Día 5: miércoles, 18 de julio de 2012
Rabat
Tras otro magnífico desayuno, seguimos con nuestro horario matutino. De lo que quedaba de Rabat, habíamos decidido que sólo íbamos a visitar la necrópolis de la Chellah, donde se encuentra la ciudad romana de Salé. Y fue todo un acierto. Fuimos en nuestro coche pues vimos que estaba cerca del hotel y parecía que se podía aparcar bien. Así fue, previo pago de pocos dhs. La ciudad romana es curiosa y además tiene unos jardines muy bien cuidados que le dan un frescor agradable y más aún a esas horas de la mañana, que aún no aprieta el sol. Pero lo que nos pareció más curioso es la colonia de cigüeñas que habita aquí. Nos gustó muchísimo. Fue toda una experiencia.
Colonia de cigüeñas en la Necrópolis de Chellah, en Rabat.
Casablanca
Pusimos rumbo a Casablanca, que estaba a 90 km, 1 hora aproximadamente, por autopista. No se si nos salimos por donde no tocaba, creo que tardamos más de dos horas en llegar a la mezquita. El tráfico era horroroso, no había forma de avanzar. Ha sido la ciudad más caótica con la que nos hemos encontrado en todo Marruecos y con diferencia de cualquier otra. Ni en El Cairo habíamos visto tanto desorden.
Visto que no llegábamos paramos el coche al lado de la plaza de Mohamed V. Por allí nos dimos un paseo para ver el palacio de justicia, los consulados y el parque de la liga árabe.
Plaza Mohamed V, en Casablanca.
Cuando subíamos de nuevo al coche, en medio del caos circulatorio, apareció este convoy de la policía abriéndose paso. Tuvimos que dejar de grabar puesto que nos vieron y se bajaba el conductor de uno de los camiones. Suerte que despejó el tráfico y siguieron adelante. Aquí os dejo lo que conseguimos grabar: Video Policía
De allí fuimos a la mezquita. Eran cerca de las 13 h. Nos informamos del horario. Pensábamos que la visita era a las 14 pero era a las 15 h, así que hicimos todas las fotos de exteriores puesto que casi nos quedaban un par de horas, picamos un poco y buscamos una sombra donde apalancarnos. El precio son 120 dh y aquí no coló el carnet de universidad que en otros países he utilizado, porque no pone la fecha. Las mujeres han de cubrirse para la visita.
La mezquita Hassan II es impresionante, creo que la segunda más grande del mundo después de la Meca. Faltan palabras para describirla. Sin duda ha sido el edificio más impresionante de Marruecos y de lo mejorcito que hemos visto en nuestra corta vida viajera. Por su tamaño, por su belleza, por su majestuosidad, por su situación, por todo. A pesar de que Casablanca no nos gustó nada. Con tanto caos que vimos se nos quitaron las ganas de pasearla, pero vale la pena ir aunque sólo sea por ver la Mezquita.
Mezquita de Hassan II, en Casablanca.
Mezquita de Hassan II, en Casablanca, al borde del mar.
Entrada a la Mezquita de Hassan II, en Casablanca.
Tras una horita de visita, decidimos salir de Casablanca como una bala. No queríamos estar ni un minuto más allí. Pero no nos fue nada fácil encontrar la salida. En mi vida había preguntado tantas veces. Creo que aún tardamos más en salir que en entrar. Al final una furgoneta nos dijo que le siguiéramos, y ya nos metió en la autopista hacia Marrakech. La ruta hasta Marrakech, por autopista, eran 239 km, unas 2 h 15’ aprox. Pues creo que tardamos como 4 h en llegar.
Marrakech
El hotel de Marrakech lo cogimos para 3 noches. Estaba fuera de Marrakech, como a 10 km, puesto que no encontramos nada más cerca que nos entrara en el presupuesto, y por Internet me había sido imposible encontrar la dirección ni en el Google maps ni en otros navegadores, así que íbamos a la aventura. La única referencia que encontré es que estaba cerca del estadio de futbol de Marrakech. Cuando pasamos el estadio vimos un control de policía, que luego resultó que estaba allí permanente. Les preguntamos y sí que lo conocían, así que nos hicieron dar la vuelta y girar en un desvío que acabábamos de pasar. En el desvío, el hotel estaba a un par de km. El hotel es un resort que está muy bien, con habitaciones tipo bungalow, grandes piscinas y actividades de animación, parking gratuito… En unos 15-20’ llegábamos a la plaza Jemaa el Fnaa, donde fuimos a cenar cada noche. La verdad es que la ruta hasta el centro era muy fácil aunque siempre que se pueda cuanto más cerca de la plaza, mejor. Este es el enlace Blue Sea Hotel Marrakech Ryads Parc and Spa.
Restaurantes en la Plaza Jemaa el Fnaa, la zona de más ambiente de Marrakech.
Plaza Jemaa el Fnaa de noche.
Restaurante núm. 117, en la Plaza Jemaa el Fnaa, donde cenamos nosotros.
Ya eran más de las 19 así que hicimos el check in y a cenar a la plaza Jemaa el Fnaa, que teníamos ganas de verla. La verdad es que el ambientazo nocturno es espectacular. Hay un montón de chiringuitos que sirven comida en la misma plaza y allí mismo que fuimos. Todos tienen un aspecto bastante parecido. Las mesas son largas y a medida que se van llenando comes codo con codo con los de al lado, que siempre va bien para echar un rato de charla con otra gente y comentar experiencias. Los camareros te paran para que cenes en su chiringuito. Los primeros que encontramos fueron los del puesto nº 117 y tras darnos una vuelta y ver que todo era del mismo estilo, como nos parecieron muy simpáticos, nos fuimos con ellos.Comimos pinchos, surtido de pescado y calamares y cuscús con verduras. Todo estaba muy bueno excepto el cuscús, que era la primera vez que lo probábamos y no nos gustó. Tras dar una vuelta, acabamos el día. Esta es la plaza, de noche…
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