El segundo día empezábamos con la Suiza Sajona y la Suiza Bohemia, la primera está en Alemania y la otra está en República Checa. Esta excursión es difícil hacerla por libre sin coche, ya que hay que coger varios medios de transporte y es difícil encajarlos en un día.

Parece que suele haber bastante gente, así que es mejor madrugar. Nosotros calculamos para llegar sobre las 8:30h de la mañana. Estábamos a 63km.

El casco antiguo de Dresden por la mañana temprano estaba espectacular, sin nadie por las calles.

Puente Bastei (Suiza Sajona)

  • Precio: gratis. Sólo se paga el aparcamiento, tarifa única mínima 7€ por 4 horas.

Nosotros llegamos desde la ciudad de Lohmen. Hay 2 aparcamientos y el más caro, el que nosotros usamos, está muy cerca, a unos 400m, ya lo tenía indicado en MapsMe. Primero pasamos por el otro parking, pero está a unos 2-3 km, así que vale la pena llegar hasta el final.

Habíamos leído que se pagan con tarjeta y que a veces da problemas y en este caso sólo se acepta monedas, pero nos funcionó perfectamente. Hay que sacar el ticket a la llegada, no al irse y entrar la matrícula del vehículo y no tuvimos ningún problema. Hay reconocimiento automático de matrícula.

El Puente Bastei es un puente de piedra de 76 metros de largo. Se puede cruzar caminando para llegar a la cima de un acantilado con unas vistas impresionantes del río Elba.

El puente, fabricado con arenisca, conecta varias rocas de formas caprichosas con las ruinas del castillo de Neurathen, que está cerrado por reformas. A 194 metros sobre el río Elba, Bastei ofrece una vista panorámica única. Este puente se construyó en 1851 con fines turísticos y reemplazó el primer puente de madera construido en 1824.

El sitio nos gustó mucho más de lo esperado. Aquí hay varios miradores, el que da mejores vistas es el Ferdinandstein Cliff, a mano izquierda, que es el que tiene la visión del puente entera.

Luego hay una plataforma de observación que está muy alta y parece que estás en el vacío, pero está apoyada sobre una roca. Es la Basteiaussicht e impresiona bastante con unas vistas espectaculares del río, el valle y de toda la zona. 

Y también hay algunos miradores más. Estuvimos una horita haciendo la visita, cuando teníamos previsto media hora. Cuando nos íbamos del puente ya empezaban a llegar grupos de autocares.

El siguiente destino es la puerta Pravcicka Brana, que está a unos 35 km, lo que son unos 40 minutos. 

Puerta Pravcicka Brana (Suiza Bohemia)

  • Precio: 95 CZK
  • Precio fijo aparcamiento: 250 coronas, lo acababan de subir y hay que pagar en efectivo. También aceptaban euros. Antes valía 200 coronas.

La Puerta Pravcicka Brana es el arco de piedra natural más grande de Europa, con un arco de 16 metros de alto x 26 de ancho. Debido a la fragilidad del arco, no se permite caminar sobre él para preservar su integridad.

Nosotros aparcamos en Hřensko, donde hay varias zonas de aparcamiento y teníamos marcada la más cercana, a 20’ andando del inicio de la ruta desde donde se tarda 45’ hasta la Puerta, algo más de 1,5km. O sea, se necesita una hora andando de ida y otra hora de vuelta por el mismo camino.

También se puede acceder desde Mezní Louka, donde también hay aparcamientos al mismo precio. Este era el punto para hacer la otra parte del circuito cuando se podía hacer circular, que ahora está cerrada.

También se puede llegar al inicio de la ruta en bus, pero no sabía si iba a funcionar en esta época, así que hicimos todo el tramo andando.

Aquí ya había más gente y grupos que en la visita anterior. La ruta es toda en ascenso, por camino de tierra en bastante buen estado, algunos tramos con rocas. Está rodeado de un bosque y es una pena porque hace un par de años hubo un gran incendio en esta zona, que parece que ha sido el mayor incendio nunca habido en República Checa, que ha dejado cerrada la otra parte que completaba la ruta circular, así que actualmente el camino es de ida y vuelta. Una parte del camino por el que fuimos también tenía los árboles quemados.

Al llegar a la entrada de la puerta, tienes unas maravillosas vistas del arco natural, que es el más grande de la República Checa, y del Nido de Halcón, un gran castillo creado con fines turísticos en 1881 por el príncipe austríaco Edmund, y cuyo restaurante sigue atrayendo turistas después de 150 años. El ahora restaurante cobra derecho de piso a los turistas que visitan este arco, o sea, el precio de la entrada, se paga aquí, si se quiere pasar al otro lado del puente.

La vista de la puerta y el Nido de Halcón desde aquí es espectacular, no nos pareció que ir al otro lado tuviera mejores vistas así que aquí acabamos la visita y dimos media vuelta y desandamos lo han andado. Estuvimos dos horas larga para hacer la visita. Cuando volvimos al aparcamiento ya estaba a reventar. Hacía muy buen día y era sábado, así que nos cruzamos con muchas hordas de gente.

Antes esta ruta podía ser un circuito circular en el que se podía tardar 7 horas (las agencias lo hacían en 10-12h), que incluía volver desde la Puerta por otro camino de casi 4 km hasta Mezní Louka y acabar con un par de tramos en barco por la Garganta de Edmund y la Garganta Wild. Ahora sólo funciona este último tramo de barco, pero los trozos entre sí son discontinuos así que se lleva mucho rato hacerlos andando o hay que coger el autobús, que no conseguimos averiguar cuando y en qué horario funcionaba.

El siguiente destino era Kutna Hora, a 195km, 2,5h. La hora de llegada a Kutna Hora era sobre las 15h, tiempo suficiente para visitar el par de iglesias que teníamos previsto, que cerraban a las 18h. Había tramo de autopista así que cumplimos el horario previsto.

Kutná Hora

Está cerca de Praga, así que es una de las visitas típicas para hacer en un día.

El origen de Kutná Hora se remonta al siglo XIII, cuando se descubrieron importantes depósitos de plata en la zona. Este hallazgo transformó la ciudad en uno de los principales centros mineros de Europa durante la Edad Media, rivalizando incluso con Praga en términos de riqueza e influencia.

En el siglo XIV, el rey Wenceslao II estableció la primera casa de la moneda y aquí se acuñaron las primeras monedas de plata. Sin embargo, la ciudad no estuvo exenta de dificultades debido a guerras y peste negra.

Su declive comenzó en el siglo XVI, cuando las minas de plata empezaron a agotarse. A esto se sumaron desastres naturales y un gran incendio en 1770, que destruyó gran parte de la ciudad. A pesar de estos desafíos, Kutná Hora ha logrado preservar su patrimonio histórico y cultural, y en 1995 fue declarada Patrimonio de la UNESCO, por la iglesia de Santa Barbara y la Catedral de Nuestra Señora de Sedlec.

Empezamos la visita por la zona de Sedlec, a unos 3 km del casco antiguo, así que llegamos aquí directamente con el coche. Hay zona de aparcamiento gratis en los alrededores.

Catedral de la Asunción de Nuestra Señora y Osario de Sedlec

  • Horario de abril: de 9 a 18h.
  • Precios: Area Sedlec (Osario + Catedral de la Asunción de Nuestra Señora) = 220 coronas; la Catedral de Sta. Bárbara, en el centro, vale 180 coronas; si se combinan ambas entradas, el precio son 360 coronas, un ahorro de 40 coronas.
  • Aparcamos frente al cementerio. La entrada se puede comprar por Internet o en el centro de información que está a mitad de camino entre el Osario y la Catedral de la Asunción. Nosotros compramos la entrada conjunta en el mismo centro de información.

Empezamos por la Catedral gótica, que era lo que teníamos más cerca y cuya visita se hace bastante rápido. Luego fuimos hacia el cementerio y en el interior está la iglesia de Todos los Santos, donde está el Osario de Sedlec.

El cementerio de Sedlec se convirtió en un lugar de enterramiento muy popular, especialmente después de que el abad de Sedlec esparciera tierra traída de Tierra Santa sobre el cementerio, lo que lo convirtió en un lugar sagrado. Tanto la Peste Negra de 1318, como las guerras del siglo XV, contribuyeron a la gran cantidad de enterramientos en el cementerio. Estos eventos históricos aumentaron significativamente el número de restos humanos en el lugar. Para hacer espacio para nuevas tumbas, en el siglo XV, los huesos fueron exhumados y almacenados en la capilla inferior de la iglesia.

En 1870, un tallador de madera fue contratado para organizar los huesos en decoraciones artísticas. Blanqueó los huesos y los dispuso en diversas formas, incluyendo un candelabro central. Esta capilla alberga los restos óseos de entre 40.000 y 70.000 personas: candelabros, escudos de armas y todo tipo de guirnaldas y decoraciones están formados con decenas de miles de huesos.

Los comentarios que hay en Google Maps no son nada buenos en cuanto que no se pueden hacer fotos, que la capilla es muy pequeña, que hace muchos años que está en reconstrucción así que la entrada es muy cara para ver sólo una habitación.

Nos la esperábamos muy pequeña y sí es verdad que sólo se ve una sala, pero a nosotros nos pareció suficiente y es impactante los montones de huesos, así como las formas y figuras diferentes que están hechas con ellos.

Una de las “piezas” que más destacan es la araña que contiene, al menos, una pieza de cada uno de los huesos que hay en el cuerpo humano. También podemos encontrar el escudo de la familia Schwarzenberg, así como un montón de guirnaldas que quedan suspendidas del techo de la capilla. Los huesos que sobraron se colocaron amontonados en una de las capillas laterales.

Supuestamente no se pueden hacer fotos por respeto…

Y con el coche llegamos al otro punto de la ciudad que era la catedral de Santa Bárbara, también aparcamos cerca gratis.

Catedral de Santa Bárbara

  • Horario de abril: de 9 a 18h
  • Precio: 180 CZK o 360 CZK en entrada conjunta con el Osario.

Fue dedicada a Santa Bárbara, patrona de los mineros. Su exterior es impresionante, se la ve imponente en la cima de la ciudad. Pero no es menos impresionante el interior lleno de pinturas, escudos y mezcla de estilos. Es la segunda catedral más visitada de la República Checa, después de la de San Vito en Praga. Y la diseñó el hijo del arquitecto de San Vito.

Se puede subir al piso superior, desde el que tienes una gran vista del interior de la Catedral desde arriba, pero lo que más nos gustó fue poder ver el órgano desde arriba, los cientos de tubos de diferentes formas y tamaños. Nunca lo habíamos visto desde esta perspectiva y estuvo genial.

En los alrededores está el colegio jesuita y las callejuelas del casco antiguo, por el que dimos una vuelta y ya acabamos la visita.

Aparcamos en la calle gratis, a unos 100 m del hotel. Algunas calles del centro son estrechas y no quedaba claro que se pudiera aparcar. Y tras dejar el equipaje fuimos a cenar a un restaurante que también tenía localizado a 100m del hotel. Aquí había algunos que cerraban hacia las 20h, y no estaba segura de que hubiéramos acabado a esa hora.

Cenamos pizza y solomillo con setas, delicioso, con vino y chupitos por 700 coronas. Aquí descubrimos slivovica, un licor de ciruela bastante fuerte típico de República Checa.

Día 3: Sky Bridge, Ostrava y Olomouc.

Aquí está nuestro itinerario y aquí nuestros consejos para visitar República Checa.