Vilna (día 4: martes, 11 de abril de 2017)

Para hoy tenemos una visita rápida para ver el río en Kaunas y a las 12.08 tomaremos un tren hacia Vilna.

Cafeteria Nata Café en Kaunas, Lituania.

Como hace mucho frío, y en pleno río que es a cielo abierto todavía hará más, primero decidimos desayunar y así llevaremos calorías para combatir el frío. Lo hacemos en la calle principal, en Nata Café, que tenía muy buena pinta. Son las 9 de la mañana y hay muy poco ambiente porque todavía es muy pronto. La cafetería es encantadora. Nos decantamos por unos donuts de carmelo y de Oreo hechos con muchísima gracia y lo mismo podemos decir del chocolate, con muy buena presencia. Nos ha costado 6,5 €.

Donut de Oreo y donut de carmelo; chocolate caliente con mini-nubes y te.

Tiramos hacia el río y sigue haciendo frío. Nos acercamos hasta el final del espigón para ver la unión de los dos ríos.

Kaunas, Lituania.

De repente se empieza a nublar. Cuando acabamos de hacer fotos, empieza a caer alguna gota. Miramos hacia el final del río y vimos que ya habíamos hecho tarde. Por un momento tuvimos la sensación de la película Los 10 Mandamientos. El río se levantaba como si se tratara de una tormenta en medio del mar. Y la hojarasca comenzó a dar vueltas como si fuera un torbellino.

Escondimos las cámaras y empezamos a correr… pero la tormenta iba más rápida que nosotras y nos pasó por encima. Todo esto es una zona verde y no había nada para guarecerse así que el primer porche que encontramos ya estábamos bien mojadas. Y también cayó granizo. Esperamos un rato y cuando casi no llovía, decidimos volver ya hacia el apartamento. A mitad de camino volvió a apretar y tuvimos que hacer otra parada, de nuevo cayó piedra. En esta ciudad no hay muchos porches donde resguardarse, así que había que afinar. A la tercera llegamos al apartamento, con las chaquetas empapadas. Las secamos con el secador y el calefactor y como eran cerca de las 11h, decidimos ir ya a buscar el tren  hacia Vilna.

Cerca del apartamento había una parada de autobús que nos llevaba a la estación de tren. Con las prisas de la lluvia no miramos la información del núm. de bus que teníamos que coger y en la parada no nos quedaba claro. Preguntamos y tampoco nos lo sabían aclarar. A algún bus que se lo pedimos, tampoco iba… Total, que ya llevábamos unos 15′ en la parada y estábamos como al principio. Tampoco pasaba ningún taxi.

En esta ciudad nos pasó algo curioso con los taxis. Decidimos ir andando, hasta la estación de tren, que estaba a una media hora a pie, y parar un taxi por el camino. Pues no pasó ninguno. Y cargando con las maletas íbamos más lentas… Los únicos taxis que vimos, venían de la terminal de autobuses e iban llenos. Vimos una parada de taxis cuando casi llegábamos, así que ya no lo quisimos coger. Nos dio la sensación de que allí los taxis no circulan para coger gente, sino que los coges directamente en la parada. De hecho, a la ida  cogimos uno que estaba parado en la acera hablando por teléfono.

En fin, que entre una cosa y otra no llegábamos a coger el tren de las 12.08 y volvía a llover. Hay el centro comercial Akropolis que es muy grande y está cerca de la estación de bus. Así que entramos mientras paraba de llover para mirar los siguientes horarios que teníamos. Resulta que el próximo tren no era hasta las 13:50 h. Bufff, tendremos que esperar… Pillamos wifi y pudimos consultar horarios de autobuses. Teníamos uno a las 13 h, así que seguimos ruta, porque ha vuelto a parar.

Llegamos a las 12.44h y al comprar el billete la señora de la ventanilla nos dice que vayamos directamente a la plataforma 17 que en 1′ sale un bus express y que compremos el billete directamente al conductor. Así lo hicimos. Era un mini bus que terminamos de llenar, nos costó 6,5 € pax y salió enseguida.

Teníamos una hora larga de trayecto. Durante el camino nos llovió, hizo sol, encontramos lugares completamente secos y otros con grandes charcos de agua. El trayecto es bastante rápido, mayoritariamente por una buena autovía. Hacia las 14 h llegamos a Vilna y teníamos hambre. Al salir de la terminal de buses detectamos justo delante, en una esquina, un Cili Pica. Perfecto !!! Pues a comer…

Vilnius

Restaurante Cili Pica en Vilna, Lituania.

Crepes de jamón dulce y queso; hamburguesa con ñoquis.

Mientras comíamos, volvió a llover y a granizar, y luego, volvió a salir el sol. Este es el tiempo que tuvimos lo que quedó de viaje.

Como siempre comimos perfecto, crepes y hamburguesa con patatas y postre y mojito por 18€. Teníamos el apartamento reservado con Booking a unos 10-15′ caminando pero justo cuando salíamos comenzó de nuevo a granizar. Por suerte venía un taxi y lo paramos. Y aquí tuvimos el único “incidente” de todo el viaje.

Le enseñamos la dirección, puso el gps para entrar adecuadamente, teniendo en cuenta que con ese tiempo nos tenía que dejar justo en la puerta, y también el taxímetro, sin que lo pidiéramos. Ya estábamos cerca y el taxímetro marcaba 3€ y pico… así que decidí darle 4. Cuando llegamos, de repente marcaba más de 8€. Le pregunté qué había pasado con el taxímetro y me dice que le dé 5, que ya está bien. Le digo que marcaba 3 y poco, así que le doy 4, tal como tenía pensado. No dijo nada, evidentemente.

El apartamento Rentida lo tenemos muy céntrico, dejamos las cosas, son las 16.30 h y vamos a patear la ciudad. Empezamos por lo que tenemos más cerca, e iremos bajando hasta donde lleguemos, ya que el tiempo es inestable. Este itinerario aconsejado en la web de la oficina de turismo de Vilna nos fue muy bien. La numeración entre paréntesis es la que aparece en el itinerario.

Vilna, Lituania.

Lo más cercano es la calle Aušra Vartu (12). Aquí hay alguna puerta de acceso y varias iglesias.

Aunque no es espectacular y que está en reconstrucción, nos ha gustado la iglesia de la Santísima Trinidad, donde a parte de una exposición con fotos de la guerra, hay una trampilla secreta bajo el altar y nos pareció muy curioso. Cuando fuimos, estaba abierta.

Iglesia de la Santísima Trinidad en Vilna, Lituania. Trampilla secreta y exposición interior.

De aquí bajamos hasta la Plaza del Ayuntamiento (11) que teníamos a 2 minutos del apartamento.

Plaza del Ayuntamiento en Vilna, Lituania.

Seguimos caminando por la zona viendo algún puestecillo que había en la calle. Nos metimos por la calle Stikliy, antiguo gueto menor (10), donde se instalaban los comerciantes y artesanos. Durante la 2ª Guerra Mundial esta zona se convirtió en un gueto judío.

Calle Stikliy, antiguo gueto menor, en Vilna, Lituania.

Seguimos hacia la calle Pilies (8). Mientras, íbamos mirando tiendas de souvenirs. Y hay muuuuchas. De todos modos, es el lugar donde nos han parecido más caros, así que lo tendremos difícil. Una mini bola de nieve 11€, tazas medianas unos 7-9€, imanes y llaveros a partir de 4-5…

Y de allí seguimos con el otro mapa del itinerario hacia la Plaza de la Catedral (1). Es impresionante tan grande la plaza y la Catedral muy curiosa con la torre separada. No hay muchas así. Vimos otra en Pula (Eslovenia). Entramos y cuando salimos, llovía… Ya casi habíamos visto lo más importante !!

Plaza de la Catedral en Vilna, Lituania.

Esperamos a que parara y fuimos hacia la Avenida Gedimino (6), avenida principal que lleva hasta el Museo de la KGB (7), y que visitaremos mañana, porque cierra a las 18 h y hoy ya no teníamos suficiente tiempo. También localizamos un H&M, donde me tocó rascarme el bolsillo y llegamos hasta el río.

Río Neris en Vilna, Lituania.

Con ello, decidimos que las cosas más importantes del casco antiguo ya las habíamos visto. Eran como las 19 h y decidimos cenar, ya de retirada, en otro Charlie Pizza que habíamos visto en la avenida justo delante del apartamento.

De vuelta nos volvió a llover y tuvimos que volver a parar, pero Vilna es un lugar con muchos porches, iglesias y tiendas donde guarecerse. Pasamos frente a la Universidad (9). Y ya a cenar, como siempre, perfecto.

Vilna

Cena en Charlie Pizza en Vilna, Lituania.

Ensalada Caesar y pasta con setas y cócteles para beber.

Hoy vamos a dormir tempranito.

 

Otros gastos del día:

Comida en Cili Pica de Vilnius: 17€

Cena en el Charlie Pizza de Vilnius: 15€

 

Día 5: Excursión a Trakai desde Vilna