🏯Palacio Gyeongbokgung y museo

Aunque teníamos previsto comenzar el día visitando el templo Jogyesa, decidimos cambiar de plan y empezar por el Palacio Gyeongbokgung, el más grande de todos, para ver el cambio de guardia a las 10:00 h.
Llegamos sobre las 9:30 h, pero nos informaron por megafonía que el espectáculo no se realizaría. Aun así, la visita al palacio fue interesante, aunque algo repetitiva en comparación con otros. Estuvimos alrededor de una hora recorriéndolo.

Al salir, accedimos al Museo Nacional del Palacio, que está justo fuera del recinto (pensábamos que estaba dentro). El museo cuenta con varias salas grandes, exposiciones audiovisuales, vestimenta tradicional y recreaciones históricas. Fue una visita muy enriquecedora.

La zona histórica exterior que rodea el museo también merece la pena: casas de madera, estructuras tradicionales, una especie de noria y elementos cotidianos antiguos. Todo está muy bien conservado y ambientado. Ambas visitas fueron gratuitas.

🌆 Torre de Seúl

Después nos dirigimos a la Torre de Seúl. Tomamos el autobús 01A, aunque hubo cierta confusión con las líneas 01A y 01B. Tuvimos que bajar en un aparcamiento subterráneo y volver a subir. Finalmente, conseguimos llegar a la torre, donde disfrutamos de las vistas panorámicas. Compramos un café y nos relajamos en la zona del mirador. También recorrimos la zona de los candados del amor.

🏛️Museos cerrados

Decidimos adelantar las visitas a los museos previstas para el día siguiente. Fuimos al Museo de la Guerra, donde en el exterior hay barcos, helicópteros, estatuas conmemorativas y banderas. Sin embargo, descubrimos que estaba cerrado por ser lunes, algo que no teníamos previsto. También intentamos visitar el Museo de Historia Natural, pero también estaba cerrado.

🎉 Celebración sorpresa: reencuentro y cumpleaños

Aprovechamos entonces para reservar el restaurante para la cena. Hoy llegaba nuestra hija a Corea, con quien solo coincidiremos este día. Como en unos días será su cumpleaños, organizamos una celebración sorpresa.

Compramos una tarta en una pastelería del Centro Comercial Lotte, que nos guardaron en el restaurante para comerla allí.

La cena fue una barbacoa coreana en familia, muy emotiva y divertida. Disfrutamos muchísimo, tanto de la comida como del reencuentro. El pastel estaba buenísimo y fue el broche perfecto.

Después nos hicimos unas fotos divertidas en fotomatón y rematamos la noche con una hora de karaoke, también con canciones en castellano, donde absolutamente lo dimos todo.

Fue una jornada muy especial para todos, llena de emociones, reencuentros y una celebración inolvidable. Aunque algunos planes no salieron como esperábamos, el día terminó siendo uno de los más memorables del viaje.

Próximamente: ✈️ De Corea a Shanghái: contratiempos, llegada y excursión a Suzhou (día 14 y 15)