Nuestro quinto día no lo podemos empezar mejor. El desayuno en el hotel Julia estuvo espectacular, lo indico en el apartado correspondiente. Sin duda vale muchísimo la pena. Lo pedimos a las 8.30h porque había una hora larga hasta Vardzia.

Tardamos más de lo previsto, como siempre. La carretera que va a Vardzia también es ancha, pero hay algunos tramos que están en construcción y, por lo tanto, sin asfaltar. Puesto que esta zona del país hace frontera con Turquía, nos cruzamos con un montón de camiones turcos.

Ciudad Cueva de Vardzia

Horario: de 10 a 17h en invierno

Precio: 15 GEL + 2 GEL de subir en coche hasta la entrada

Llegamos hacia las 10.30h y no había nadie. Muy contentos de haber dormido en Rabati porque la otra opción era dormir por esta zona y, siendo temporada baja, no se veía ningún movimiento ni para cenar ni para nada.

Compramos la entrada y pedimos también el transporte en una minivan que nos dejó al inicio. Es una carretera bastante empinada, así que vale la pena pagar los 2 GEL, y más si se va escaso de tiempo.

Hicimos la visita solos. Vardzia es un enorme complejo de cuevas artificiales excavadas en la pared de la roca. El lugar es mucho más grande que Uplistsikhe, y más o menos se sigue la numeración de la audioguía para avanzar en la visita. Se entra por un sitio y se sale por el lado puesto, bajando un largo tramo de escaleras, que va a parar de nuevo a la taquilla.

Alguno de los elementos principales que se pueden ver son: Iglesia de la Dormición, con unos coloridos frescos; el manantial natural oculto; el refrectorio; el boticario, en los niveles superiores, se ve desde el camino; Las bodegas de vino, parece que había por lo menos 25; tubos de arcilla para el transporte de agua; establo, túneles, etc.

Estuvimos hora y media para hacer la visita. Nos gustó mucho! Si vienes con más tiempo, te puedes estar tranquilamente 2-3 horas. Del interior de la iglesia salía un largo túnel que recorrimos un trozo, pero que luego desandamos para seguir con la visita.

Por el camino se pasa por delante del Castillo de Khertvisi, que se puede aprovechar para visitar. Nosotros no teníamos tiempo.

Ahora teníamos un tramo larguísimo de coche, hasta llegar a Martvili, unos 280 km, nos daba 4,5h horas de coche que al final se alargó una hora escasa. Muy buena ruta hemos hecho para ser tantas horas de coche.

Hubo que deshacer lo andando de nuevo hasta Rabati, también de nuevo por Borjomi, la ciudad del agua embotellada y cuya visita tampoco nos daba tiempo. Y seguíamos hasta la población donde ayer tuvimos una gran retención, pero la suerte estaba de nuestro lado puesto que nosotros teníamos que coger un desvío a la izquierda para encarar ruta hacia Kutaisi y, en esta zona, no había atasco de coches en nuestra dirección, pero lo seguía habiendo de haber hecho la misma ruta de ayer.

De nuevo pasamos por la autopista en construcción, por el tramo en el que también encontramos muchísima retención, y seguíamos de suerte, ya que la zona sin asfaltar también la pasamos con fluidez.

El último tramo del trayecto, desde Kutaisi hasta Martvili, ha sido el más pintoresco. Hemos pasado por esa zona al atardecer, eran como las 17h, y hay que tener mucho cuidado al conducir porque hay muchos animales que pastan a sus anchas por la carretera. Además de las vacas y perros habituales, también vimos cerdos, gallinas y patos que iban solos.

Lo que más nos extrañó es que todos vuelven a su casa cuando se va el sol, y esperan pacientemente frente a su puerta hasta que les abren para poder entrar. Esto lo habíamos visto con los camellos en el desierto, pero tantos km de carreteras con casas a los lados y todos los animales esperando frente a su respectiva puerta, fue de lo más curioso.

Y el último tramo del viaje, la ciudad de Martvili, está en obras y está prácticamente levantada. Las diferentes calles asfaltadas están atravesadas por una especie de regatas en el suelo que convierte el “asfalto” en socavones constantes.

Cañón Martvili

Precio: 20 GEL el cañón y otros 20 GEL el paseo en bote

Horario de invierno: de 10 a 19h. Por la noche está iluminado con luces de colores.

El cañón Martvili es un desfiladero por el que discurre un riachuelo, y hay algunas cascadas. Se puede andar por un sendero de 700 metros entre pasarelas, cuyo recorrido puede durar una media hora; y también se puede visitar en un corto paseo en bote inflable, que se tarda unos 15’ en hacer unos 300 metros, si el caudal de agua lo permite.

Nosotros no pudimos hacer el paseo en bote, los días anteriores había estado lloviendo y el caudal era demasiado fuerte. Pero nos encantó el pequeño paseo por el cañón, porque la fuerza del agua provocaba un gran estruendo al precipitarse en las diferentes cascadas. Era impresionante.

Hay algunas pasarelas metálicas por las que pasear y una especie de balcones para acercarte al filo. Estábamos casi solos, sólo un par de parejas más. Nos encantó la visita, una pena que fuera tan corta y que nos alargáramos más de lo previsto en el parking porque a las 19h teníamos que estar fuera, así que nos dimos prisa. De haber llegado un poco antes, lo hubiéramos podido ver también con luz natural, que seguro que habría estado muy bien. Con las luces de colores ya nos encantó, pero para mi gusto, algunas zonas estaban demasiado oscuras.

Atención con los “guías” del parking del Cañón Martvili

En Martvili nos la intentaron colar, pero no coló. Suelo marcar en MapsMe también los aparcamientos, pero en Martvili no lo encontré. Así que cuando llegamos no había ningún indicador y fuimos a parar a un gran parking con la foto del cañón. Sólo había un par de coches y en seguida nos pidieron 2 laris por el parking. Hasta aquí, normal.

Pero otro de los hombres que estaba en el parking nos dijo que el barco no funcionaba y que él nos llevaba a 4 o 5 sitios cuyas fotos se veían en el panel publicitario, por 120 GEL para los dos. No tenía muy claro qué me ofrecía, hablaba en inglés, pero me costaba entenderle.

Que el barco podía fallar si llovía mucho, ya lo sabíamos, pero nosotros queríamos igualmente visitar el cañón que, además, tiene un horario más amplio, por eso hicimos así la ruta, ya que el resto de los lugares cierra antes. Buscábamos la taquilla y no la veíamos, así que no acababa de entender.

En ese momento llegó una chica con uno de ellos y al hablar con ella entendí perfectamente lo que estaba pasando. En el parking, además del vigilante del aparcamiento hay los supuestos guías que te ofrecen sus excursiones y como son los primeros que vas a encontrar, a esta chica se la colaron.

La excursión consiste en que te lleven a ver 5 lugares diferentes y cobran por ello. A la otra chica, como iba sola le cobraron 100 laris y a nosotros nos pedía 120 por ser 2 personas. Estos lugares sólo los conocen los locales y no hay que pagar entrada porque son cascadas, ríos, etc. de acceso libre. Ella también iba en coche, lo dejó en el aparcamiento y pensó que la visita al cañón Martvili consistía en que te llevaran en coche a estos lugares, porque tampoco había leído nada de esto mientras organizaba su viaje, y estuvo hora y media con esta excursión que le montaron.

Me di cuenta del engaño porque allí mismo miré en la web oficial de compra de entradas si se podían comprar entradas para el mismo día y sí, se podía. Como me puse cabezona con ver el Cañón Martvili, me dijeron que fuéramos a preguntar a la oficina de turismo, por un caminito a la izquierda que no habíamos visto y Eureka! No era la oficina de turismo, era la taquilla que íbamos buscando.

Lo que ofrecían puede ser una excursión interesante para hacer en verano, si te puedes bañar, y alargándola para todo el día. Pero lo que pretendían vendernos, me pareció un negociazo para ellos!

Bajamos con el coche y allí mismo había espacio de aparcamiento, que no había que pagar. Efectivamente, el cañón estaba abierto hasta las 19h, tal como indica la web de compra de entradas y no se podía hacer el trayecto en bote por la fuerza del agua. Y casi nos lo perdemos!!

Con la entrada comprada se accede directamente por los tornos. En verano se recomiendan comprarlas por internet porque hay bastantes colas y para acceder directamente.

Ahora teníamos el alojamiento en la misma ciudad de Martvili, a 4km. Hay un supermercado cerca, así que compramos algo de comida y cenamos en la habitación. El alojamiento también es muy recomendable, sobre todo si se llega a Martvili a última hora, lo cuento en el apartado correspondiente.

Día 6: Chiatura y Tskaltubo.

Aquí está nuestro itinerario y aquí nuestros consejos para visitar Georgia.