Castillo de Praga

  • Como llegar: Se llega en el tranvía Prazsky Hrad, línea 22
  • Horario de abril recintos históricos: de 9 a 17h.
  • Precio adultos de entrada principal (incluye la Catedral de San Vito, el Palacio Real, la Basílica y el Callejón del Oro) 450CKZ. Las exposiciones permanentes y la subida a la torre, requieren entrada separada.
  • En este link puedes descargarte el mapa del Castillo con todos los puntos importantes a visitar y por donde acceder

Para hoy, que ya es el sexto día, tenemos a primera hora el Castillo de Praga, que abre a las 9 h. Decidimos ir a primera hora porque decían que se llenaba de gente, y es verdad. Cogimos el tranvía al lado del hotel hasta Prazsky Hrad, la parada más cercana. El billete se compra dentro del vagón, en unas máquinas de color naranja.  A nuestra vuelta, bajando por escalera Zámecké Schod, y ya con el sol en su apogeo, subían hordas de gente jadeante, así que creo que fue buena nuestra elección y hacer las escaleras de bajada.

Llegamos antes de las 9 h y teníamos delante unas 20 personas haciendo cola en la taquilla.

El día amaneció neblinoso, lo que quitaba claridad a las fotos, pero a la vez le daba un aspecto misterioso al castillo. El río y alrededores estaba igual, pero más tarde el día se fue despejando.

Ahora se accede a todas partes a través de tornos, con la entrada correspondiente. Empezamos por la Catedral, que aún no tenía demasiada gente. En el interior había la parte trasera, la del rosetón, cubierta por restauración, desde hacía unos días. Fue una pena porque el rosetón se percibía espectacular. Según nos dijo la guía posteriormente, es difícil no encontrarla así en algún momento, porque van poniendo y quitando andamios constantemente.

Realmente es muy impresionante, también por dentro, con algunas piezas de orfebrería, etc., muy detalladas.

Seguimos la visita por el Palacio, que encontramos un poco más adelante. Aquí hay algunas habitaciones con muebles, salones, escudos y poca cosa más.

Luego nos encontramos la Basílica de San Jorge, que es pequeña, sencilla, pero está bien y se ve rápido.

Y acabamos con el Callejón del Oro, donde hay muchas salas recreando los oficios antiguos así como el estilo de vida, también una exposición de armaduras bastante completa y algunos elementos de tortura. A nosotros nos gustan mucho este tipo de recreaciones antiguas, así que nos encantó la zona.

También vimos algunas de las torres, una de las cuales también tenía algunos elementos de tortura.

Estuvimos 2 horas haciendo la visita. A la salida hicimos cambio de planes. Teníamos localizados un Free Tour por la Ciudad Vieja y el Barrio Judío que empezaba a las 12h justo al otro lado del río, así que nos encajaba muy bien.

Free Tour por la Ciudad Vieja y el Barrio Judío

El horario del tour era a las 12h y tiene una duración de 2,5-3 horas. Los hay también a las 10h, 11h y por la tarde a las 16, 17 y 18 h y luego a las 19h hacen los nocturnos. De hecho, así como últimamente en algunos países nos había costado encontrar free tour, aquí hay muchísimos, cada 20 metros tienes uno.

Visitamos los exteriores de la Plaza de la Ciudad Vieja, donde tenemos la Iglesia de San Nicolás, el Ayuntamiento y el famoso reloj astronómico, la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn y los mercados de Semana Santa.

Aquí estuvimos un rato con la explicación detallada del reloj hasta que dieron las 13h en punto para ver el desfile de los 12 apóstoles. Realmente el reloj es impresionante, pero el desfile deja mucho que desear.

Luego nos llevó a una iglesia desconocida pero que nos gustó mucho, la Iglesia de Santiago, reconstruida en estilo barroco bien recargado, merece la pena una parada. Y antes de adentrarnos en el barrio judío hicimos una parada para tomar algo en la plaza que hay justo al lado.

En el barrio judío empezamos por la estatua de Kafka y el exterior de la Sinagoga Española, que está justo detrás. Seguimos hacia la Sinagoga Vieja-Nueva, la Sinagoga Klaussen y el cementerio judío. Nos llevó a la ventanita que hay por detrás y desde donde se puede ver el interior del cementerio. Y ya acabamos el free tour en el mismo punto de origen.

Nosotros teníamos pensado comprar la entrada para visitar el cementerio y algunas sinagogas, pero al final cambiamos de opinión. El precio es elevado, 600 coronas por las 5 visitas, de las cuales sólo nos interesaban la sinagoga Española y el cementerio. Y además había colas en alguna de ellas. Así que con lo que habíamos visto, tuvimos suficiente.

Otra opción era ver el interior de la Sinagoga Española en un concierto de música clásica, con precio de 500 coronas por 1 hora, que también descartamos puesto que tenemos la Ópera a la misma hora.

Los conciertos es otra alternativa que hacen muchas de las iglesias más importantes de Praga de las que cobran entrada por la visita, en afán recaudatorio de fondos.

Eran ya más de las 15h y habíamos visto lo más importante, así que nos fuimos a comer, al mismo restaurante de ayer, donde teníamos vista una inmensa bandeja de horno con codillo, costillas, panceta etc. y como íbamos con hambre… La bandeja es para 2-4 personas y, como ya sabíamos, nos sobró la mitad, que nos llevamos para comer en el apartamento.

Otras visitas en Praga

Hicimos rato de relax y volvimos a salir para ver algunos de los otros pendientes que teníamos. Fuimos hasta la casa Danzante que tenía un mirador en la cima. Todos los miradores y torres son de pago, también este. Pero teníamos entendido que te podías tomar algo y pensamos que una cosa invalidaba la otra pero no es así. Arriba, vas a parar al bar en el que hay un espacio para consumir con vistas relativas porque la terraza es de cristal, pero como el cristal es doble y además está sucio de los deshechos de los pájaros, en realidad no hay grandes vistas. Y el espacio descubierto, lo tienen con cadenita de acceso y hay que pagar 150 coronas por acceder. Luego, si quieres te tomas algo, o no. Así que ni vistas, ni merienda, bajamos tal cual subimos.

Seguimos hasta las islas, hacía mucho sol y todos los parques estaban llenos de gente sentada en el suelo, leyendo, comiendo, charlando… Allí también se puede alquilar patinetes como los de playa, cuyo coste era 18€ por 1 hora. Nos pareció buena opción, para nuestro último día. Habíamos pensado en el paseo en barco, que tiene el mismo precio, pero por persona y esta opción nos pareció que tenía que ser muy divertida.

Seguimos hasta la isla Kampa, donde está el muro de John Lennon y luego hasta la calle Vinarna Certovka, el callejón más estrecho de Praga y que tiene un semáforo para regular el tránsito de peatones, debido a su estrechez de medio metro de ancho.

Y ya de vuelta al alojamiento, pasamos por el Puente Carlos, que lo habíamos visto de lejos. En vez de volver en metro, decidimos pasarnos por la cabeza rotatoria de Kafka.

Ya se había hecho de noche y estábamos muertos, habíamos hecho 23.000 pasos, así que cenamos poco en el alojamiento, que aún estábamos digiriendo la comilona.

Día 7: Otras visitas en la Ciudad Vieja de Praga y Ópera

Aquí está nuestro itinerario y aquí nuestros consejos para visitar República Checa.