Casco antiguo y Praga de noche (día 2: 21-1-23, sábado)

Pusimos la alarma a las 8 de la mañana y ¡¡sorpresa, está todo nevado, pero además sigue nevando!! De momento lo hace con poca fuerza, pero durante el día fue aumentando la intensidad de la nevada.

Desayuno en el hotel…

Nos dimos un buen desayuno en el hotel, nos abrigamos bien, y a las 9 ya estábamos en marcha. Llevábamos leggins y camiseta térmica y doble calcetín debajo de la ropa de calle. No habíamos traído las botas de goretex porque no esperábamos que nevara, pero las bambas con un poco de plataforma fueron más o menos suficiente. No hacía mucho frío tampoco, quizás por las capas que llevábamos puestas…

Habíamos pensado hacer el free tour, pero como nuestro tiempo era tan escaso, decidimos hacer la visita a nuestro aire, para así avanzar más. Y con la nieve y el frío, tampoco nos apetecía estar parados mucho rato mientras dan las explicaciones, que tampoco ves tantas cosas. E hicimos bien de no hacerlo, porque la nevada fue en aumento y si lo hubiéramos hecho, no hubiéramos tenido tiempo de llegar al castillo.

Mapa de Praga

Plaza de la Ciudad Vieja

Nuestro primer destino fue la Plaza de la Ciudad Vieja, uno de los lugares más agradables de Praga y la plaza principal. Es muy acogedora y antigua y está rodeada por interesantes callejuelas por las que resulta un auténtico placer pasear.

Durante el siglo XI, las edificaciones fueron extendiéndose desde el Castillo hasta la orilla derecha del río Moldava, y ya  a finales de ese siglo se menciona por primera vez la existencia de un mercado en lo que es la actual plaza de la Ciudad Vieja. En los dos siglos siguientes Praga continuó creciendo y en el siglo XIII adquirió el título de ciudad. El ayuntamiento, que también se encuentra en la plaza, empezó a funcionar a mediados del siglo XIV.

Plaza de la Ciudad Vieja de Praga.
Plaza de la Ciudad Vieja de Praga.

Estos son los edificios de interés que podemos ver en la plaza:

  • La Iglesia de Nuestra Señora de Týn (Kostel Matky Boží před Týnem): Fue construida en el siglo XIV sobre una antigua iglesia románica, es una impresionante iglesia de estilo gótico tardío que cuenta con dos de las afiladas torres, que superan los 80 metros de altura, y se pueden observar desde distintos lugares de Praga.
  • El Ayuntamiento de la Ciudad Vieja: es uno de los edificios de la Plaza más admirado ya que se encuentra el impresionante Reloj Astronómico de Praga. Posee una torre gótica de 60 metros de altura desde la que se puede contemplar el centro.El horario para subir a la torre es de martes a domingo de 9:00 a 22:00 horas y lunes de 11:00 a 22:00 horas. El precio de la entrada general son 130 Kč (unos 5,50 €) y 80 Kč (unos 3,40 €) para estudiantes y niños.
  • Reloj Astronómico.

El Reloj Astronómico

El desfile de los doce apóstoles se produce a todas las horas en punto de 9:00 a 21:00 horas.

Nosotros lo vimos en plena acción luego de vuelta a nuestro apartamento, después de comer. Es muy bonito ver los autómatas que salen de allí dentro, en funcionamiento.

El Reloj Astronómico es un famoso reloj localizado en la pared sur del Ayuntamiento y es una de las principales atracciones turísticas de Praga. Se trata de un reloj medieval, que fue construido en 1410 por un maestro relojero llamado Hanus y perfeccionado posteriormente por Jan Taborsky en el siglo XVI. Cuenta una leyenda que para que Hanus no repitiera su obra, los concejales le dejaron ciego.

El reloj se compone de tres partes:

  • El calendario de Josef Mánes: La esfera inferior representa los meses del año mediante pinturas realizadas por Mánes, además de los signos del zodiaco y, en el centro se encuentra el Escudo de Armas de la Ciudad Vieja de Praga. También  tiene cuatro pequeñas esculturas addicionales, que son un filósofo, un ángel, un astrónomo y un orador.
  • El Reloj Astronómico: La esfera superior de la Torre del Reloj es el Reloj Astronómico propiamente dicho, que no tiene como función dar la hora, sino representar las órbitas del Sol y de la Luna.
  • Las figuras animadas: Son los doce apóstoles que desfilan y salen del Reloj cada  vez que el reloj marca las horas en las ventanas superiores del Reloj Astronómico. Además, hay cuatro figuras adicionales, que son el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte, un esqueleto que tirando de la cuerda marca el inicio del desfile.
Reloj Astronómico de Praga.

Tras ver la zona de la plaza, al principio nos costó un poco ubicarnos porque no hay dos calles rectas, y fuimos a parar al barrio judío. Lo teníamos previsto para ver el domingo. Además, hoy no pudimos ver nada puesto que el Sabbath (sábado) es el día sagrado para los judíos, así que todas las sinagogas y el cementerio estaban cerrados. Y nos quedamos en la puerta de la Sinagoga Española.

Seguimos nuestra ruta hacia el río. Cruzamos por el Czech Bridge, que es el que estaba más cerca del barrio judío. No es el más bonito de los puentes, pero desde allí sí tienes una preciosa vista de todo el conjunto de los puentes, puente Carlos incluido, y la ciudad. Así que vale la pena esta ruta.

Vistas del río desde Czech Bridge, Praga.

Hay quien llega al castillo en tranvía, pero nosotros lo hicimos todo andando, es una distancia muy asequible. Tras pasar por el puente, fuimos a través del parque Letna, que también cruzamos. Hay bastantes escaleras y un mirador. También pasamos por un estanque, que estaba congelado. Y fuimos a salir a las Antiguas Escaleras del castillo (Old Castle Stairs), un itinerario con unas fantásticas vistas de toda la zona, puesto que vas subiendo. No todo son escaleras, vas combinando andar en llano con subir escaleras.

Vistas de Praga desde la zona del Castillo.

Al acercarnos al castillo había una cola quilométrica, literalmente hablando, puesto que aún nos faltaba 1 km para llegar a la puerta de acceso. Por suerte, preguntamos a un par de personas y resultó ser la cola para una exposición temporal de la Joyas de la Corona de Praga. Así que seguimos más adelante y al final resultó ser otra cola más corta que había al principio de todo, unas 12 personas, tardamos muy poco en entrar.

Justo antes de entrar en el recinto del castillo había un control de seguridad donde nos miraron la mochila y también pasamos por el detector de metales. No sabemos si esta es la práctica habitual, o fue algo puntual debido a la exposición de las Joyas de la Corona.

Castillo de Praga

Ubicación: Al oeste del río Moldava.

Horario desde noviembre hasta marzo: todos los días de 6:00 a 22:00 horas. Monumentos de 9:00 a 16:00 horas.


Precio adultos (incluye la Catedral de San Vito, el Palacio Real, la Basílica y el Callejón del Oro):  350CKZ.  Precio estudiantes 250 CKZ. Con la Prague Card la entrada es gratuita.

El precio al cambio fueron 10€ por persona. Te dan una entrada que vale para las 4 visitas, aunque en realidad la Catedral es gratis. Y en cada visita te van validando la entrada. De todas formas, se puede pasear por el interior del recinto del castillo, las calles y la catedral de forma gratuita. Solo deberías pagar en caso de querer entrar en el Palacio, la Basílica o el Callejón del Oro. Las taquillas de compra de entrada están justo antes del edificio correspondiente. En cualquier caso, en nuestra opinión merece la pena pagar la entrada. La visita es muy completa y puedes estar varias horas visitando todo. Además, las vistas de Praga desde el castillo son preciosas.

Vistas de Praga desde el Castillo.

El Castillo de Praga fue construido en el siglo IX y es uno de los castillos más grandes del mundo (es como una ciudad) y el monumento más importante de la República Checa. No es el típico castillo medieval con aspecto fortificado, sino que está compuesto por un conjunto de palacios y edificios conectados por pequeñas y pintorescas callejuelas.

Podríamos decir que la creación de Praga comienza con la construcción del castillo. Su situación estratégica pronto lo convirtió en el centro del territorio y constituyó la residencia de los Reyes de Bohemia. En 1918 se convirtió en la residencia del Presidente de la República Checa y desde entonces el presidente tiene allí su despacho.

En el recinto del castillo los lavabos son de pago. Tienes que poner una moneda o tienes alguna persona que te cobra en la entrada, así que aprovechamos para tomar algo en el bar, y así usar el baño. Nos tomamos una sangría caliente, que se llama Glühwein y un café, por unos 5 euros al cambio. Ya a la salida de la cafetería teníamos el Callejón del Oro, y justo al lado, en la tienda de souvenirs, se vendían las entradas para entrar a los monumentos.

En este link puedes descargarte el mapa del Castillo con todos los puntos importantes a visitar y por donde acceder.

Callejón del Oro

El Callejón del Oro es una calle corta, colorida y encantadora situada en el interior del Castillo, que recibe su nombre de los orfebres que habitaban y trabajaban allí en el siglo XVII.

Callejón del Oro, en el Castillo de Praga.
Callejón del Oro, en el Castillo de Praga.

El lado izquierdo del Callejón del Oro está ocupado por casitas de colores que fueron construidas en los muros del castillo para cobijar a los 24 guardianes del castillo. Posteriormente, hacia el siglo XIX fueron habitadas por mendigos y delincuentes de Praga, pero en el siglo XX fueron desalojados y reformadas, convirtiéndose en tiendecitas de artesanías, como marionetas, cristal, relojes y otros productos típicos, y exposiciones, con objetos de la zona que representan como era la vida en aquella época.

El Callejón del Oro es también conocido porque en la casa número 22 vivió Franz Kafka, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, escritor de la Metamorfosis, su obra más conocida.

Entramos en todas las tiendas, que además de ser muy interesante, nos permitió resguardarnos del frío y la nieve, que cada vez apretaba más. Hay sobre todo marionetas ,  armaduras, armas y aparatos de tortura medievales. Hay muchas artesanías, exposiciones, relojes con engranajes, todo muy artesanal. Una de las zonas es como de recreación de cómo era el castillo en la antigüedad con habitaciones temáticas con objetos de la época.

Callejón del Oro en el Castillo de Praga.

Con la nieve, no se aprecia el color del callejón, que habíamos visto en fotos con unos tonos coloridos muy intensos. Pero nos gustó mucho de todas formas.

Cuando acabamos con el Callejón del Oro llegamos a la Torre Daliborka, que está justo continuando la visita (hay flechas que te indican el recorrido). Esta es la famosa cárcel de la ciudad que en sus comienzos albergaba a los miembros de la nobleza, pero que más tarde pasó a convertirse en una prisión más común. Aquí hay muchos elementos de tortura, jaulas colgadas con esqueletos dentro, etc. Es de las exposiciones de tortura más completas que habíamos visto nunca. Los esqueletos colgando del techo fueron muy impresionantes.

Luego nos fuimos hacia la Basílica y Convento de San Jorge, que era muy sencilla, pero también nos gustó, y de nuevo, nos permitió resguardarnos de la nieve. La cortina de nieve cada vez era más espesa y ya no podíamos hacer ni fotos, porque apenas se veía. Fue fundada en el año 920 y ampliada posteriormente con la construcción del convento, que en la actualidad acoge la colección de arte bohemio del siglo XIX de la Galería Nacional de Praga, con algunas reliquias religiosas.

Y seguimos hasta el antiguo Palacio Real, que tampoco tiene mucho por ver. El antiguo palacio fue creado en el siglo IX como un palacio de madera, perosufrió importantes cambios hasta convertirse en el impresionante edificio que se conserva en la actualidad. Hay una sala muy grande, tipo sala de baile, la capilla, además de algunos muebles antiguos y cuadros.

Y ya solo nos quedaba por ver la Catedral, pero no pudimos entrar, ya que había un tiempo de espera en la cola que duraba 8 horas, ya que la exposición de Las Joyas de la Corona que habíamos mencionado anteriormente se hacía en algun lugar de la catedral. De hecho, ya habían cerrado la cola y no se podía quedar más gente, aunque tampoco íbamos a hacer tantas horas de cola, de todos modos.

Catedral de San Vito:

Catedral de Praga.

Tiene una importante historia y un notable valor artístico, siendo el símbolo de Praga y de toda la República Checa. Esta es la catedral más importante de Praga y uno de sus monumentos más significativos. 

Se empezó a construir en 1344 por orden de Juan de Luxemburgo y después de varias épocas y arquitectos diferentes, se terminó finalmente en los siglos XIX y XX, que abrió sus puertas al público a finales de 1929.

En ella se encuentra la tumba de Wenceslao IV (El Rey Bueno), las Joyas de la Corona, y es el lugar de coronación de los reyes de Bohemia.  También se puede subir a la torre, desde donde hay las mejores vistas de la ciudad de Praga. La subida es por unas escarpadas escaleras de caracol. La altura de la torre más elevada es de 99 metros, y las de las dos torres gemelas son de 80 metros.

En el castillo también se puede ver:

  • Torre Negra: recibe su nombre a causa de un incendio que la dejó ennegrecida. Fue una prisión para los deudores, un grupo de presos que contaban con numerosos privilegios.
  • Torre Blanca: fue utilizada como prisión para los miembros de la nobleza.
  • Torre de la Pólvora: fue construida en el siglo XV como parte de la fortificación del castillo y terminó convertida en el laboratorio de los alquimistas del rey Rodolfo II.

Como cada vez nevaba más, el calzado y la ropa empezaban a calar, teníamos hambre y como aquí se come temprano, dimos la visita por terminada y nos dirigimos a comer. El sitio que elegimos para comer fue la turistada, y luego los comentarios que vimos nos lo confirmó. Pero ya estábamos cansados y fue el primer sitio que vimos y casi nos metimos sin valorarlo. Nos cobraron por el cubierto, por el acompañamiento, etc. así que pagamos al precio de aquí. Pero la comida estaba buena. Comimos gulasch y otra carne típica.

Comida típica en Praga.

Luego paseamos un poco más por centro y vimos el Reloj Astronómico en pleno funcionamiento, que creo que eran las 5 de la tarde. También la escultura del hombre colgado.

Descansamos un rato en el hotel y pusimos el calzado en el radiador para que se secara. Estuvimos en la cafetería del hotel, que también es muy chula. Y luego teníamos la reserva en el Spa del hotel. Llevábamos bañador, chanclas, toalla… y no nos hizo falta nada. El Spa es privado, te dan las chanclas, el albornoz y no hace falta ni el bañador, tal y como nos dijeron en la recepción. También había sauna, jacuzzi, música y luces que se podían graduar. Y una neverita con una agua con gas gratis, y varias opciones de pago, como refrescos o champagne. Nos costó 900 coronas.

Tarde de Spa en nuestro hotel de Praga.

Puente de Carlos

Después del SPA, salimos a ver Praga de noche. Pasamos por el Puente de Carlos, que es el monumento más famoso de Praga y comunica la Ciudad Vieja (Staré Město) con la Ciudad Pequeña (Malá Strana). Lo cruzamos y paseamos por el otro lado del puente, que por la mañana con la nieve no se apreciaba nada.

Tiene más de 500 metros de largo y 10 de ancho, y antiguamente tenía 4 carriles destinados al paso de carruajes. Actualmente es peatonal. Cuando fuimos nosotros estaba todo nevado y helado, así que era un espectáculo intentar cruzarlo y ver como otras personas lo cruzaban, entre resbalones y risas.

El Puente de Carlos recibe su nombre de su creador, Carlos IV, que puso la primera piedra en el año 1357 para sustituir al Puente de Judit, que fue destruido por una inundación. A lo largo del Puente hay 30 estatuas situadas a ambos lados, construídas a principios del siglo XVIII, muchas de las cuales son copias ya que las originales se encuentran en el Museo Nacional de Praga.

La primera estatua que se añadió en 1683 fue la de San Juan Nepomuceno, quien fue tirado al río en 1393 por orden de Wenceslao IV y en el siglo XVIII fue santificado. Su estatua está en el lugar desde donde fue arrojado al agua. Se dice que quien pide un deseo poniendo la mano izquierda en la representación de su martirio, en la base de la estatua,, éste le será concedido.

Cruzando el puente, en el lado del río donde se está el castillo, encontraremos también puestecillos, artistas callejeros y lugares donde comer.

Volvimos a cruzar el puente y fuimos a cenar por la zona del barrio judío. Entramos en un pub decorado tipo antiguo, que había encontrado que también hacían comida, pero lo deben hacer sólo al mediodía porque sólo nos ofrecieron nachos.

Ya que estábamos allí nos tomamos unos cocteles con nachos y cuando salimos, entre el callejeo y todo, ya todo estaba cerrando, así que hicimos una pizza al corte que nos comimos mientras paseábamos y aprovechamos bien el paseo nocturno, ya que, por fin, no nevaba.

Praga de noche.
Praga de noche.

De vuelta al hotel, justo al lado teníamos otro sitio de pizza al corte y nos comimos otro par de trozos porque vimos que estaban recién sacados del horno, ¡buenísimas!. Eran como la 1 de la madrugada, así que no pudimos aprovechar mejor el día!! Algunos de estos sitios de pizza al corte abren toda la noche, y cierran sobre las 5 o 6 de la mañana, de modo que puede ser una buena opción si salís de fiesta y tenéis hambre al salir.

Día 3: Barrio judío.