Después de dos semanas intensas en Corea, el día 14 marcó el inicio de una nueva etapa: la llegada a Shanghái. Aunque en teoría era un día de transición, terminó siendo más largo y accidentado de lo esperado. Por eso he decidido juntar este día con el 15, que fue mucho más turístico y visual, para ofrecer una experiencia más completa.

🧳 Día 14 – Transición, contratiempos y llegada a Shanghái

El plan original era visitar el Museo Nacional y el Museo de la Guerra, pero ya habíamos visto los exteriores del segundo el día anterior, así que optamos por una mañana tranquila: desayuno sin prisas y últimas compras. En retrospectiva, la planificación no fue la mejor… ¡no hubiera dado tiempo!

🚆 Cambio de planes con el tren

Queríamos tomar el AREX exprés de las 13:30h, pero intentamos adelantarlo a las 12:10h. Llegamos en autobús (más cómodo que el metro), pero el exprés estaba agotado hasta las 15:30h. Como nuestro vuelo salía a las 16:55h, tuvimos que optar por el tren normal, que tardó una hora con varias paradas.

El billete se compra en las máquinas, no había ventanillas.

🧼 Facturación con Spring Airlines

Ya habíamos contratado la facturación de maletas de cabina (hasta 10 kg por persona), porque Spring Airlines solo permite un artículo personal bajo el asiento. Había leído muchas críticas sobre recargos inesperados, pero todo salió bien. Incluso contratamos un seguro adicional por unos 3-4 euros por persona a través de Trip.com.

✈️ Vuelo y llegada a Shanghái

El vuelo salió con retraso y aterrizamos sobre las 18:10h. En el control de seguridad, hubo confusión con el lugar de nacimiento de mi marido (“Almería” se entendió como “Armenia”), lo que nos retuvo un buen rato.

También tuve problemas con el reconocimiento de huellas, pero lo resolvieron manualmente, en otro rato de espera prudencial.

🚄 Del aeropuerto al hotel

Tomamos el tren Maglev a las 20h (30 km en menos de 8 minutos), con descuento por comprar el billete el mismo día del vuelo y también por comprar ida y vuelta conjuntamente. Pagamos todo con Alipay y WeChat, que esta vez funcionaron perfectamente.

Luego, metro hasta el hotel, perfectamente ubicado a 300m del metro de Plaza del Pueblo, en una ciudad superpoblada y caótica. Nos dieron una habitación equivocada, pero la cambiaron al día siguiente por una con vistas espectaculares.

🌿 Día 15 – Excursión a Suzhou y frustración con Hangzhou

Este fue uno de los días más intensos del viaje. Queríamos visitar Suzhou y, si era posible, Hangzhou. Spoiler: no lo fue.

🚉 Salida temprana y billetes de tren

Fuimos a la estación central de Shanghái. Las colas eran interminables, pero conseguimos subir al tren de las 7:30h. y llegamos a Suzhou a las 8:10. El trayecto en tren dura unos 40 minutos. Intenté comprar los billetes a través de Trip.com, pero por falta de tiempo no fue posible, aunque el año pasado sí pude hacerlo sobre la marcha. En la estación, las colas eran interminables. Como no paro de repetir: en Shanghái, todo requiere mucho tiempo.

🏞️ Suzhou: jardines, colas y calor

En Suzhou, tomamos el metro (muy económico, apenas 2 o 3 yuanes por persona) y nos dirigimos al primer jardín: el Jardín del Administrador Humilde (UNESCO). La entrada fue toda una odisea: colas para comprar el billete, colas para entrar y la visita en caravana. El jardín es precioso, con rocallas, pabellones, bonsáis y estanques, pero hay que recorrerlo al ritmo de la multitud. La entrada costó 80 yuanes. Justo enfrente está el Jardín de la Arboleda de los Leones, también muy concurrido (entrada: 40 yuanes). Las calles adyacentes estaban llenas de puestos de souvenirs, comida y restaurantes. El calor era sofocante, superando los 34 grados, lo que hizo la visita aún más agotadora.

🚫 Intento fallido de Hangzhou y regreso a Shanghái

Teníamos pensado visitar el Jardín de Lingerin, pero decidimos que sería más de lo mismo y optamos por ir a Hangzhou. El tren hacia Hangzhoudong salía de la misma estación de Suzhou, pero nos encontramos con más problemas: solo tres taquillas abiertas y largas colas. Estábamos en la estación pasadas las 12, pero los trenes estaban completos hasta las 16:00. Así que pospusimos la visita a Hangzhou para otro día y volvimos a Shanghái en el tren de las 13:00. Las estaciones son enormes y las distancias internas también. Además, cada estación de metro tiene múltiples salidas, y si no eliges la correcta, puedes perder aún más tiempo.

🌆 Paseo por Shanghái

Ya en el hotel, nos cambiaron a la habitación prometida. Para terminar el día, dimos un paseo por la Plaza del Pueblo, un parque enorme y muy animado. El calor seguía siendo intenso, alcanzando los 38 grados. Fuimos en metro hasta Pudong, al otro lado del río, que nos pareció espectacular. Ya agotados, buscamos algo rápido para cenar. Queríamos algo líquido, como los vasos de hielo con café y caramelo de Corea, pero aquí no se estila. Cenamos algo rápido en un centro comercial, probando bebidas curiosas de coco y caramelo.

📝 Conclusión

Estos dos días fueron una mezcla de logística, contratiempos y primeras impresiones de China. Shanghái nos recibió con multitudes, calor y caos, pero también con tecnología, vistas impresionantes y una energía vibrante. Aunque el intento de visitar Hangzhou falló, Suzhou nos dejó imágenes inolvidables.

Día 16: Shanghái: Templo Longhua y museos