Como progresamos adecuadamente, hoy nos vamos a ir a Macao. Tenemos previsión de 100% de lluvia para casi todo el día.
No recomendaban ir a Macao en fin de semana, porque parece que se llena bastante de gente, pero no es lo que nos hemos encontrado. También recomendaban comprar el ferry con anticipación, puesto que puede ser que se acaben las plazas, pero lo he estado siguiendo los días anteriores y había plena disponibilidad para todos los horarios, así que nos vamos a la aventura.
Nuestra idea era ir en bus y volver en ferry, pero hoy amenazaba 100% de probabilidad de lluvia prácticamente todo el día, así que al final hemos reajustado los planes. Por supuesto, hay que llevar los pasaportes porque en Macao hay que hacer también cruce de frontera, tanto si vas en bus como en ferry.
En bus por el puente HKZMB hasta Macao
La idea de ir en bus era para pasar por el puente Hong Kong – Zhuhai – Macao (HKZMB), que conecta Hong Kong, Zhuhai y Macao. Comienza cerca del aeropuerto internacional de Hong Kong, en el este, y termina en la bahía de Hongwan junto a Zhuhai y Macao en el oeste. Desde su apertura a finales de 2018, el tiempo de viaje entre Hong Kong y Macao/Zhuhai se ha acortado drásticamente de más de 5 horas a 45 minutos aproximadamente.
Este tramo, de un total de 55 km, que se compone de 3 puentes elevados y un túnel submarino, fue una de las obras de ingeniería más bestiales y se trata del cruce marítimo más largo del mundo. Como curiosidad, tiene 20 veces la longitud del puente Golden Gate de San Francisco y puede resistir un terremoto de magnitud 8 y un súper tifón. Es alucinante ver como la carretera por la que circulamos se mete en un túnel que circula unos cuantos quilómetros dentro del mar, para luego volver a salir a la superficie un poco más tarde. De hecho, lo vimos desde el teleférico de Lantau y es increíble.
Para cruzar el puente se puede hacer de 2 formas:
- Bus transfronterizo con alguna empresa que salga desde el mismo Hong Kong. Esta opción suele requerir más tiempo, es más cara y los horarios son más tardíos de lo que nosotros queríamos y a veces llegan a la zona de los casinos. Este sería el caso de One Bus, o HKMOexpress .
- Llegar por tus medios al puente y luego allí coger los autobuses lanzadera Golden Bus, que salen constantemente. Esta fue nuestra opción y llegamos al puente en el bus A21, que tenía parada justo frente a nuestro hotel. Quizás tardamos un poco más de tiempo, 1 hora aprox, pero nos fue muy cómodo. La alternativa era el Airport Express.
Cogimos el bus A21 hacia Macao sobre las 7.30h de la mañana y tarda 1 hora. Costó 37 $HK que pagamos con la contactless pero sólo nos aceptó 1 pago. El chofer dijo que entráramos, no me quedó claro si el importe era por persona o por los dos, porque tengo entendido que el precio del billete cambia según donde bajas. Porque a la vuelta nos pasó lo mismo… El autobús A21 te deja también en el aeropuerto.
El Golden Bus costó 65 $HK y tras un rato más de transporte y los correspondientes cruces de frontera, por la cola de Visitors, ya estábamos en Macao. La única cosa es que hay que fijarse para ir a Macao, porque se puede elegir un bus que lleva también a Zuhai, que está en China.

Macao
Como el día amenazaba lluvia, de las 2 opciones de bus que teníamos elegimos el bus 101X que nos dejaba cerca de la Fortaleza, para empezar las visitas lo antes posible. Sobre las 10h ya estábamos en Macao. El billete hay que pagarlo en efectivo y no hace falta cambiar a la moneda de Macao, aceptan $HK. Costó 6$ que hubo que dejar en una especie de hucha que hay al lado del conductor.
Empezamos callejeando y enseguida llegamos a las Ruinas de San Pablo, donde curiosamente estaba toda la gente del mundo!! Nos extrañó porque estábamos encontrando tan poca gente en las visitas turísticas… y aquí sí estaban las escaleras abarrotadas de gente.

Justo al lado está la fortaleza Monte do Forte, desde donde hay unas magníficas vistas de toda la ciudad. Desde allí ya se ve el Casino Grand Lisboa, con esa cúpula dorada característica que se ve desde todas partes.

Pronto empezó a chispear así que ya tuvimos que sacar el paraguas y los chubasqueros… Hacía rato que tronaba estrepitosamente así que al final cayó un buen chaparrón. Nos resguardamos bajo los toldos un rato. Íbamos con nuestras romanas de agua, no era ningún problema que el calzado se mojara. Y cuando aflojaba íbamos siguiendo con la visita, aprovechando los toldos.
Luego de bajada teníamos un par de iglesias por ver. Llegamos a la Catedral y al Largo do Senado y a las 12h teníamos pensado ir a ver las fuentes del hotel Wynn, que tienen un espectáculo de música cada media hora, pero la lluvia iba en aumento, así que nos retrasamos en nuestra visita.

Fuimos a parar al Casino Grand Lisboa por el que nos dimos una vuelta, tanto por el Casino, como por el hotel. Todo tan lujoso se van los ojos a todas partes. Nunca habíamos estado en ningún casino. Por la edad de nuestra hija, nos habíamos quedado en la puerta en Montecarlo y también en Singapur, donde celebramos sus 18 pero allí la mayoría de edad eran los 21. Así que teníamos curiosidad…

Muy lejos queda lo que sale en las películas con los cubos llenándose de monedas que caen al suelo en cascada, en los premios de las tragaperras. Ahora las monedas saltan sin parar de forma virtual en la pantalla y, monedas hay pocas, se paga directamente con la tarjeta de crédito. También circulaban muchos billetes de 100 y de 500.
No habíamos visto tantísimas cámaras de seguridad juntas por metro cuadrado. A lo mejor ni funcionan, pero el efecto intimidatorio lo tienen asegurado.
Luego en las zonas de mesas de cartas, pues muchas estaban vacías y las que estaban llenas, desplumando a los jugadores. Como en todo, para gustos, colores, pero con un ratito para darnos una vuelta por las diferentes áreas tuvimos suficiente.
Nos dieron las 14h y el clima no mejoraba. Tras el espectáculo en las fuentes, que habíamos descartado, había que ir en bus hasta Taipa, la zona de los casinos para ver el Venetian y el Parisien, que parece que son mayores que sus homónimos de Las Vegas.
Pero decidimos que nos volvíamos a Hong Kong porque no amainaba, de la misma forma que habíamos llegado. Descartamos el Ferry, también por cómo estaba el mar, y cogimos el bus 102X en la parada que tenía marcada justo cerca del Gran Lisboa. Pero allí me equivoqué porque lo cogimos en dirección contraria. Preguntamos si iba al puente, pero claro, hay tantos puentes que no especificamos cuál y nos llevó en dirección contraria.
Pero la equivocación estuvo muy bien porque nos dimos una doble vuelta por Macado. El bus nos llevó hasta Taipa, pasamos por delante del Galaxy, del Parisien, el Wynn, etc 2 veces, tanto a la ida como a la vuelta, así que fue como si hubiéramos cogido el bus turístico, pero a precio de transporte público, y le dimos una buena vuelta a Macao.

Y ya sí que, de nuevo en la frontera de Macao y en el puente correcto, hubo que comprar el billete para el Golden bus, rellenar el papelito con los datos para entrar de nuevo en Hong Kong y llegamos a nuestro alojamiento otra vez en el bus A21 hacia las 17h pasadas.
Ha sido una pincelada lo que le hemos dado a Macao, pero ha sido suficiente. Es más pequeño, en el centro no hay las grandes avenidas. Está igualmente masificado con edificios de 40 plantas, algunos decadentes, otros no, muchas construcciones nuevas. Pero las calles son estrechas, muchas de un único carril, tipo casco antiguo de las grandes ciudades. Y el tema de los casinos, es un mundo a parte.
Luego para cenar fuimos de nuevo al Pizza Hut de ayer, y ya hemos pedido pizza de más que será nuestro desayuno o comida de mañana.
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