Reserva Natural Hluhluwe (día 9/10: 16/17 de agosto de 2022, martes/miércoles)

Día 9: día de transición

Para hoy tenemos un día de transición, unas cuantas horas de coche, camino de la ruta hasta la Reserva Natural Hluhluwe, unos 520 km, unas 7 horas de coche.

Por la mañana teníamos la visita de la Ventana de Dios, pero viendo como fueron ayer las visitas, que algunas entradas han doblado el precio y teníamos mucho tramo de carretera por delante, la hemos descartado. Además, había que desviarse de la ruta para hacer esta visita. Dejo la información por si es de interés.

El paisaje que vas viendo por la carretera ya es espectacular, no te hace falta pagar una entrada por ver un mirador, así que la descartamos.

God’s Window o la ventana de Dios

Este increíble paraje natural, ubicado a solo 9 kilómetros de Gaskop, es una de las paradas imprescindibles de esta zona. La primera parte del recorrido son escaleras y te llevan hasta los dos miradores conocidos como God´s Window y que es el punto en el que se quedan la mayoría de viajeros.

Se puede seguir subiendo hasta llegar al bosque, que es la zona que merece más la pena. El precio de la entrada no sabemos cuál es, ya que han subido precios y el horario es de 7h a 17h. En la entrada hay un parking gratuito además de diferentes tiendas de artesanía.

Emprendemos ruta por carretera sin peaje, que es más corta que la de peaje y la velocidad permitida es la misma. Las carreteras están bastante bien, hay algunos trozos con muchos socavones y pillamos muchos camiones, lo que hace que tengas que reducir la velocidad, ya que a veces cuesta adelantarlos (Adrià se ha hecho ya un experto en conducir por la izquierda y en adelantar camiones, carros y lo que se encuentre).

Hay muchos tramos de carreteras en obras, así que algunos trozos te la encuentras recién pintada y asfaltada, otro te toca aguantar las obras. Con los camiones hay que ir adelantando, así que te rebaja el ritmo. Pero incluso así está muy bien.

A mitad de camino hemos parado en un KFC a hacer un par de menús que nos ha costado 160R. Las alitas nos las tuvimos que repartir de tanto que picaban (mucho más que las picantes de España), nos caían las lágrimas.

Luego llegamos al alojamiento, por una carretera insalubre, y resultó ser también un hotel inhabitable, que en teoría estaba “en construcción”, pero que en la práctica, no tenía rastro de obras. Más bien se quedó a medias, todo sucio, sin condiciones de seguridad, cables eléctricos por todas partes. Hemos puesto la correspondiente reclamación en Booking.

Hemos dormido fatal. En este alojamiento hay paredes, pero parecen de papel, así que se oyen absolutamente todos los ruidos (que no vamos a explicar). Además, la luz del baño comunitario enciende la luz de nuestro baño, que además no tiene puerta, y los huéspedes han pasado una noche movidita, así que nosotros también.

Día 10: Reserva Natural Hluhluwe

Como hemos pasado tan mala noche y tampoco nos podíamos duchar, hemos madrugado para ir a nuestro siguiente destino, a 74 km, 1 hora y cuarto, la Reserva Natural Hluhluwe.

Es conocida mundialmente por haber salvado al rinoceronte de la extinción. Es la reserva que alberga a la mayor población de rinocerontes blancos y negros del mundo.

Está incluido con la Wild Card. Compramos un mapa por 5R, que es muy recomendable, para poder seguir bien la ruta. Así como en el Kruger está todo muy bien indicado, aquí no hay tantos indicadores y con el mapa es más fácil aclararse por dónde se va. En los cruces te indica un número, que así lo buscas en el mapa, y puedes decidir hacia qué lado quieres ir.

Aquí nos miraron el coche, como hay todo el tema de los rinocerontes y de la caza furtiva, está mucho más controlado. En todos los parques hay personal de seguridad que revisa, además de la documentación y los datos particulares, también los vehículos, el maletero, a ver qué llevas. En los coches pequeños de alquiler, no miran tanto, en los 4×4 revisan más. Nuestro cochecito de juguete casi no lo miraron, ya vieron que apenas no nos cabían las maletas, y eso que era equipaje de mano, nos iban a caber un par de rifles o un cuerno. Hicimos el registro. Así como en el Kruger rellenamos nosotros la información, aquí lo hacen ellos, los datos del coche, los nuestros, si se hace noche, etc. Con esto te dan un tiquet, que hay que conservar en todo momento, porque lo tienes que entregar a la salida, al igual que en el Kruger y en todos los parques.

El parque está separado en dos partes, Hluhluwe y Infosi. Le preguntamos a la chica de la recepción que queríamos ver rinocerontes, que era el animal que nos faltaba. Y nos dirigió hacia Infosi, nos marcó una ruta circular, cruzando el campamento principal y luego por carretera no asfaltada, marcándonos las zonas del río y de las balsas. Fue todo super bien y vimos varios rinocerontes.

Nada más entrar en el parque por Infosi hay una zona que se llama Centenary Center. Es una parada muy interesante. Aquí hay bar, lavabos, una tienda de artesanía enooorme con los precios puestos, que así te haces una idea de los precios. Y no eran tan caros. Y también había una exposición de lo que se llama la “boma”. Preguntamos qué significaba y nos dijeron que era cómo hacían para atraparlos, el “game boma”, como un juego de caza.

Exposición en Infosi, en la Reserva Natural Hluhluwe, Sudáfrica.

La caza del rinoceronte como el tal “game boma”, evidentemente ya está prohibido hace años, en cuanto a cazarlos para las subastas se refiere. Tampoco hace tanto, porque estaban las fechas en las fotos y algunas de ellas eran en color. Está muy bien explicado el proceso de cazas furtivas ilegales.

Luego también ves el proceso de captura para diferentes fines, como puede ser capturarlos para llevarlos a otros parques y reservas naturales.

Es muy interesante la exposición porque hay jaulas, coches, maquetas, armas y también fotos espeluznantes de cómo lo llevaban a cabo, entre los años 1950 a 90. A pesar de que algunas fotos son muy crudas, no deja de ser interesante conocer un poco más del tema. Hay dos tipos de rinocerontes: los blancos y los negros, ambos en peligro de extinción y vimos los dos en este parque. En la exposición que mencionamos al principio del parque, te explica las diferencias entre ambos.

Nos tomamos unos refrescos por 48R, mientras veíamos la exposición. Fue una parada interesante. El parque es muy chulo, muy montañoso, al contrario que el Kruger, que básicamente es llano. Ves las montañas, las laderas, nos gustó mucho.

Nada más llegar al itinerario, al salir de la carretera asfaltada vimos una familia de 4 rinocerontes, uno inmenso con el cuerno muy grande. Fue chulísimo. Luego vimos 2 más en el río, uno tumbado y el otro andando. Con la cámara de fotos y los prismáticos, alcanza muy bien a verlo todo, aunque a veces parezca un poco lejos.

Luego vimos otro muy grande tumbado en una balsa, y lo estuvimos observando desde cerca un rato. Hay que hacer las visitas con tranquilidad, observándolos durante un rato ves cómo se mueven, cambian de postura, andan. No es cuestión de llegar, hacer la foto e irse. Es mucho más interesante la visita si se hace en plan tranquilo, observarlo todo sin prisa. Ya estamos acostumbrados a los coches que llegan rápido, sin respetar a los animales ni a los otros visitantes, se ponen dónde quieren, hacen un par de fotos y se van. Consideramos que viajar es ver y conocer, no solo obtener un par de buenas fotos para subir a redes, sin ni siquiera haberse parado a observar.

Y más adelante vimos una madre y un hijo caminando, y resulto que el de la balsa era el padre, porque al poco se levantó y se fue con ellos, y pudimos verlos a los tres juntos. Oímos un ruido detrás nuestro y pensábamos que era otro coche y resultó ser el rinoceronte. Nos esperamos a ver qué hacían…

Reserva Natural Hluhluwe, Sudáfrica.

Donde se ven más animales es en la zona del rio y en las balsas, porque, aunque sea invierno hace mucho calor y los animales buscan el agua y la sombra cerca del agua. Buscar agua en el mapa o cuando indica loops, que aquí también hay agua. Por nuestra experiencia, el horario en que vimos más es de 14 a 15h.

Santa Lucía

Después de la Reserva, nos queda una hora escasa de coche, unos 50km, hasta Santa Lucia, donde haremos noche. Este fue nuestro alojamiento, perfecto para ducharnos y descansar después de la nochecita anterior.

Alojamiento en Santa Lucía, Sudáfrica.

Santa Lucía resultó ser una ciudad costera, con muchos hoteles: grandes, pequeños, resorts; muchos restaurantes de todo tipo: carne, pescado, sushi, pizza, cócteles, etc.

Es un estuario, una reserva natural única en el mundo, llamada Parque Nacional de Isimangaliso, situada en territorio zulú, con un ecosistema variado y que es Patrimonio de la Unesco. Dejamos las cosas en el apartamento, perfectísimo el de hoy, y nos acercamos a la playa en coche y, menos mal, porque estaba como a media hora andando lo que en coche eran 5 minutos. Al ser una reserva natural, no había paseo marítimo, ni chiringuitos, ni nada, como nosotros esperábamos.

Además no tiene una playa muy adecuada para el baño. Está indicado que hay tiburones y no hay socorrista, así que te bañas bajo tu responsabilidad. No hacía el tiempo adecuado tampoco, quizás en verano haya más gente, pero no había nadie en el agua, solo pescadores.

Así que dimos una vuelta rápida y, como apenas habíamos dormido esta noche, volvimos al apartamento. Compramos unas pizzas y unas bebidas en un SPAR que encontramos, que nos costó 120R, y que nos las comimos en el apartamento. Y con esto acabamos el día de hoy, que ha sido largo.

Día 11: Vuelo hasta Port Elisabeth