Chetumal (día 8: lunes, 27 de julio de 2015)

Subimos al bus hasta la frontera mexicana que estaba a unos pocos quilómetros. Rellenar impresos, aquí no tuvimos que pagar por entrar, cosa que por internet no había conseguido averiguar. Y tuvimos que pasar por el control de equipajes donde había que apretar el botoncito a ver si salía rojo o verde, igual que se hacía en los aeropuertos. Pues tuvimos suerte porque a todo el grupo nos salió verde y pudimos seguir adelante con cierta “celeridad”. Realmente no sé por qué pero no había nadie y tardamos en hacer el trámite.

Enseguida llegamos a la estación de autobuses. Aquí había quedado con la compañía de alquiler de coches de Europcar, con oficina en el hotel Noor, que nos venían a recoger a la estación de autobuses a las 15.30 h. No me di cuenta que había una hora de diferencia entre Guatemala y México así que estábamos llegando una hora más tarde y con el retraso que también acumulamos llegamos a las 17 h. pasadas. No había nadie. Les llamé por teléfono y enseguida vinieron.

El coche que habíamos reservado era manual de una categoría intermedia, no el más pequeño, para que cupiera bien el equipaje. Resulta que aparecen con un Mini nuevo con un pequeñísimo maletero descubierto. Según ellos era de categoría superior por el mismo precio, pero no cabían las 4 maletas. Encima lo pedimos manual y nos lo traen automático cuando nunca hemos conducido coche automático… Nos miran si hay algún otro manual pero no hay disponibilidad hasta las 19 h, y en la oficina del aeropuerto, así que decidimos esperar.

Esperando recoger el coche de alquiler en el Aeropuerto de Chetumal.

Esperando recoger el coche de alquiler en el Aeropuerto de Chetumal.

Lo devolvieron más tarde y entre que lo limpian un poco nos lo entregaron a más de las 20 h y encima con medio depósito a pesar de haber pedido que lo llenaran para no perder más tiempo.

Aún no llevábamos pesos así que tuvimos que buscar un lugar para cambiar. Enseguida encontramos un supermercado Elektra, que fue nuestro lugar de cambio habitual, puesto que dentro hay el Banco Azteca que tiene un cambio buenísimo y abren todos los días, incluso festivos.

Llenamos el depósito y emprendemos ruta nada más y nada menos que hasta Uxmal, a 350 km. Enseguida cogimos la famosa federal 307 y seguimos camino, ya de noche. La carretera es buena, pero al ir de noche hay que ser más prudente, así que fuimos a una velocidad moderada. Ojo con los desvíos. Cuando te indican una salida hacia una ciudad hay que cogerla YA, sino ya te la has pasado. A nosotros nos pasó con el desvío hacia Mérida y como era el primer desvío que cogíamos nos despistamos, así que en el mapa vimos otro más adelante el cual tomamos, pero seguramente dimos más vuelta…

Total, que llegamos al hotel como a las 3 de la madrugada. Ya cerca de destino nos pararon en un control de policía y muy amablemente nos indicaron que aún nos quedaba una hora de camino. Pensábamos que exageraba, pero acertó de lleno.

Tras el lío con el coche, habíamos pensado en quedarnos a dormir en Chetumal, pero preferimos seguir con el itinerario previsto y creo que hicimos bien. El día siguiente lo adaptamos bastante bien para poder seguir con la ruta.

Día 9: Uxmal (UNESCO), ruta de los conventos y Mérida