Guerreros de Terracota

Hemos llegado puntualmente en el nocturno a las 5.30h de la mañana. La estación está en una plaza muy grande y ya ahí había parada de taxis, nos pedían 50Y, pero hemos cogido uno a través de la aplicación DiDi, tras cruzar la muralla y pasar el agobio de la zona de taxis. Nos ha costado 7Y y estábamos sólo a 1 quilómetro andando, que en taxi fue un poco más.

Le hemos preguntado al taxista el precio para ir a los guerreros de Xi’An y nos decía que era muy pronto, de hecho llegamos 15’ antes, y que sólo había 1 hora de camino y que habrían a las 8 de la mañana. Además, me cobraba el doble que lo que me pedían en DiDi, así que le pagamos, dejamos el equipaje en el hotel, porque la habitación aún no estaba preparada y pedimos otro DiDi hasta los guerreros que nos costó 78Y. Luego recibimos un extra por peaje, que ya había leído que eran 10Y. Fuimos muy rápido, creo que no tardamos una hora y en muchos taxis tienen cargador de USB, como en este caso, así que vamos aprovechando los traslados para ir recargando los teléfonos.

Es muy buena opción ir a los guerreros en taxi, porque antaño se iba en bus, que parece que esta opción ya no funciona y la alternativa es ir en metro, que hay que hacer transbordo y es un trayecto muy largo y además, cuando llegas al final hay que coger otro autobús o taxi, así que ir en taxi ha sido comodísimo y a buen precio.

Llegamos a las 7.30h de la mañana y los guerreros abren a las 8h. Ya había genta… es una zona vallada con una gran puerta metálica corredera en la izquierda, que era donde había más gente agolpada. A las 7.45 abrieron la puerta corredera y aquello parecía las rebajas del Corte Inglés, todos los chinos corriendo literalmente hacia adentro. No habíamos visto los guerreros y ya estábamos disfrutando con la visita, aquello era un hartón de reír.

Nosotros no sabíamos muy bien donde había que ir porque tras la valla aquello era un gran recinto, y fuimos siguiendo al resto de chinos. Hay que ir como para la derecha, allí te topas con otra valla de separación. Algunos chinos saltaban la valla para no tener que bordearla, menudo show. Seguimos andando siguiendo a la horda y quedamos parados en el siguiente punto, unos metros más adelante, en las colas para acceder a los tornos, que no abrieron hasta las 8 en punto. Y con las entradas compradas gracias al hotel de Beijing, accedimos directamente a través del pasaporte.

Pit 1

Luego ves otro espacio grande que no sabes para dónde tienes que ir, se ve algún caminito, y básicamente seguimos a los chinos hacia adelante, hay que andar como 1 km, yo creo que tardamos 10’ y ya llegas al final y ves varios edificios uno al lado del otro. El que te cae de frente es el más grande y es hacia donde iba todo el mundo y ese es el foso 1. Nosotros en China decidimos que hacíamos las visitas de lo más importante a lo menos, por si algo se queda en el tintero.

Así que empezamos por el foso 1, ya había un buen grupo de chinos en los laterales. Una vez entras en el hangar, puedes ir por el camino de la derecha o por el de la izquierda, ambos llevan al final y, además, puedes dar la vuelta completa, nosotros así lo hicimos.

Empezamos por la derecha, aunque la izquierda se veía más vacía, así que fíjate antes de avanzar. Y ya fuimos haciendo las fotos de rigor, buscando huecos y esperando cuando no los había. Este hangar lo llaman Pit 1, es el más importante y donde estuvimos más rato, 1 hora aprox., se estima que hay unos 6000 guerreros, a pesar de que sólo se muestran 2000. Tiene unos 200m de largo.

Cuando llegamos al final, le dimos la vuelta por el otro lado, aquí ya costaba avanzar en algunas zonas, para ver bien desde todos los puntos de vista, nos gustó aprovechar y recrearnos. Y no salimos por la puerta principal, sino que de nuevo volvimos al final del hangar para salir por donde lo hacía la mayoría. Eso ya nos deja encarados al Pit 3, el edificio que ves cuando sales, que es el más pequeño.

Guerreros de Terracota, Xi

Pit 3

El Pit 3 se cree que era el cuartel general de los otros 2 pozos y se ve bastante rápido. Hay que darle la vuelta al foso también, porque los caballos están al final. También hay algunos oficiales. Y cuando sales ya encaras hacia el Pit 2.

Pit 2

El Pit 2 es bastante grande también, pero es más flojito, se ve la zona de excavaciones y prácticamente no ves nada más que tierra, pero también le dimos la vuelta. Y lo que está muy chulo de este edificio es que tienen 4 vitrinas con figuras muy, muy bien conservadas en su interior: había un arquero, algún cargo importante y un caballo… Pero claro, hay sólo son 4 vitrinas, rodeadas por cientos de chinos y aquello es la guerra, para poder acercarse, codazos… pero merece la pena verlo. Podrían haber puesto algunas vitrinas más… Ha sido el único sitio que me ha parecido agobiante de gente en todo el viaje, pero nos vamos acostumbrando y, por supuesto, llegamos hasta primera fila para hacer las fotos.

Mausoleo y Museo del Bronce

Sólo nos quedaba por ver el carruaje de bronce, que tenía entendido que se veía en una sala de exposición que estaba a continuación de los 3 pits. La cuadriga es una de las cosas imprescindibles porque está super bien conservada con todos los detalles de cuero, bronce, etc. A la salida del Pit 3 pregunté enseñando la foto del carruaje y me dijeron que eso estaba en la zona del Mausoleo y no aquí, como yo pensaba.  Antes ya habíamos decidido que también iríamos a la zona del Mausoleo, que parece que está a un par de quilómetros y a donde se llega en bus lanzadera, que se coge al inicio, donde estuvimos esperando a que abrieran. Así que ahora iríamos con más razón.

Volvimos a la entrada, creo que ahora fuimos por otro camino lleno de tiendas de comida, souvenirs, etc. Íbamos preguntado para coger el bus lanzadera y las indicaciones nos llevaban justo al punto que tengo marcado en mi MapsMe, así que sólo hubiéramos tenido que seguir el mapa. Toda esta zona del Mausoleo no está en el mismo recinto, sino a un par de quilómetros en un recinto a parte. Hay que salir a la calle y se circula por la misma carretera que habíamos llegado por la mañana, sólo que ahora estaba colapsada de tráfico. Eran las 11h y hubo que hacer un poco de cola para coger el bus, que van pasando uno detrás de otro y al tercer bus ya subimos. El autobús es gratis.

Al llegar al otro recinto hay un gran aparcamiento, que es donde nos dejó el bus. Allí había una taquilla y pensé que la gente cogía audioguías… pero lo que compraban es el acceso al minibús. Hay minibuses interiores puesto que llegar al mausoleo se lleva otro par de quilómetros que nosotros hicimos andando, y que a la vuelta nos hubiera venido bien haber hecho en el minibús, pero que no pudimos por no haber comprado el tiquet.

Así que andando seguimos las indicaciones hacia el Mausoleo, hay muchos árboles por lo que teníamos sombra y el paseo de unos 20’ fue agradable. El mausoleo, como ya sabíamos, no es nada más que una explanada y una lápida, pero de camino habíamos ido viendo indicadores de Museo de Bronce así que, aunque había que seguir andando unos 5-10’ más, decidimos ir a investigar. Y fue un acierto, porque en el museo de bronce estaba la cuadriga que estábamos buscando. Este era un museo grande y nuevo y hay diferentes piezas de bronce: había restos de lanzas, fotos, no había muchas cosas, pero era interesante y sobre todo la cuadriga merece mucho la pena y casi nos lo perdemos porque la información que yo tenía era incorrecta.

Como no habíamos comprado el tiquet del bus, hubo que deshacer lo andando, una media hora larga, hasta el parquing donde nos dejó el bus lanzadera. Aquí nos hubiera venido bien volver en minibus, de haber sabido esta opción. Ya habíamos decidido que no cogeríamos el bus lanzadera de vuelta hasta la zona de los gurreros, porque ya habíamos visto la retención que había hacia allí y, además, Xi’An estaba en dirección contraria, así que habíamos avanzado un par de quilómetros.

Como ya domino DiDi, se veía en la app un montón de taxis así que le pusimos la dirección de nuestro hotel y enseguida lo tuvimos allí y nos costó 70Y, más barato que la ida, pero ahora había más tráfico y tardamos más. Hemos tardado 2 horas en hacer esta zona, desde que empezamos la cola para coger el bus lanzadera hasta coger el taxi.

Comimos en un restaurante al lado del hotel, hicimos el check in y descansamos un rato. Este es el link de reserva de nuestro hotel, también muy recomendable, a 5’ andando de la parada de metro que usamos para ir al centro, y a menos de 1 km de la estación de tren, así que se puede ir andando.

Hicimos un rato de descanso y fuimos al centro hacia el atardecer para ver la zona de la Torre de la Campana iluminada, que parece que es muy chulo. Fue un acierto, paseamos por la zona del barrio árabe que es curioso, porque es como un zoco pero todos son chinos y es el mismo tipo de comida, el mismo tipo de chiringuito, y es muy, muy gracioso. Estaba a reventar de gente, había muchísimo ambiente. Ahí nos comimos un helado y probamos el pincho de calamar, que estaba espectacular de tierno. Es muy chula toda esta zona iluminada.

Día 8: Xi’an, tren a Chengdú y Ópera de Sichuan