Palacio de Verano, Templo de los Lamas y tren a Datong
Palacio de Verano
Seguimos con los reajustes así que nuestra primera visita será el Palacio de Verano, que lo teníamos previsto para la tarde de ayer. Y fue un acierto ponerlo a primera hora. De hecho, ya había leído que valía la pena hacerlo así porque es un parque y se llena de gente, pero no pensé que fuera tanto y sí lo fue. También recalcaban que era mucho peor los fines de semana y hoy es sábado, así que confirmado. Cuando acabamos la visita, hacia las 11-12h del mediodía, estaba a reventar de gente. Tanta, que no se podía ni andar a tu ritmo, había que ir avanzando al ritmo de la masa. Así que, al madrugar, lo disfrutamos un montón.
Lo teníamos a unos 35’ de metro desde el alojamiento. Se llega en la línea 4 y hay que bajarse en la parada Beigongmen o Puerta Norte, y desde la salida D se llega enseguida, está muy cerca. El horario de verano del parque es de 6 a 19h, así que decidimos madrugar, relativamente. Nos hemos levantado a las 7 y hemos llegado al Palacio a las 8.30h y a esta hora ya teníamos bochorno.
Hemos comprado la entrada en la taquilla y no había casi cola. Hay una entrada general y luego otros pagos por otras zonas. Nosotros decidimos hacer la general, porque lo que más me apetecía era la calle Suzhou y se veía desde el puente que justo encima, así que no bajamos a pasear por ella y no pagamos los extras. Nos costó 30Y por persona. Luego, para acceder a la Pagoda del Incienso de Buda, que está arriba en la cima, había que pagar otra entrada a parte, pero el acceso estaba abajo, en la zona del lago, así que tampoco accedimos a esta zona.
El Palacio de Verano es un parque enorme, muy frondoso, lleno de árboles inmensos y con un gran lago que ocupa ¾ partes del terreno y que fue construido hace 1000 años, también la zona del lago, para que los emperadores pudieran tener un espacio menos caluroso que Beijing en la época veraniega. Se convirtió en jardín imperial donde los emperadores disfrutaban de este espacio relajado. La tierra que sacaron para hacer el lago sirvió de colina.
Tras pasar la calle Suzhou, que es lo primero que encontramos, empiezas a andar por entre medio del bosque, por escalones de piedra muy irregulares. Por el camino hay diferentes edificios con la arquitectura tradicional y templos, y también diferentes caminos por los que seguir.
Hay diferentes mapas de las zonas por las que vas pasando, indicándote a donde lleva cada camino. Nos costó interpretarlos como también seguir los puntos marcados en MapsMe, así que veíamos el lago abajo… y fuimos hacia él. Yo creo que no tardamos 15’ en bajar lo que habíamos subido, que eran escalones altísimos por entre las rocas. También vas parando para hacer fotos, así que todo el trayecto es muy agradable.
Cuando llegamos abajo fuimos a parar justo al Barco de Mármol, una de las visitas imprescindibles, porque es muy bonito, pero también porque el gobierno de la época se dejó el presupuesto entero en el barco, para que la emperatriz pudiera celebrar allí sus fiestas y para denotar su estatus.
Allí mismo ya empieza la Gran Galería o el Gran Corredor, un camino de unos 800m de largo, cubierto por un porche de madera abierto en sus laterales, lleno de columnas, policromado entero, con pinturas y dibujos, muy bonito y colorido, que se hizo para que la emperatriz pudiera protegerse del sol.
Y fuimos bordeando el lago por el corredor. Por el camino hay tiendecitas para comprar refrescos, comida y souvenirs. No nos pareció tan cara la bebida como decían… Toda esta zona es muy agradable. Hay dos tipos de barcos con los que se puede pasear: los grandes, que hacen ruta del barco de mármol hasta el puente; y los pequeños, que son como los patinetes de la playa, pero a lo chino. Nosotros teníamos que coger el tren por la tarde así que no nos dio tiempo a ninguna de las dos opciones. Hasta las 10.30h hemos estado muy a gusto, pero ya a esa hora, como nos ha pasado en todas las visitas, el número de chinos aumenta rápidamente y nos cruzábamos constantemente con hordas de chinos con sus guías con banderita y los altavoces a tope.
Hemos seguido bordeando el lago hasta el puente de los 17 arcos. En este tramo tenían una exposición de fotos con todas las medallas que habían conseguido en los recientes juegos olímpicos. Nos ha parecido espectacular este parque, y al estar al lado del lago, no hace tanto calor porque corre brisa de vez en cuando. El puente llega hasta una isla artificial y luego hay que retroceder.
Aquí ha sido el lugar donde más extranjeros hemos visto, quizás hemos visto 40?? Que tampoco es mucho entre miles de personas, y menos teniendo en cuenta que muchos iban en grupos organizado… Este parque está más alejado, pero es muy fácil llegar en metro.
Ya era casi mediodía, hacía mucho calor y costaba andar entre la multitud. Estuvimos 3 horas para hacer la visita, más que en otros lugares, y era el tiempo aproximado que tenía establecido, así que aquí la terminamos.
Para volver había que coger de nuevo el metro. El parque tiene diferentes puertas de acceso y buscamos la que tenía marcada en MapsMe que estuviera más cerca, que coincidió ser la misma línea, pero una parada antes, en Xiyuan.
Templo de los Lamas
Hubo que llegar a la parada de metro YongheGong, a la que se llega a través de las líneas 2 o 5. El Templo de los Lamas es uno de los templos budistas más importantes fuera del Tíbet y uno de los más importantes en Beijing. Es curioso porque cuando sales a la calle, una pared del metro coincide con una pared del Templo. Lo que pasa es que hay que andar unos cientos de metros, porque las primeras puertas que encontramos eran salidas, no entradas, hasta llegar al final de la calle.
También nos gustó mucho este templo. Habíamos pasado por delante varias veces en coche, puesto que lo tenemos muy cerca del alojamiento, y también lo vimos desde la Colina del Carbón, desde donde vimos su inmensidad.
Este es un complejo atractivo formado por varios edificios tradicionales con tejados dorados. En los patios que hay entre los edificios se pueden ver grandes quemadores de incienso donde se colocan cientos de varillas que dan un fuerte olor. También hay un área donde los fieles se arrodillan y elevan sus plegarias sosteniendo los inciensos.
Compramos la entrada en la taquilla directamente, había poca cola, y costó 25Y, no los 35Y que tenía apuntado.
Nos gustó mucho pasear por los diferentes pabellones y ver el ambiente, los quemadores, los rituales, los interiores… Sobre todo, los dos últimos edificios fueron impresionantes, con su propio espacio de rezo para los monjes, que no habíamos visto ninguno de este estilo.
Hemos llegado antes de las 13h y le hemos dedicado una hora a la visita. Justo al otro lado de la calle se veía zona de hutongs, así que hemos ido a dar un vistazo, pero todo parecía muy artificial, muy turístico, no eran los típicos que vimos, por ejemplo, cuando íbamos andando hacia la Ciudad Prohibida. Así que no nos ha convencido y hemos dado media vuelta.
Hemos cogido el metro en el mismo sitio y ya hemos ido al hotel, que lo teníamos a 2 paradas. Primero hemos repetido comida en el sitio de ayer. Estos son algunos precios del día: coca cola de medio litro en el Templo de Verano 4,5Y; un plato de 25 dumplings, que cuesta acabárselo, 28Y; los pinchos a unos 4-5Y por unidad; la cerveza, como no sale en la carta de las fotos, pues no sabemos qué vale, pero en la tienda la hemos visto por 5Y; la comida de hoy ha sido 114Y (dumplings, noodles, pinchos de 3 tipos, berenjena al horno y 3 cervezas).
Entonces ya hemos recogido el equipaje en el hotel, que nos lo tenían en la consigna, y aunque íbamos con tiempo, amenazaba lluvia y hoy aún no había llovido así que, como íbamos andando hasta el metro, ya nos hemos ido. Nos han regalado más botellas de agua, y eso que aún nos quedaban, y paraguas, porque estaba el tiempo regular. No puede ser más recomendable este hotel, que bien nos han tratado y qué paciencia han tenido con nosotros y la compra de entradas!!
Tren a Datong
El tren lo teníamos a las 18h, hemos ido andando hasta el metro y había que bajarse en Xizhi Men, a 2 paradas, que es la de la estación Norte, que está super bien indicado todo.
Una vez en la estación pregunté antes de entrar, porque parece que hay diferentes entradas, supongo que una para largo recorrido y otros para regionales, y por si acaso quisimos asegurar y era allí mismo. Hubo que hacer poca cola para el control de seguridad del equipaje y ya luego sólo hay que esperar en la sala de espera, que había en la planta baja o en el piso de arriba. Ambas estaban a tope de gente y nos quedaban casi dos horas por delante, así que buscamos hueco y cuando pudimos, nos sentamos a esperar.
Como ya he indicado en el apartado de resumen del tren, no merece la pena ir con tanta anticipación a las estaciones porque los embarques se hacen 15-20’ antes del horario de salida del tren y, además, se hacen rapidísimo.
Con los retrasos, lluvia y ajustes que hemos tenido que hacer sobre la marcha, nos hemos dejado por visitar, de lo que teníamos previsto, la Ciudad Olímpica, a pesar de que estaba a un par de paradas de metro de nuestro hotel e íbamos a ir por la noche, pero hay que dosificar fuerzas, que el viaje a China es muy intenso. También nos dejamos el Mercado de la Seda, la zona de compras que, a pesar de que no somos de compras, ni de marcas, nos hubiera gustado ver.
Así que muy contentos porque hemos cumplido todos nuestros objetivos y han merecido la pena todas las visitas realizadas, no podemos haber acertado más con lo que hemos elegido.
Una vez llegamos a Datong, pues como en cualquier ciudad tienes la parada de taxis. Nuestro hotel lo busqué a un par de quilómetros de la estación. El precio que me daba DiDi era entre 7-9Y y nos costó 8Y.
Contratar la excursión de Datong
Al llegar al hotel, le preguntamos al taxista, con la ayuda del traductor, sobre la excursión de mañana, que es lo único que llevábamos sin cerrar. Le enseñé las fotos de los 2 lugares y tenía una cartulina pegada detrás del asiento del conductor con las diferentes visitas y precios, pero como era de noche, no lo había visto.
El precio que yo tenía para el transporte de las 2 visitas era 400Y y él nos pedía 380Y, así que ni regateamos. Le pedí que nos recogiera a las 6.30h de la mañana, pues queríamos llegar de los primeros, y que cuando acabáramos nos dejara en la misma estación de tren donde nos íbamos a las 16h y ya nos íbamos a ir con nuestro equipaje a cuestas durante todo el día. A él le pareció bien y a nosotros también, así que fue muy fácil el tema del taxi. Nos agregó a través de WeChat y así podíamos estar en contacto.
Si no, el plan B era coger taxi para el templo y a las cuevas por separado, puesto que la suma de lo que DiDi me daba para estos 4 trayectos era aproximadamente 400Y.
Este es link de reserva del hotel de Datong, la habitación muy mini pero suficiente para dormir, y muy cerca de la estación de tren a la que llegamos y desde la que nos vamos, que es lo que en realidad nos interesaba. Nos costó 15€.
Hemos visto unos fuegos artificiales desde la habitación, que buena manera de acabar el día!
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