata, buenísimo de jamón italiano y queso, y un par de cervezas por 15€…
Seguimos y pasamos por el mercado de las flores, típico lugar para comprar bulbos y plantas, además de otros souvenirs que también podemos encontrar.
Llegamos a Beginhof, un lugar de paz y tranquilidad, que se creó en 1346, para acoger a mujeres solteras o viudas. En una esquina encontramos la casa más antigua de la ciudad. También podemos ver la iglesia clandestina. En este lugar de tranquilidad quieren seguir manteniendo su privacidad y tienen un horario restringido de 8 a 17h.
Cruzamos el Amsterdam Museo, con un precioso suelo hecho de alfombras que simbolizan los diferentes países… pasamos por delante del Magna Plaza, un gran centro comercial con una fachada espectacular y nos dirigimos hacia la casa de Anna Frank, ya el final del recorrido.
Por el camino encontramos la casa más estrecha de Ámsterdam.
También nos explicaron el por qué de que las casas estuvieran torcidas tanto por los laterales como por delante… y la historia de Anna Frank y los miles de personas que, como ella y su familia, estuvieron escondidos sin salir a la calle durante meses y años para huir de la barbarie nazi.
Mientras terminaba la explicación nos ofrecieron una degustación de queso y luego cada uno le dio la voluntad. Ha sido un tour muy interesante y gratificante.
Seguimos hasta la puerta de la casa de Anna Frank donde las colas que había para sacar las entradas y para entrar eran impresionantes. La gente tirada en el suelo, sin moverse ni un palmo. Está claro que para hacer la visita debes estar haciendo horas de cola… Nosotros ya habíamos decidido que pasábamos de hacerlo, pero viendo el tema, aún estábamos más convencidos de haber hecho bien.
El tour terminó hacia las 13h, con un calor agobiante. Decidimos que con el tour habíamos visto las cosas más importantes de Amsterdam y nos quedaba por ver el barrio rojo al atardecer, así que queríamos descansar un rato. Volvimos hacia el apartamento pero de camino pasamos por la iglesia de San Francisco Javier o Krijtberg, la única que vimos por dentro porque era gratis. Según nos habían explicado, en Amsterdam la mayoría de las iglesias eran de pago porque como no recibían subvenciones del estado, no eran rentables y la mayoría son privadas, convertidas en museos, galerías de arte, etc. Pero ésta estaba abierta y pasamos, y el interior es muy bonito.
De camino también teníamos el Mercado de las Flores que aprovechamos para ver, ya que con el tour sólo habíamos pasado por al lado. Es curioso pero tampoco nos entusiasmó. Hay muchos bulbos, semillas, plantas y también souvenirs.
Aquí también puedes comer el famosa arenque… No teníamos hambre pero hacía calor así que tomamos un helado y fuimos a descansar.
Pasamos de nuevo por la Rembrandtplein, llena de gente hasta los topes en las terrazas, sentadas en los bancos y estirados en la hierba. Era plena hora de comer y todo el mundo buscando un rincón para descansar.
Y otra vez por el Canal Amstel, el mayor de todos, que tenía un ambiente que parecía Venecia. Un montón de barcos y barcas, unos de turistas, otros alquilados, con la fiestecita montada. Muy curioso de ver.
Y aquí ya teníamos nuestra casa flotante… Descansamos un par de horitas.
Para hoy todavía nos quedaban algunas cosas por hacer: comprar quesos; ver el barrio rojo de noche; y cenar con unos amigos del foro de losviajeros.com, con quienes compartimos grupo de WhatsApp a raíz del viaje a Indonesia que hicimos todos el año pasado, y con quienes aún mantenemos contacto. Ellos venían por cuestión de trabajo e intentamos quedar para cenar y así conocernos personalmente.
En cuanto a los quesos, en casa nos encanta el queso y habíamos leído que es más económico comprar en la cadena de supermercados Albert Heijn porque hay los mismos que en las tiendas típicas de quesos de souvenirs que encuentras en todas partes. Efectivamente, si en Zaanse Schans valían 10-12€ el quesito, a nosotros nos costó entre 5-6 €. Así que cargamos… De estos supermercados hay varios en Amsterdam. Búscalo en Google Maps según la ubicación que te interese y los podrás encontrar. Nosotros cerca del alojamiento teníamos dos.
El Barrio rojo no te lo puedes perder ni de día ni de noche. Es completamente diferente, es muy curioso ver la diferencia, pero sobre todo impresiona la noche. Riadas de gente paseando por las calles y callejones, un ambientazo increíble, lleno hasta los topes. Estuvimos caminando sin itinerario fijo, y entramos en todos los rincones y rinconcitos. Una experiencia muy curiosa…
Y en cuanto a la cena con nuestros amigos, también lo conseguimos. Aprovechando el primer día de roaming gratuito en Europa, estuvimos en contacto por WhatsApp. Ambos estábamos en el barrio rojo y hacia las 22 h largas quedamos para cenar, en un lugar donde ellos reservaron mesa, teniendo en cuenta que todo estaba lleno y que tenía buenos comentarios en Tripadvisor. Y allí nos conocimos… Nos hizo mucha alegría porque llevamos un año hablándonos y compartiendo viajes y experiencias personales, y a pesar de vivir en la misma provincia, no había cuadrado. Fue mucha casualidad hacer este viaje en las mismas fechas y no desaprovechamos la ocasión.
Cenamos muy bien, aunque nos costó mucho elegir. No tenían carta y nuestro inglés estaba muy oxidado así que entender salsa de no se que, con queso de no sé cuantos acompañado con aderezo de… etc. nos costó. Así que simplificamos y lo que tenían era ternera, cordero, salmón y pollo. Los de la mesa de al lado tenían un buen trozo de carne con muy buena pinta, así que los 4 pedimos aquello con patatas. La verdad es que acertamos… En medio pusieron una buena bandeja de patatas fritas y otra con una gran ensalada. La carne era solomillo de ternera, encima queso de cabra y con una salsa que podía ser de remolacha, por el color… Todo muy bueno. Con cervezas nos costó 50€ la pareja. El restaurante se llama Van Kerkwijk y está junto a la Plaza Dam.
Después de cenar intentamos ir a un Coffee Shop, entramos en el famoso Bulldogh, y estuvimos un rato sentados charlando y nos reímos mucho, pero escuchamos que cerraban a la 1, y como no faltaba mucho rato, nos fuimos. Dimos otra vuelta por la zona y seguía el ambiente, pero curiosamente oímos varios sitios que cerraban a la 1 y como ellos al día siguiente tenían una feria y tenían que madrugar, terminamos el día aquí. Ha sido una noche muy agradable.
De camino hacia el alojamiento, recordamos que llevábamos el Baileys que compramos en el Dutty Free del aeropuerto y que no podía volver, así que hicimos una parada técnica, ya 100% integrados, nos sentamos en el primer poyo que encontramos, a ver el ambiente y mojar en el Baileys unos donuts caseros que habíamos comprado en el super por 1€ y que estaban buenísimos. Nos reímos un rato más comentando lo bien que estaba yendo el viaje y ya sí que plegamos velas por hoy.
Mañana será el último día en Amsterdam…
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