Estambul (Sultanahmet). Día 4: miércoles, 26 de junio de 2013

Salimos del hotel sobre las 8 y llegamos a la frontera antes de las 9 h. En la autopista vamos casi solos.

En la frontera entre Grecia y Turquia ya impresiona ver el ejército con metralletas y todos los muros cubiertos con alambradas, además de las tiras con pinchos en el suelo… Enseñamos pasaportes. Aquí nos indican la caseta donde comprar el visado, que nos cobran directamente en euros, 15 por persona. Me pone las pegatinas, le doy 50 euros y me devuelve 5 lanzándome el billete arrugado sobre la mesa, de mala manera. Creía haber leído que los turcos son muy simpáticos… En fin, a mi estas cosas es que lejos de cabrearme me hacen gracia, así que no pude evitar reirme en su cara. Supongo que le molestaría que soy del sexo débil porque otra cosa no tuve tiempo de hacer…

En otra caseta nos piden los datos del coche, nos sellan los pasaportes y nos dicen que ahora control de equipaje. Como son tan simpáticos como el anterior y no nos indican dónde, pues llegamos hasta la tercera caseta, que es la salida. Así que otra vez vuelta para atrás, hasta el mismo sitio de donde veníamos, para el control de equipaje. Sólo abrir maletero, preguntan a donde vamos y ahora sí que hemos acabado. Hemos tardado poco en efectuar todo el trámite pues sólo había 3 o 4 coches delante.

Seguimos otro tramo de metralletas y alambradas y más pinchos para las ruedas y ya sí que estamos en Turquía.

La autovía que va a Estambul está bastante bien. Son 2 carriles que pasan por algunas ciudades y están arreglando algunos trozos. En este tramo ya hemos encontrado 2 coches de policía con el radar y ambos ocupados. Aquí los radares enfocan de cara, con lo que el coche de policía lo ves de cara, en el lateral. Creo que estaremos entretenidos…

Se podía llegar a Estambul por autopista y por autovía, pero van muy cerca la una de la otra y como habíamos leído que había que comprar un chisme para pasar por los peajes y no sabíamos aún cómo funcionaba el tema, pues decidimos ir por la autovía, que total a la velocidad que nos movíamos tampoco nos iba a retrasar. Pero estando de cháchara nos equivocamos y nos metimos en la autopista, de la cual salimos a la próxima salida, a unos 5 km. Las barreras están abiertas y sales sin problemas, pero al salir pitó. Miramos si había alguien para preguntar pero solo había un chico que sólo hablaba turco y con el que no conseguimos entendernos así que de nuevo a la autovía.

Estábamos ya muy cerca de Estambul. El GPS marcaba menos de 30 km. y ya estábamos rodeados de edificios por todas partes, así que deduzco que aquello ya debía ser Estambul? También pillamos caravana, así que entramos despacito. De repente oímos una sirena de policía que se acercaba. Como acabábamos de salir sin pagar del peaje, ya estábamos mosqueados pensando que venían a por nosotros. Pero no. Bufff, pasan de largo. No han pasado 5 minutos que vemos el coche de policía de nuevo aparcado en el arcén. ¿Nos estarán buscando? No sabíamos por qué carril pasar, así que decidimos no cambiarnos y pasar por su lado… Tampoco nos dicen nada. Bufff, de nuevo. Que larga se está haciendo la llegada al apartamento!!! De nuevo otra sirena de policía que se acerca… Esto no hay quien lo resista. Si nos están buscando, como para no encontrarnos!! Si somos un llamativo vehículo rojo Ferrari con la única matrícula extranjera en cientos de coches que han pasado por nuestro lado. Pero tampoco… De nuevo nos adelantó. La verdad es que hacía impresión ver tantísimos coche y la única matrícula extranjera era la nuestra. En que estaríamos pensando cuando decidimos las vacaciones? Ya el corazón se nos salía por la boca hasta que llegamos a un pequeño accidente, que parece que es lo que debió ocasionar tanto follón de coches y tanta policía.

La entrada a Estambul fue espectacular. Entre la paranoia que nos entró con la policía, el montón de coches y edificios por todas partes… No nos lo esperábamos así. Pensábamos que sería tipo entrada en alguna ciudad marroquí: más tierra que asfalto, tantos burros como coches, edificios destartalados… Pero nada que ver. Ni suciedad, ni tierra, ni animales, un parque móvil que para nosotros lo querríamos, el paraíso del shopping con un centro comercial al lado del otro, carteles y carteles publicitarios por todas partes. En fin, una macrociudad muy moderna.

Sobre las 13 h llegamos al apartamento está cerca de la parada de tranvía de Beyazit, en una callejuela que desemboca a la Tiyatro Cadessi. No lo voy a recomendar porque creo que no cumple los mínimos. Como íbamos a estar 3 días buscábamos algo amplio, que no fuera claustrofóbico para 3 personas, económico y céntrico. Y lo encontramos. Pero casi venía con manual de instrucciones: que si para el agua caliente dale aquí, que si para el agua del wáter dale allá, que si el aire acondicionado, que si la llave de seguridad… En fin, pasapalabra. Estaba bastante bien situado, porque enseguida estabas en la parada del tranvía o a 15 minutos andando de Sultanahmet. Dejamos el coche en un parking cubierto que nos costó 8 LT al día y a patear la ciudad.

Para hoy teníamos Sultanahmet. Sobre las 15.30 estábamos frente a las mezquitas. Primero vamos a la mezquita Azul, puesto que el rezo estaba previsto para las 17 h y si lo hacíamos al revés, seguramente nos pillaría que no podríamos entrar. Tras taparnos adecuadamente y descalzarnos, para adentro. Muy bonita, tanto por dentro como por fuera. Espectacular con sus 6 minaretes. Aquí la entrada es gratis.

Plaza de Sultanahmet con la Mezquita Azul de fondo.

Plaza de Sultanahmet con la Mezquita Azul de fondo.

Patio interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Patio interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Interior de la Mezquita Azul, en Sultanahmet, Estambul.

Luego vamos a Santa Sofia. En la misma puerta hay una furgoneta que vende la Museum Pass Istanbul, que vale 72 LT para 72 h. Sólo si vas a ver Topkapi + Haren + Santa Sofia + Chora, ya te ahorras 8 LT por barba. Como estas eran nuestras intenciones, pues la compramos. Además es acceso directo a los tornos, sin colas, lo cual también se agradece, además de que también entran otros museos, por si tienes más tiempo y quieres visitarlos. Aquí os pongo el link Museum pass

Me autoedito. Resulta que al buscar el link me he dado cuenta de que acaban de subir el precio del pase, así que ahora vale 85 LT. Supongo que se han dado cuenta de que nos ahorrábamos un dinerillo y pretenderán que no nos lo ahorremos, porque el precio de las entradas sigue igual. Ahora para que te salga a cuenta la tarjeta tienes que visitar algún otro museo más, de los que he puesto anteriormente, si no los que salen ganando son ellos.

Este es el exterior de Santa Sofía

Plaza de Sultanahmet, con Santa Sofía de fondo.

Plaza de Sultanahmet, con Santa Sofía de fondo.

Pues sin cola, para adentro. Preciosa, también, lástima que el andamio tapa la mitad. Aquí algunas fotos del interior

Interior de Santa Sofía, en Estambul.Interior de Santa Sofía, en Estambul.Interior de Santa Sofía, en Estambul.

El listón se está poniendo muy alto. Hemos estado un par de horas en las mezquitas.

A la salida, justo enfrente, vemos el cartel de la Cisterna de Yerebatan, aunque en realidad esto es la salida. La entrada está un poco más arriba hacia la izquierda. Como ya esperábamos, también nos ha encantado. Un lugar muy curioso, con un ambiente muy tenue y tranquilo y, por qué no, fresquito. Otra visita muy agradable. El precio de la entrada son 10 LT.

Este es el interior de la Cisterna

Cisterna de Yerebatán en Estambul.

Cisterna de Yerebatán en Estambul.

Cisterna de Yerebatán en Estambul.

Cabeza de Medusa en el interior de la Cisterna de Yerebatán en Estambul.

Al salir vemos el antiguo km. 0. Esta chica se ofreció a hacernos una foto de familia, y como hacía un rato otra chica con burka nos pidió permiso para hacerle una foto a nuestra hija, pues le pedimos permiso para hacernos una foto con ella…

Antiguo km. 0

Antiguo km. 0

Allí un turco nos tiene un buen rato de charla y se nos pasa la hora de entrar en el Museo de los Mosaicos, que estaba allí al lado y que íbamos a aprovechar para visitar puesto que nos entraba con la Istanbul Pass.

Seguimos por el Hipódromo, con sus tres columnas, aunque la serpentina apenas se ve.

El Hipódromo, en Sultanahmet.

El Hipódromo, en Sultanahmet.

Está todo muy cerca y se ve en un paseo muy agradable.

Para acabar el día nos habían recomendado ir a cenar al mercado de pescado, Kumkapi así que íbamos hacia allí pasando primero por la Pequeña AyaSofia, también llamada iglesia de San Sergio y San Baco, que también estaba cerca. No sabíamos el horario pero llegamos a poco más de las 19 h y está abierta. Pequeñita pero muy cuca.

Interior de Pequeña Ayasofía, en Estambul.

Interior de la Pequeña Ayasofía, en Estambul.

Interior de pequeña , en Estambul.

Llegamos a Kumkapi. El lugar es curioso porque son pescaderías. En primera línea de mar hay los restaurantes más caros, con vistas al puerto y por detrás están los más modestos, donde nos decidimos a probar el bocata de caballa, entre otras cosas, que nos ha encantado. Seguro que repetiremos.

Cenando en Kumkapi...

Cenando en Kumkapi…

Y por hoy acabamos el día. Callejeando volvemos andando al apartamento puesto que lo tenemos bastante cerca…

Estambul de noche...

Estambul de noche…

Aquí puedes encontrar mi información complementaria sobre la diversidad de cosas que hay por ver en Estambul:

Día 5: Estambul: Palacio Topkaki, Museo Arqueológico, Parque Gulhane, Mezquita Nueva, Bazar de las Especias y crucero por el Bósforo