Vuelo con escala en Frankfurt y llegada a Johannesburgo (día 1 y 2: 8 y 9 de agosto de 2022, lunes-martes)

Día 1: Escala en Frankfurt

El vuelo sale hacia las 13h del 8 de agosto, con Lufthansa con escala en Frankfurt de unas 6 horas. En Frankfurt no hubo control de pasaporte ni nada de Covid. Para ir al centro lo más rápido es la línea S8 o S9. Hay máquinas expendedoras y cogimos una oferta que eran 9€ que se podían usar de forma ilimitada. Nos pareció la opción más barata.

Visitamos la plaza principal, la iglesia y el paseo por el río.

Al billete hay que ponerle el nombre a mano, como no lo sabíamos no li hicimos y revendimos nuestro billete.

El siguiente vuelo han sido 10 horas, salimos unos 15’ tarde a las 22.15h, también con Lufhtansa. Apenas hemos podido dormir. Nos han dado cena y desayuno. Hemos llegado a las 8.30h de la mañana.

Día 2: llegada a Johannesburgo

Primero hemos cambiado dinero en el aeropuerto y hemos comprado una sim de teléfono de 20 gb para 30 días que ha costado 599 rands, 35€.

Hemos cogido un taxi hasta el centro que nos ha costado 180 rands.

Cuando hemos llegado al alojamiento nos hemos cruzado con la señora del apartamento que ya lo tenía listo y nos ha dejado entrar. Este fue nuestro alojamiento con Airbnb.

Johannesburgo es una ciudad que no tiene mucho por ver, hay bastante inseguridad. Es la típica gran ciudad con mucha pobreza y suciedad, gente pidiendo… Tampoco da la sensación de inseguridad en plena luz del día por avenidas principales. Es un poco tipo guetos, en cada esquina hay gente vigilando, que te ofrecen droga. Hay poca policía, pero hay mucha seguridad privada. En los restaurantes, supermercados, etc., hay seguridad privada. Lo que se suele hacer es darse una vuelta por el centro el día de llegada.

Es una ciudad muy grande y moverse en transporte público es complicado porque tienes que hacer transbordos, lo cual no es recomendable. Así que hay que moverse en taxi. De hecho, los semáforos entre el trayecto del aeropuerto a la ciudad no funcionan la mayoría, así que los taxis no paran, por seguridad.

Hemos dormido un par de horas y hemos salido a ver el Constitution Hill, que es una antigua cárcel donde estuvieron Gandhi y Mandela. Hemos salido sin la cámara de fotos y con los teléfonos que se vieran poco. Hay muy poco turista, sólo en pleno centro. En cambio, la gente es muy amable, todos nos saludan, nos sonríen. La gente va muy arreglada, colorida, bien vestida.

Constitution Hill

Precio: 100 rands. GRATIS – WOMEN’S DAY. Horario de 9:00-17:00 h. Esta es la web oficial.

La Constitution Hill es casi tan antigua como la ciudad de Johannesburgo, y la historia detrás de sus museos históricos se observa desde el Old Fort, la prisión de mujeres y la celda Número Cuatro.

A medida que pasaban las décadas, las cárceles de Constitution Hill se convirtieron en lugares establecidos de encarcelamiento, donde había abundantes problemas asociados de sobrepoblación, deficiente saneamiento y enfermedades de los presos. Estos problemas se agravaron con la llegada del apartheid, y el creciente número de personas arrestadas por leyes de apartheid, tanto por delitos leves como graves. El número de prisiones siguió aumentando durante las décadas de 1950 y 1960, con el volumen de presos políticos creciendo con cada campaña política contra el apartheid. Un total de 156 personas, entre ellos Nelson Mandela y Oliver Tambo, fueron detenidos y retenidos en el complejo penitenciario antes del histórico juicio por traición en 1956 y, dos años más tarde, 2.000 mujeres, entre ellas Winnie Madikizela-Mandela y Albertina Sisulu, fueron detenidas después de protestar contra las leyes de aprobación del apartheid. La campaña Anti-Pass de 1960 resultó en más encarcelamientos, muchos de ellos estudiantes menores de 18 años fueron también arrestados, tras las protestas estudiantiles de 1976.

El 31 de enero de 1983 se cerraron oficialmente las puertas de la cárcel del Old Fort y el Número Cuatro. Los presos fueron trasladados a la nueva prisión de Diepkloof en las afueras de Soweto. En 1990 el recinto comenzó un largo proceso de reurbanización y se construyó el Tribunal Constitucional democrático de Sudáfrica, que fue inaugurado en 2004 y se abrió al público Constitution Hill, lugar dedicado a honrar el patrimonio, educar al público y fomentar el turismo.

La actual Corte Constitucional de Sudáfrica es una antigua cárcel en la que estuvo preso Gandhi y posteriormente Mandela. La visita se divide en dos partes:

• El Old Fort, que son los edificios de la cárcel. Se pueden visitar las habitaciones, los baños y el patio, además de diferentes salas de exposiciones.
• La Corte. Está fabricada con los ladrillos de la antigua cárcel y se encuentra en el sótano, ya que representa que los políticos no pueden estar por encima del pueblo.

Nosotros hemos visto las celdas 4 y 5, hay carteles explicativos de todo, las diferencias entre blancos y negros, qué comían unos y otros, las pertenencias que tenían: unos no tenían acceso a carne, mientras que otros sí, a unos sólo les asignaban una manta, mientras que los otros tenían también colchón y cojín… También hemos visto la celda de las mujeres, los baños, las celdas de aislamiento… Se pueden ver los disparos en las paredes del patio y las puertas de las celdas.

Es una visita muy interesante y está todo muy bien explicado, merece mucho la pena. Estaban haciendo un festival de música en la plaza pero no pudimos entrar porque ya no quedaban entradas.

Barrio de Soweto

Es otra de las visitas que se pueden hacer, aunque nosotros no fuimos.

Las “South Western Townships” (Soweto) fueron una localidad independiente de Johannesburgo entre los años 70 y 94, ya que durante el Apartheid los negros no tenían permitido vivir en la ciudad. Hoy en día, Soweto es un enorme barrio más, en el que siguen viviendo sólo negros de diferentes clases sociales.

• Soweto fue el hogar de Nelson Mandela y, de su amigo y premio Nobel, Desmond Tutu. Se pueden visitar las casas de ambos, que están muy cerca.

• La iglesia católica de Regina Mundi es otro de los sitios a no perderse en Soweto. Siempre ha sido un lugar de reunión para la gente del barrio, y durante el Apartheid siguió siendo así. Hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías, de los que todavía se pueden ver marcas de las balas en las paredes de la iglesia.

• El museo memorial de Hector Pieterson conmemora el papel de los estudiantes de Soweto durante el Apartheid, disparados por la policía durante los disturbios del 76. Cuesta 35 ZAR (2.5 euros) y abre todos los días de 10 a 17h (hasta las 16h los domingos).

• Las Orlando Towers., una antigua central eléctrica que está decorada con grafitis.

Otras visitas posibles de Johannesburgo son:

• La Plaza de Nelson Mandela está al norte, rodeada de los centros comerciales más grandes de Johannesburgo. Hay que coger taxi para poder ir y como oscurece tan pronto, lo hemos descartado. Hay una estatua muy grande de Mandela y tres centros comerciales, así que no tiene mucho interés.

• El Museo del Apartheid. Este sí que parece que es muy interesante, pero abre de jueves a domingo, así que hoy estaba cerrado. Al comprar la entrada te dan un ticket al azar: blanco o negro. Dependiendo de lo que te toque entrarás por una puerta distinta y tendrás una “experiencia” diferente. Los pasillos por los que se camina son diferentes e intentan reflejar cómo era la realidad de cada una de las etnias durante el Apartheid. La visita dura mínimo un par de horas, ya que contiene objetos de la época, paneles informativos, testimonios, reproducciones de sitios y mucho material audiovisual. 
  La entrada vale 150 ZAR (9 euros). Para los estudiantes vale 100 ZAR. Horario: de 9:00 a 17:00 h.

Comimos en un KFC de camino al apartamento, que nos ha costado 100 rands. El viaje ha sido largo, mañana cogemos el coche de alquiler y preferimos descansar para reponer fuerzas después del vuelo.

Día 3: Recoger coche de alquiler y ruta hasta Malelane, en el parque Kruger